Mayores de 80 años: un defecto del sistema inmune es la causa del 20% de los cuadros graves de COVID-19

Lo confirmó un equipo de científicos de 22 países, entre ellos Brasil, Colombia y Argentina. Reportaron que, con la edad, algunas personas desarrollan anticuerpos “erróneos” que los debilita frente al virus. Por qué afecta más a varones que a mujeres

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La mayoría de las personas
La mayoría de las personas infectadas por el virus de la COVID-19 presentan cuadros respiratorios de leves a moderados (iStock)

Investigadores reportaron que a mayor edad aumenta la probabilidad de que una persona desarrolle autoanticuerpos que atacan al propio sistema inmune. Esta alteración facilita que el coronavirus pueda entrar y atacar con más virulencia.

El ensayo, que fue desarrollado por un equipo de investigadores científicos de 22 países, incluyendo Francia, España, Israel, Estados Unidos, Argentina, Brasil, y Colombia, confirmó que una alteración en el sistema inmune hace que las personas mayores de 70 años desarrollen cuadros graves de la enfermedad COVID-19 cuando se contagian el coronavirus.

El estudio fue publicado en la revista Science Immunology y podría ser útil para identificar a los pacientes con más riesgo de sufrir cuadros graves en el futuro. Los investigadores encontraron que el 20% de pacientes de más de 80 años con COVID-19 grave desarrollan anticuerpos contra el interferón de tipo I, que es un grupo de 17 proteínas cruciales para la protección de las células contra el coronavirus.

Al desarrollar esos autoanticuerpos, el sistema inmune de esos pacientes, tiene menos capacidad de defensa frente a la infección por el virus. Los resultados podrían permitir que se identifique a las personas con riesgo de sufrir una infección grave y el desarrollo de tratamientos personalizados.

El estudio publicado en Science
El estudio publicado en Science Immunology determinó que el 20% de pacientes de más de 80 años con COVID-19 grave habían desarrollado antes autoanticuerpos (REUTERS)

Consultada por Infobae, la doctora Natalia Laufer, médica infectóloga e investigadora del Conicet en el INBIRS, comentó sobre el estudio publicado en la revista Science Immunology: “Desde el inicio de la pandemia se viene investigando por qué algunas personas desarrollan cuadros graves cuando la mayoría tiene cuadros leves y moderados de COVID-19. El nuevo estudio corrobora que al no contar con una buena respuesta del sistema inmune cuando la persona se infecta, hay más probabilidad de desarrollar un cuadro grave. Como tienen autoanticuerpos que bloquean al interferón, el organismo no tiene la capacidad suficiente para enfrentar la infección por el coronavirus”.

En trabajos anteriores, publicados en la revista Science en 2020 por el mismo grupo de investigadores del consorcio internacional COVID Human Genetic Effort, se había observado que existe un 10% de pacientes afectados por COVID-19 grave que tienen autoanticuerpos neutralizantes capaces de anular la función del interferón y dificultar la defensa del organismo en caso de infección.

El nuevo estudio refuerzó este hallazgo y lo amplió, ya que muestra una mayor frecuencia de autoanticuerpos en personas de edad avanzada. Además, aportó evidencias de que esos autoanticuerpos existían ya antes de la infección. “En personas que no han padecido COVID-19 se observa el mismo patrón, es decir, mayor frecuencia de personas con autoanticuerpos en los grupos de mayor edad”, explicó Jordi Perez-Tur, investigador del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV-CSIC), en España.

El conocimiento de los autoanticuerpos,
El conocimiento de los autoanticuerpos, habilita el posible desarrollo de nuevos test de diagnóstico, según la investigadora argentina Natalia Laufer (EFE)

Perez-Tur fue uno de los autores del estudio junto con Anna Planas, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB-CSIC), de España. Por la Argentina, colaboraron las investigadoras Cinthia Magnone y Carolina Ramírez-Santana.

“Con la edad se incrementa el número de anticuerpos ‘erróneos’ que bloquean la respuesta inmune mediada por la vía del interferón de tipo I, por lo que estos pacientes no pueden hacer frente a la infección por SARS-CoV-2. De hecho, tener estos autoanticuerpos podría ser un indicador de mal pronóstico frente al COVID-19”, añadió Planas.

“Con los resultados del estudio -opinó la doctora Laufer, que no participó en la investigación- se podría llegar a desarrollar una prueba para medir los niveles autoanticuerpos en el contexto del diagnóstico para identificar quiénes son los pacientes con mayor riesgo”.

El trabajo publicado sobre los autoanticuerpos se unió a otro estudio que también fue publicado en Science Immunology. El mismo equipo de investigadores identificó variaciones genéticas en otro gen relacionado con el interferón, el gen TLR7, que podría contribuir a explicar la mayor susceptibilidad de los hombres al COVID-19 grave.

Los adultos mayores son prioridad
Los adultos mayores son prioridad en los planes de vacunación porque tienen mayor riesgo de complicaciones si se contagian COVID-19 y no están inmunizados (REUTERS/Ann Wang)

“TLR7 es una molécula que también está implicada en la vía de la inmunidad innata por la que se induce la expresión de interferón en presencia de moléculas de ARN vírico. Se da la circunstancia de que TLR7 se localiza en el cromosoma X, del que los hombres disponen de una sola copia. Dado que las mujeres presentan dos copias del gen, y que las variantes encontradas son muy poco frecuentes, si una mujer tiene una copia correcta y otra incorrecta podrá producir proteína que funcione adecuadamente y tendrá una mejor respuesta frente a la infección”, aclaró Pérez-Tur.

El trabajo detectó en una población de 1.202 individuos varones la presencia de variantes genéticas raras que conducen a una deficiencia funcional de TLR7. Dichas variantes se encontraron en el 1,8% de pacientes menores de 60 años con COVID-19 grave, pero no se hallaron en ninguna de las 331 personas estudiadas infectadas por SARS-CoV-2 que eran asintomáticas o presentaban síntomas muy leves.

“Estos resultados se suman a otros que muestran la importancia crítica de la integridad de la respuesta del interferón de tipo-I para hacer frente a la infección por SARS-CoV-2, y abre la vía al desarrollo de terapias dirigidas a la eliminación de estos autoanticuerpos o de tratamientos con interferón tipo-I específicos contra la enfermedad”, concluye Anna Planas. Resaltó que el trabajo se enmarca en el proyecto INMUNGEN-CoV2 del CSIC, financiado por donaciones recibidas por el CSIC de España, con el objetivo de identificar el riesgo individual a desarrollar formas graves de Covid-19, descubriendo las moléculas implicadas en ella y, a partir de esos hallazgos, potenciales tratamientos.

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