En un gran estudio observacional, investigadores de Mayo Clinic demostraron que dos anticuerpos monoclonales administrados separadamente ayudaron a evitar hospitalizaciones en pacientes de alto riesgo e infectados con COVID-19.
El estudio, cuyos resultados se publicaron en la Revista de Enfermedades Infecciosas, también mostró que hubo más hospitalizaciones entre los pacientes con mayor cantidad de comorbilidades.
“Los datos reales sobre los que se informó en el presente estudio confirman lo visto en ensayos clínicos con placebos. Los anticuerpos monoclonales se relacionan con una tasa menor de hospitalización, siempre y cuando se administren a los pacientes al inicio del ciclo de la infección por COVID-19”, afirmó el doctor Raymund Razonable, especialista de enfermedades infecciosas en Mayo Clinic y el autor principal del estudio.
Los investigadores revisaron los resultados dentro de una población de 3.596 pacientes de todas las sedes de Mayo Clinic y de una edad promedio de 62 años. Todos los pacientes tenían al menos una afección que los ponía en alto riesgo frente a la infección por SARS-CoV-2, y un poco más de la mitad de ellos tenía varias comorbilidades. Los pacientes recibieron una infusión de bamlanivimab o de casirivimab e imdevimab. Después de transcurridos 28 días, la tasa de hospitalización debido al COVID-19 fue del 2,56%.
Una vez realizados los ajustes para las comorbilidades, no se observó una diferencia significativa en la tasa de hospitalización entre los dos anticuerpos monoclonales.
Es importante anotar que el presente estudio se llevó a cabo entre noviembre de 2020 y febrero de 2021, período anterior al descubrimiento de las variantes del virus que ya circulan en casi todo el mundo.
Si bien la actividad del casirivimab e imdevimab contra las variantes del COVID-19 se mantiene, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) ya no autoriza la administración de solo el bamlanivimab como tratamiento para uso de emergencia. Ahora, se autoriza el bamlanivimab solamente como parte de una combinación farmacológica con el etesevimab. De todas maneras, los autores dicen que el presente estudio es una confirmación importante de que los anticuerpos monoclonales surten efecto para tratar a los pacientes de alto riesgo y COVID-19.
Recientemente, otro estudio realizado con la misma familia de fármacos, también arrojó resultados prometedores en la prevención de la enfermedad.
Según los resultados de un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo publicado en el The New England Journal of Medicine, el cóctel de anticuerpos monoclonales casirivimab e imdevimab redujo el riesgo relativo de infección de los participantes en un 72% en comparación con el placebo durante la primera semana. A partir de la segunda semana, la reducción del riesgo aumentó al 93%, lo que evidenció un bajo riesgo de hospitalización o muerte entre las personas tendientes a padecer la enfermedad por coronavirus 2019.
El ensayo se llevó a cabo en 112 sitios en los Estados Unidos, Rumania y Moldavia, en donde los participantes debieron registrar muestras nasofaríngeas y de suero para la prueba de anticuerpos séricos en un laboratorio central. Los participantes se inscribieron dentro de las 96 horas posteriores a que alguien en su hogar diera positivo por SARS-CoV-2 y luego fueron asignados al azar para recibir el medicamento en 1200 mg por vía subcutánea o un placebo. Según las pruebas serológicas, los participantes del estudio no mostraron evidencia de infección por SARS-CoV-2 actual o anterior. La edad media de los participantes fue 42,9, pero el 45% eran adolescentes varones (de 12 a 17 años). En el grupo que recibió el anticuerpo monoclonal, 11 de 753 participantes desarrollaron COVID-19 sintomático, en comparación con 59 de 752 participantes que recibieron placebo.
El cuerpo produce anticuerpos de forma natural para combatir las infecciones. Sin embargo, es posible que no se cuente con anticuerpos diseñados para reconocer un virus nuevo como el SARS-CoV-2, responsable de causar la enfermedad por COVID-19. Los anticuerpos monoclonales, o mAb, se fabrican en un laboratorio para combatir una infección en particular, en este caso, SARS-CoV-2, y se administran a los pacientes directamente con una infusión -en farmacología, es la acción de sumergir una sustancia orgánica en un líquido caliente, pero sin que llegue a hervir, para que se disuelvan sus partes solubles- y es por eso que el tratamiento con mAb puede ayudar a los pacientes que tienen un alto riesgo de presentar síntomas graves o tener que ser hospitalizados.
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