Este 7 de octubre se cumplieron 62 años de que la nave espacial soviética Luna 3, tercera lanzada a la Luna, enviara a la Tierra las primeras imágenes de la cara oculta de nuestro satélite natural.
A pesar de que fueron imágenes de pobre calidad (especialmente si se compara con los posteriores), las históricas y nunca antes vistas imágenes de la cara oculta de la Luna causaron entusiasmo e interés cuando se publicaron en todo el mundo, creando un Atlas provisional de la cara oculta de la Luna después de mejorar las imágenes gracias a su procesamiento.
Estas vistas son un terreno montañoso, muy diferente a la cara visible, y dos regiones oscuras que fueron nombradas Mare Moscoviense (Mar de Moscú) y Mare Desiderii (Mar del deseo). Se consideró a posteriori que Mare Desiderii se compone de un mar pequeño, Mare Ingenii (Mar del Ingenio), y varios cráteres oscuros.
La cámara, una AFA-E1 de doble lente, usaba película 35 mm Isochrome resistente a la radiación y a temperaturas extremas, con capacidad para tomar 40 imágenes. Un objetivo de 200 mm estaba pensado para obtener la imagen del disco completo de la Luna mientras que otro de 500 mm podría tomar una imagen de una región en la superficie. La cámara se fijó en la nave y su apuntamiento se logró mediante la rotación del propio prototipo.
La cámara tomó 29 fotos durante más de 40 minutos, el 7 de octubre de 1959, desde las 3.30 a las 04.10 UTC, a distancias entre los 63.500 kilómetros y los 66.700 kilómetros por encima de la superficie, cubriendo el 70% de la cara oculta lunar.
Diecisiete (también se dice que doce) de estas imágenes fueron transmitidas con éxito a la Tierra, y se publicaron seis (imágenes numeradas 26, 28, 29, 31, 32 y 35). Eran las primeras vistas que la humanidad contemplaba del hemisferio oculto de la Luna.
Regreso triunfal de misión récord
Tres astronautas chinos iniciaron recientemente su viaje de regreso a la Tierra tras una misión récord de 90 días en la construcción de una estación espacial de su país.
Esta misión Shenzhou-12, lanzada en junio poco antes de las celebraciones del centenario del Partido Comunista Chino, está cargada de prestigio nacional para el gobierno del presidente Xi Jinping.
Es la más larga efectuada por astronautas chinos, subrayó en un comunicado la agencia a cargo de vuelos tripulados.
La nave Shenzhou-12 se separó con éxito de la estación Tiangong (“Palacio celestial”), a la cual estaba acoplada desde hacía tres meses, precisó la agencia espacial.
La anterior misión tripulada china, Shenzhou-11, databa de fines de 2016 y había durado 33 días.
La nave china Shenzhou-12 llegó hace tres semanas a la Tierra con tres astronautas a bordo, procedente de la estación espacial que el país asiático está preparando para tener operativa el próximo año. Las imágenes retransmitidas en directo por la televisión estatal CGTN mostraron cómo la cápsula tocó tierra “de manera vertical” en la zona de aterrizaje de Dongfeng, en el desierto de Gobi, en la provincia septentrional china de Mongolia Interior.
Salidas espaciales
Durante su misión, los astronautas trabajaron en la instalación de la estación espacial cuyo primer elemento fue lanzado en abril. Efectuaron varias salidas al espacio.
La misión Shenzhou-12 constituye el tercer lanzamiento de los 11 que serán necesarios para la construcción de la estación, entre 2021 y 2022. Cuatro de esas misiones serán tripuladas.
Una vez terminada, la estación “Palacio celestial” tendrá unas dimensiones parecidas a la antigua instalación soviética Mir (1986-2001) y se espera que tenga una vida útil de al menos 10 años, según la agencia espacial china.
El interés chino de tener su propia base humana en la órbita terrestre fue impulsado por la negativa estadounidense de darle acceso a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Esta última --una colaboración entre Estados Unidos, Rusia, Canadá, Europa y Japón--, debe ser retirada en 2024, aunque la NASA dice que potencialmente podría seguir en funciones más allá de 2028.
Durante el lanzamiento de la misión en junio, el comandante Nie Haisheng subrayó el carácter patriótico de la operación.
“Desde hace décadas hemos escrito capítulos gloriosos de la historia espacial china y nuestra misión encarna las esperanzas del pueblo y del propio Partido”, declaró.
“Esta contribución abre nuevos horizontes para la humanidad en el uso pacífico del espacio”, había afirmado de su lado a finales de junio el presidente Xi Jinping, durante una comunicación por video con la tripulación.
El programa espacial del país es controlado por el ejército.
China ha invertido miles de millones de dólares a lo largo de décadas para alcanzar el nivel de potencias espaciales como Estados Unidos y Rusia.
Objetivo: la Luna
Tras haber lanzado su primer satélite en 1970, China envió un primer astronauta al espacio en 2003. En 2013 colocó un robot en la Luna.
El gigante asiático prevé además enviar astronautas a la Luna antes de 2030 y construir una base en colaboración con Rusia.
En cuanto a Marte, los ingenieros chinos enviaron un robot teledirigido que se posó en el planeta rojo en mayo pasado.
China había logrado otro éxito en enero de 2019 con una primicia mundial: el alunizaje de un robot teledirigido (el “Conejo de Jade 2″) en la cara oculta de la Luna
Con información de Europa Press y AFP
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