La coagulación de la sangre, la posible causa del COVID persistente

Se trata de una de las incógnitas que la medicina intenta responder: por qué algunas personas padecen una serie de síntomas que permanecen en el tiempo más allá de superada la infección. Cuánto influye el factor hematológico de cada paciente

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Los mecanismos biológicos que subyacen a este síndrome de COVID prolongado siguen siendo desconocidos para los especialistas (Foto: IMSS)
Los mecanismos biológicos que subyacen a este síndrome de COVID prolongado siguen siendo desconocidos para los especialistas (Foto: IMSS)

Con el correr del tiempo y el devenir de la pandemia, los médicos comenzaron a ver en pacientes que habían atravesado un cuadro de COVID-19 signos y síntomas de lo que luego dieron en llamar COVID prolongado, long COVID o síndrome post COVID.

Se trata ni más ni menos de afectaciones en órganos que van más allá del sistema respiratorio y que son propias del cuadro inflamatorio sistémico que provoca el SARS-CoV-2 en el organismo. Y que pueden ir desde la fatiga hasta la ansiedad, pasando por dolores de cabeza recurrentes o dificultades respiratorias y que permanecen en el tiempo una vez superada la infección por el SARS-CoV-2.

Ahora, un reciente estudio mostró que los pacientes que sufren este trastorno, tienen medidas más altas de coagulación sanguínea, lo que puede ayudar a explicar sus síntomas prolongados.

Una investigación llevada a cabo en la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud RCSI de Dublín (Irlanda) evidenció que los pacientes con síndrome de COVID-19 persistente presentan medidas de coagulación sanguínea más elevadas, lo que podría ayudar a explicar sus síntomas persistentes, como la reducción de la forma física y la fatiga.

Los investigadores examinaron a 50 pacientes durante un promedio de 68 días después de la infección por SARS-CoV-2 con síntomas del síndrome de COVID-19 persistente (Getty)
Los investigadores examinaron a 50 pacientes durante un promedio de 68 días después de la infección por SARS-CoV-2 con síntomas del síndrome de COVID-19 persistente (Getty)

Un trabajo anterior del mismo grupo había analizado la peligrosa coagulación observada en pacientes con COVID-19 agudo grave. Sin embargo, se sabe mucho menos sobre el COVID-19 persistente, cuyos síntomas pueden durar de semanas a meses después de que se haya resuelto la infección inicial y se calcula que afecta a millones de personas en todo el mundo.

Los mecanismos biológicos que subyacen a este síndrome de COVID prolongado siguen siendo desconocidos para los especialistas. Sin embargo, los estudios de autopsias resaltaron las funciones clave que desempeñan la endoteliopatía pulmonar y la inmunotrombosis microvascular en el COVID-19 agudo. “Presumimos que la activación de las células endoteliales puede mantenerse en pacientes convalecientes con COVID-19 y contribuir a la patogénesis de COVID prolongada”, argumentaron los autores del estudio.

En su trabajo, publicado en la revista Journal of Thrombosis and Haemostasis, los investigadores examinaron a 50 pacientes durante un promedio de 68 días después de la infección por SARS-CoV-2 con síntomas del síndrome de COVID-19 persistente para entender mejor si la coagulación sanguínea anormal estaba implicada.

Los investigadores observaron que el aumento de la coagulación estaba directamente relacionado con otros síntomas de COVID-19 prolongado (Efe)
Los investigadores observaron que el aumento de la coagulación estaba directamente relacionado con otros síntomas de COVID-19 prolongado (Efe)

Y descubrieron que los marcadores de coagulación eran significativamente elevados en la sangre de los pacientes con COVID-19 persistente en comparación con los controles sanos. Estos marcadores de coagulación eran más elevados en los pacientes que requerían hospitalización con su infección inicial por COVID-19, pero también descubrieron que incluso aquellos que eran capaces de atravesar la enfermedad en su domicilio sin mayores complicaciones seguían teniendo marcadores de coagulación persistentemente elevados.

Los investigadores observaron que el aumento de la coagulación estaba directamente relacionado con otros síntomas de COVID-19 prolongado, como la reducción de la forma física y la fatiga. A pesar de que los marcadores de inflamación habían vuelto a niveles normales, este mayor potencial de coagulación seguía presente en los pacientes con COVID-19 persistente.

“Dado que los marcadores de coagulación estaban elevados mientras que los de inflamación habían vuelto a la normalidad, nuestros resultados sugieren que el sistema de coagulación puede estar implicado en la causa principal de la COVID-19 persistente”, asegura la doctora Helen Fogarty, autora principal del estudio, quien agregó: “Millones de personas ya están lidiando con los síntomas del síndrome de COVID persistente, y más personas lo desarrollarán a medida que sigan aumentando las infecciones. Es imperativo que continuemos estudiando esta afección y desarrollando tratamientos efectivos”.

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