COVID-19: quiénes son los vacunados con más riesgo de hospitalización

Científicos de la Universidad de Oxford determinaron cuáles son los pacientes más vulnerables tras la aplicación de una o dos dosis. Cuáles fueron los resultados del estudio

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El estudio británico detectó que
El estudio británico detectó que la incidencia de la mortalidad por coronavirus aumentó con la edad y la mala situación económica, el sexo masculino y el origen étnico indio o paquistaní (Getty Images)

Saber qué pacientes tienen más probabilidad de desarrollar un cuadro severo de COVID-19 y, conocer quiénes son los que corren más riesgo de muerte, es fundamental para diseñar políticas de salud pública y para la gestión de la pandemia en cada país. Los investigadores de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, dieron un nuevo paso en ese sentido.

Los científicos calcularon el riesgo de hospitalización y de muerte por COVID-19 luego de una o dos dosis de la vacuna. Los resultados fueron publicados en The British Medical Journal (BMJ). “El Reino Unido fue el primer lugar en implantar un programa de vacunación y cuenta con algunos de los mejores datos de investigación clínica del mundo”, señaló Julia Hippisley-Cox, catedrática de Epidemiología Clínica y Práctica General de la Universidad de Oxford, coautora del trabajo.

Los investigadores usaron un conjunto de datos nacionales interconectados: la atención primaria, la inmunización nacional, las pruebas de COVID-19, el registro de fallecidos y los datos de episodios hospitalarios. El objetivo de los científicos fue analizar una muestra de más de 6,9 millones de adultos vacunados, de los cuales 5,2 millones tenían ambas dosis de vacunas. Esta muestra incluía 2.031 muertes por Covid-19 y 1.929 ingresos hospitalarios relacionados con Covid-19, de los cuales 81 muertes y 71 ingresos se produjeron 14 o más días después de la segunda dosis de la vacuna.

Para medir el riesgo de internación o muerte, los científicos elaboraron un puntaje de riesgo acumulativo, que tuvo en cuenta factores como la edad, el sexo, el grupo étnico y la tasa de antecedentes de infecciones por coronavirus. Se caracterizó con riesgo alto a los pacientes inmunodeprimidos como consecuencia de la quimioterapia, un trasplante reciente de médula ósea u otro órgano, pacientes con VIH o afecciones crónica como el síndrome de Down, personas con trastornos neurológicos y residentes en centros de adultos mayores.

El estudio analizó a más
El estudio analizó a más de 6,9 millones de adultos vacunados, de los cuales 5,2 millones tenían ambas dosis de vacunas (Foto: Franco Fafasuli)

De los 6.952.440 pacientes vacunados participantes del estudio, 5.150.310, el 74% había recibido dos dosis de vacuna. El 4% de las muertes fueron registradas 14 días o más después de la segunda dosis de vacuna. Los algoritmos de riesgo incluyeron edad, sexo, origen étnico, privaciones económicas, índice de masa corporal, una variedad de comorbilidades y tasa de infección por SARS-CoV-2.

La incidencia de la mortalidad por coronavirus aumentó con la edad y la mala situación económica, el sexo masculino y el origen étnico indio y paquistaní.

Las razones de riesgo por causas específicas fueron más altas para los pacientes con síndrome de Down (aumento de 12,7 veces), trasplante de riñón (8,1 veces), anemia de células falciformes (7,7 veces), residencia en residencias de ancianos (4,1 veces), quimioterapia (4,3 veces) , VIH / SIDA (3,3 veces), cirrosis hepática (3,0 veces), enfermedades neurológicas (2,6 veces), trasplante reciente de médula ósea (2,5 veces), demencia (2,2 veces) y enfermedad de Parkinson (2,2 veces).

Es para destacar que hubo pocas hospitalizaciones o muertes relacionadas con la COVID-19 en el grupo que había recibido la segunda dosis de cualquier vacuna. “Este enorme estudio nacional de más de 5 millones de personas inoculadas con dos dosis en todo el Reino Unido descubrió que una pequeña minoría de personas sigue estando en riesgo de hospitalización y muerte por Covid-19. Nuestra calculadora de riesgo ayuda a identificar a los que siguen teniendo más riesgo después de las aplicaciones”, resaltó Aziz Sheikh, director del Instituto Usher de la Universidad de Edimburgo, y coautor del artículo.

La incidencia de la mortalidad
La incidencia de la mortalidad por COVID-19 aumentó con la edad y las privaciones, el sexo masculino y el origen étnico indio y paquistaní. ( Getty images)

Hippisley-Cox concluyó que “esperamos que esta nueva herramienta ayude a la toma de decisiones compartidas y a una evaluación de riesgos más personalizada” y agregó: “Nuestra nueva herramienta QCovid, desarrollada con la ayuda de expertos de todo el país, ha sido diseñada para identificar a las personas con alto riesgo que pueden beneficiarse de intervenciones como las dosis de refuerzo de la vacuna o nuevos tratamientos como los anticuerpos monoclonales, algo clave para reducir el riesgo de que la infección por SARS-CoV-2 progrese a resultados graves de Covid-19”.

Estudios recientes de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) también alertaron sobre el riesgo de hospitalización entre los jóvenes vacunados y no vacunados. A través de ese informe se identificó que un 15% de los pacientes jóvenes ingresados desarrollaron insuficiencia o fracaso respiratorio, que es la principal causa de muerte en los pacientes con infección por el coronavirus. Se describió también que había una asociación entre obesidad, apnea del sueño y el abuso de alcohol con el desarrollo de esa grave complicación.

La mediana de edad de los pacientes incluidos en el estudio (2.327) fue de 42 años. Casi el 60% eran varones. Las comorbilidades previas más frecuentes fueron obesidad (21%), hipertensión (13%), asma (10%) y diabetes (5,%). Los pacientes incluidos tuvieron síntomas una mediana de 7 días antes de ser diagnosticados mediante el hisopado con la técnica de PCR. Al ingreso, la radiografía de tórax fue patológica en el 90% de los casos, observando diferencias significativas en la mayoría de los parámetros de laboratorio al ingreso entre los pacientes que desarrollaron fracaso respiratorio y los que no.

Los autores del trabajo analizaron las variables asociadas con el desarrollo de fracaso ventilatorio. Hubo tres causas principales: la obesidad, el consumo abusivo de alcohol y las apnea del sueño. Cada uno de esos factores duplicó el riesgo de presentar insuficiencia respiratoria y requerir hospitalización.

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