Me gustaría hacer algunas reflexiones y comentarios sobre un tema que a mi me preocupa que es la relación entre el cigarrillo y el cáncer.
Se calcula que hay más de 12 cánceres asociados al cigarrillo, uno de los más clásicos y de los más conocidos es el cáncer de pulmón y también los cánceres de la boca, de la lengua, de la mejilla de la laringe.
Otro tipo de cáncer, que a nosotros los infectólogos nos interesa mucho es el cáncer de vejiga, porque cuando la vejiga está comprometida hay que hacer una resección total. Se hace una neovejiga utilizando parte del intestino. Esa nueva vejiga se une al riñón y después, con un catéter, a la uretra. Quiere decir que la persona que tiene una neovejiga puede seguir orinando, pero para poder orinar va a tener que hacerse cateterismo diario, muchas veces tres, cuatro por día y nosotros lo que preconizamos es que ellos mismos se hagan el cateterismo.
Se trata del cateterismo vesical intermitente, también llamado cateterización o autosondaje, que implica retirar la orina de la vejiga introduciendo un catéter o sonda en la vejiga.
Muchas veces estos pacientes nos consultan a nosotros, los infectólogos, porque sienten que tienen una infección. Cuando la infección es sintomática, es decir, la persona tiene fiebre, aparte de una orina muy alterada, nosotros por supuesto le hacemos tratamiento y muchas veces lo dejamos en profilaxis.
Cuando en cambio no tiene esas manifestaciones y sólo están los gérmenes, pero no tiene ni fiebre, ni dificultades para orinar, estos pacientes los llamamos pacientes con bacteriuria, es decir, presencia de gérmenes asintomática, sin síntomas, y estos pacientes pueden estar tranquilos y sin medicación.
En resumen, el cigarrillo es un elemento que, si bien produce algunas veces placer, a la larga es un elemento muy nocivo. Más de 630 mil personas en EEUU tienen cánceres asociados al cigarrillo y de ellos la mitad fallece. En Argentina son 60 mil personas las que tienen estos cánceres y 30 mil mueren.
Todo el esfuerzo que podamos hacer para no fumar, sigue siendo lo más trascendente, lo más importante. Y, además, sepamos que estar al lado del que fuma es una contaminación pasiva que recibimos y que tenemos que tratar de evitar.
En resumen: si usted fuma, deje de fumar, si no fumó, no fume y si tiene algún tipo de estos 12 tumores asociados al cigarrillo hágase un diagnóstico precoz porque mucho es lo que se puede hacer par poder vivir mejor.
La Sociedad Estadounidense de Cáncer advierte que fumar es el factor de riesgo más importante para el cáncer de vejiga. “Las personas que fuman tienen al menos 3 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de vejiga que las personas que no fuman. Fumar causa aproximadamente la mitad de todos los cánceres de vejiga tanto en hombres como en mujeres”.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista JAMA en 2011 sobre 500.000 personas en EEUU, el riesgo de contraer cáncer de vejiga por el consumo de cigarrillos es de un 50% a un 65% más alto en hombres y entre un 20% y un 30% en mujeres respecto de personas no fumadoras. El análisis fue realizado por especialistas de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer, el Instituto Nacional del Cáncer, los Institutos Nacionales de Salud y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Rockville, Maryland.
Datos brindados por la Unidad de Urotelio del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid indicaron que el 76% de los pacientes tratados en ese centro de salud por tumores de vejiga de alto riesgo eran o habían sido fumadores.
Diversos estudios encontraron que el humo del cigarrillo contiene más de 7.000 sustancias químicas, de las cuales aproximadamente 70 son cancerígenas y tóxicas. Entre estas se encuentran el alquitrán, la nicotina, el arsénico, el formaldehído, el polonio 210 o cadmio y níquel, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).
Cuando la persona fumadora aspira el cigarrillo los químicos son absorbidos por la sangre, pasan a través de los riñones y se recogen en la orina. De esta forma, la vejiga queda durante horas como depósito de químicos peligrosos hasta que la orina es expulsada.
El riesgo de contraer cáncer de vejiga aumenta si esos productos nocivos dañan las células de la pared de las vías urinarias. Según datos del mismo centro de salud español, el 75% de los tumores se producen en las capas superficiales de la vejiga que es la mucosa o submucosa del órgano.
En otro 25% de los pacientes los tumores involucran al músculo vesical y la vejiga debe ser extirpada, a la vez que el tratamiento puede incluir también quimioterapia y radioterapia. “Cuando se identifica en una fase temprana, el cáncer de vejiga tiene una alta tasa de curación”, afirmó Elena Buendía González, de la Unidad de Urotelio del hospital de Madrid.
Edición de video: Sofía Boutigue y Patricio Staricco
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