¿Podría el bótox proteger a las personas de contraer COVID-19?

Para un equipo de investigadores franceses, la toxina que combate las arrugas puede proteger a las personas para que no se infecten con el SARS-CoV-2. Los detalles de los resultados del estudio

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La toxina, una de las más peligrosas conocidas por la ciencia, ayuda a reducir las arrugas porque relaja los músculos de la frente. Pero también se usa por razones médicas y se administra a pacientes que sufren migrañas y contracciones musculares involuntarias para ayudar a aliviar los síntomas (REUTERS)
La toxina, una de las más peligrosas conocidas por la ciencia, ayuda a reducir las arrugas porque relaja los músculos de la frente. Pero también se usa por razones médicas y se administra a pacientes que sufren migrañas y contracciones musculares involuntarias para ayudar a aliviar los síntomas (REUTERS)

La depresión, la sudoración excesiva, los espasmos en el cuello, problemas en la vejiga, eyaculación precoz, migrañas, manos frías e incluso la peligrosa condición cardíaca de una fibrilación auricular después de cirugías cardíacas, entre otros, son algunas de las condiciones que pueden ser tratadas y ampliamente mejoradas por esta sustancia. La gama de condiciones para las cuales los doctores ahora la están utilizando es vertiginosa y refleja las características únicas de este medicamento. Ahora, se cree que el bótox también podría proteger a las personas de contraer coronavirus, según un estudio francés.

Los investigadores dijeron que de los casi 200 pacientes que recibieron el tratamiento hasta julio del año pasado, solo dos tenían signos de estar enfermos. A modo de comparación, sugirieron que el 4,4% de la población francesa ya había sido infectada con el virus. Pero los expertos describieron el estudio como “extremadamente pobre” e insistieron en que no probaba nada sobre si el bótox tenía alguna promesa en la lucha contra el COVID-19.

De la investigación participaron unos 193 pacientes, de los cuales tres cuartas partes eran mujeres. En promedio, tenían cincuenta años y todos habían recibido bótox para las dolencias médicas, reveló el equipo del Hospital de la Universidad de Montpellier. Todos los voluntarios fueron seguidos durante tres meses después de recibir las inyección para ver si contraían el virus o no.

En algún momento considerado el artilugio no tan secreto de los ricos y las celebridades con una mala reputación de tener rostros con expresiones congeladas, estas inyecciones que deshacen las arrugas se han convertido en una práctica habitual para las personas comunes y corrientes con dinero (Fatinha Ramos/The New York Times)
En algún momento considerado el artilugio no tan secreto de los ricos y las celebridades con una mala reputación de tener rostros con expresiones congeladas, estas inyecciones que deshacen las arrugas se han convertido en una práctica habitual para las personas comunes y corrientes con dinero (Fatinha Ramos/The New York Times)

Ninguno de los participantes dio positivo por COVID-19, aunque hubo dos casos sospechosos. Una mujer de 53 años desarrolló síntomas reveladores después de regresar de un viaje a Las Vegas, pero dio negativo. Una mujer de 70 años también se enfermó, pero nunca se le hizo la prueba. Ninguno de los pacientes fue hospitalizado, aseguraron los expertos en el Journal of Stomatology, Oral and Maxillofacial Surgery.

“Nuestros resultados muestran una diferencia significativa entre el número de personas infectadas en la población general y el número de pacientes inyectados con bótox que mostraron signos de COVID-19”, advirtieron. Además, admitieron que la región de donde se seleccionaron los pacientes “no era una de las zonas más afectadas” de Francia, sino “todo lo contrario”.

Para sugerir que el bótox puede estar frustrando al SARS-CoV-2, el equipo señaló el caso de una mujer de 64 años de Lozere, en el sur de Francia, que recibió el tratamiento. Afirmaron que no contrajo el virus a pesar de que infectaba a todos los demás en su aldea. También destacaron el caso de una mujer de 46 años que no contrajo COVID-19 después de que su hija dio positivo por el virus. Sin embargo, no detallaron cuántos años tenía la hija ni si vivían juntas.

La toxina botulínica actúa deteniendo la liberación del neurotransmisor acetilcolina, paralizando los músculos. El doctor Dominique Batifol, autor principal del estudio, y otros colaboradores del artículo sugirieron que esto podría detener una infección por coronavirus. Además, señalaron otros artículos que han sugerido que la nicotina bloquea el receptor al que se une la acetilcolina, para respaldar su teoría.

El equipo admitió que se necesita más investigación para determinar de qué manera el bótox puede detener una infección por COVID-19 (REUTERS)
El equipo admitió que se necesita más investigación para determinar de qué manera el bótox puede detener una infección por COVID-19 (REUTERS)

Aun así, el equipo admitió que se necesita más investigación para determinar de qué manera el bótox puede detener una infección por COVID-19.

Por su parte, el profesor Willem van Schaik, director del instituto de microbiología e infección de la Universidad de Birmingham, criticó el estudio. “Este documento no puede usarse como evidencia, ni siquiera como evidencia débil, de que el bótox puede proteger contra el coronavirus”, aseguró en diálogo con el Daily Mail.

Y agregó: “El estándar de oro para determinar si un tratamiento es eficaz para tratar o prevenir la enfermedad es realizar un ensayo clínico aleatorizado en el que se compara el tratamiento con un placebo. Este documento no describe tal cosa. El resto del artículo no ofrece mucho en términos de una explicación mecanicista del bótox sobre la infección por SARS-CoV-2 y es muy especulativo”.

“Los artículos extremadamente deficientes sobre el COVID-19 continúan publicándose en revistas revisadas por pares”, manifestó el experto en su cuenta de Twitter.

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