Según repiten los expertos desde el inicio de la pandemia por coronavirus, vacunar a las poblaciones contra el virus surgido en Wuhan es la única manera de controlar la circulación viral y dar por terminada la emergencia sanitaria.
Se sabe que tener dos dosis de alguna de las vacunas autorizadas de emergencia es la forma más eficaz de garantizar la protección contra el SARS-CoV-2, aunque también los especialistas se esfuerzan en aclarar que aunque una persona esté completamente vacunada eso no evita que contraiga el virus, si bien se cree que cursará la enfermedad de forma más leve.
Ahora, investigadores de la Universidad de Oxford en el Reino Unido revelaron que la variante Delta del coronavirus infecta con la misma carga viral a las personas que están vacunadas como a las que no lo están.
Según un análisis preliminar de un estudio llevado a cabo por expertos de esa casa de altos estudios británica, y que fue publicado en la revista The BMJ, aquellos que se contagian con la variante Delta tienen niveles de virus similares a los que no se vacunaron, lo que supone “un mayor desafío” a la hora de alcanzar la inmunidad de grupo contra el coronavirus.
En concreto, en el trabajo, publicado como preimpresión y aún no revisado por pares, se observó que las vacunas desarrolladas por los laboratorios AstraZeneca y Pfizer/BioNTech ofrecen una buena protección contra nuevas infecciones, si bien no tanto cuando se trata de la variante Delta.
Sarah Walker es profesora de estadística médica y epidemiología en la Universidad de Oxford e investigadora principal de la encuesta, y reconoció que todavía no saben “cuánta transmisión puede ocurrir de las personas que contraen COVID-19 después de ser vacunadas, por ejemplo, si puede tener altos niveles de virus durante períodos de tiempo más cortos”.
Para alcanzar esta conclusión, los investigadores analizaron 2.580.021 resultados de hisopados tomados de 384.543 adultos entre el 1 de diciembre de 2020 y el 16 de mayo de 2021, cuando predominó la variante Alfa, y 811.624 resultados de 358.983 adultos entre el 17 de mayo y el 1 de agosto de 2021, cuando prevaleció la circulación de la mutación Delta en ese país.
Así fue que observaron que cuando la variante Delta era predominante en la población, la eficacia de la vacuna Pfizer fue del 80 % a los 14 o más días después del esquema completo de dos dosis. Y si bien ese valor fue mayor al visto después de dos dosis de la vacuna AstraZeneca, que resultó del 67%, los investigadores analizaron que no fue significativamente diferente de la protección que brinda la inmunidad natural en personas no vacunadas que dieron positivo al SARS-CoV-2 y que fue del 72%.
Tras el análisis de los datos obtenidos, los expertos concluyeron que “la eficacia de las dos vacunas no dependió del tiempo transcurrido entre la primera y la segunda dosis, si bien las personas que fueron vacunadas después de haber padecido el COVID-19 tuvieron más protección con las vacunas que aquellas que fueron vacunadas sin una infección natural previa”.
Por ejemplo, a los 14 días después de una segunda dosis de la formulación de AstraZeneca, de media, las tasas de todas las nuevas infecciones por COVID-19 habían disminuido en un 88% entre los que tenían una infección previa, en comparación con el 68 por ciento de los que no habían pasado el COVID-19. Los porcentajes fueron 93% y 85%, respectivamente, para la vacuna Pfizer y BioNTech.
El estudio también mostró que la carga viral fue menor inmediatamente después de las dos dosis de Pfizer, pero que aumentó más rápido con el tiempo que después de la vacuna AstraZeneca, lo que llevó a niveles similares de carga viral a los tres meses después de la segunda dosis de ambas vacunas.
“Ahora hay bastantes pruebas de que todas las vacunas son mucho mejores para reducir el riesgo de enfermedad grave que para reducir el riesgo de infección”, concluyeron los investigadores, quienes resaltaron que ahora saben “que la vacunación no detendrá la infección y la transmisión, pero sí reducirá el riesgo. El principal valor de la inmunización es reducir el riesgo de enfermedad grave y muerte”.
Por otra parte, la posibilidad de que las personas vacunadas con la pauta completa sean hospitalizadas al contraer la COVID-19 se reduce en un 73% respecto a los no vacunados, según constató un amplio estudio británico publicado en The Lancet.
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