Científicos de Argentina descubren circuitos claves del sistema inmune en el intestino

Los hallazgos, que pertenecen a científicos del Conicet, un hospital y universidades públicas, podrían servir para hacer terapias más eficaces contra el cáncer de colon y otras enfermedades inflamatorias intestinales. La palabra a Infobae de los investigadores

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El sistema digestivo de los seres humanos puede ser afectado por trastorno como los tumores y las enfermedades inflamatorias como colitis ulcerado o de Crohn (Getty)
El sistema digestivo de los seres humanos puede ser afectado por trastorno como los tumores y las enfermedades inflamatorias como colitis ulcerado o de Crohn (Getty)

El sistema digestivo se ocupa de transformar los alimentos para que puedan ser utilizados por las células del organismo humano. Opera día a día, pero ahora se conocen circuitos de prendido y apagado del sistema inmune que pueden afectarlo y controlar el desarrollo de enfermedades como el cáncer de colon y enfermedades inflamatorias intestinales. Un equipo de científicos del Conicet, hospitales y universidades públicas de la Argentina los acaban de descubrir con experimentos y detallar: son procesos claves de la respuesta del sistema inmune sobre el intestino. Al conocerse esos circuitos, se podría avanzar para contar con tratamientos más eficaces para algunos grupos de pacientes con cáncer colorrectal, enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.

Los hallazgos de los circuitos fueron parte de una investigación liderada por los investigadores Gabriel Rabinovich y Karina Mariño, del Instituto de Biología y Medicina Experimental del Conicet. Fueron publicados en revistas de referato de alto impacto mundial. Por un lado, publicaron un reporte enfocado a las enfermedades inflamatorias intestinales en la revista Science Advances, de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia. Por otro, detallaron procesos relacionados con el cáncer colorectal en la revista PNAS de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.

El doctor Gabriel Rabinovich investiga en inmunología y genética desde los años noventa y ha sido reconocido internacionalmente por sus aportes/Conicet/Archivo
El doctor Gabriel Rabinovich investiga en inmunología y genética desde los años noventa y ha sido reconocido internacionalmente por sus aportes/Conicet/Archivo

Desde 1994, el científico Rabinovich -que es también profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y ha sido galardonados con múltiples reconocimientos, incluyendo el Premio Investigador de la Nación en 2017- sigue de cerca el rol de una proteína que empezó a estudiar en conejos y luego siguió investigando en profundidad. Es una proteína que le “gusta” lo dulce: se une con azúcares beta-galactósidos que están en las células.

Desde entonces, Rabinovich abrió varias líneas de investigación, se convirtió en líder mundial en el tema, y formó recursos humanos. Fue aportando conocimientos sobre el rol de la proteína, que llaman galectina 1, que está involucrada de diferentes enfermedades que afectan a los seres humanos. En algunos casos, como en los cánceres, la proteína contribuye a que la enfermedad avance. En otros casos, en cambio, los niveles de la proteína pueden brindar protección contra trastornos autoinmunes.

Karina Mariño, científica del Conicet en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), dirigió junto con Rabinovich estudios que detallaron circuitos de prendido y apagado del sistema inmune relacionados con el sistema digestivo
Karina Mariño, científica del Conicet en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), dirigió junto con Rabinovich estudios que detallaron circuitos de prendido y apagado del sistema inmune relacionados con el sistema digestivo

Con Alejandro Cagnoni, Laura Giribaldi, Martín Abba -de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata-, Diego Croci -del Conicet y la Universidad Nacional de Cuyo, en la provincia de Mendoza, entre otros científicos, se pusieron a hacer experimentos para saber qué rol desempeñaba la proteína en relación al cáncer colorrectal.

“Hoy el cáncer colorrectal es el tercer tumor más frecuente y la segunda causa de muerte por cáncer en todo el mundo. Si bien hay tratamientos como la inmunoterapia, algunos pacientes no responden cuando acceden a su administración. Por esto, consideramos que hay una necesidad urgente de descubrir marcadores que permitan tener más información sobre el perfil de cada paciente y más blancos a los cuales apuntar con futuros tratamientos”, explicó el doctor Rabinovich a Infobae.

Se buscan comprender los cánceres digestivos y las enfermedades inflamatorias intestinales para luego desarrollar más opciones de tratamientos para los pacientes que no responden bien a las terapias disponibles/EFE/Andreu Dalmau/Archivo
Se buscan comprender los cánceres digestivos y las enfermedades inflamatorias intestinales para luego desarrollar más opciones de tratamientos para los pacientes que no responden bien a las terapias disponibles/EFE/Andreu Dalmau/Archivo

En el laboratorio, trabajaron con ratones y exploraron la actividad moduladora de la proteína dentro del sistema inmune. En animales que carecían la proteína galectina 1, se desarrollaron menos tumores. A partir de diferentes experimentos, señalaron que los niveles altos de la proteína favorecen el crecimiento de tumores en el intestino. Por lo cual, el descubrimiento de los mecanismos podría ser útil en dos direcciones.

Podría desarrollarse una prueba para analizar los niveles de la proteína en los pacientes y determinar pronósticos. Además, sugieren que se podría desarrollar una estrategia que regule al sistema inmune para que baje los niveles de la galectina 1 como una manera de controlar los tumores.

Varias de las inmunoterapias ya disponibles son inhibidores de punto de control inmunitario, y sirven para mejorar la calidad de vida y aumentar la supervivencia de los pacientes. Esos puntos de control son una parte normal del sistema inmune de cada ser humanos. Tienen su rol positivo: impiden que el sistema inmune sea tan fuerte que destruya las células sanas. Pero cuando se desarrolla un tumor, esos puntos de control juegan a favor del cáncer, y hacen que el sistema inmune no accione. En el caso de galectina 1, ya está demostrado que opera también como otro punto de chequeo inhibitorio clave del sistema inmune. Por lo cual, se podría desarrollar fármacos inhibidores de la proteína que se podrían combinar con otras inmunoterapias disponibles.

Según contó la doctora Mariño a Infobae, ya existen terapias disponibles que se enfocan en aliviar los síntomas y cicatrizar las lesiones de las enfermedades inflamatorias intestinales. Recientemente, los anticuerpos monoclonales revolucionaron los tratamientos para esos pacientes. Sin embargo, en algunos casos, se producen graves efectos secundarios o no se logra una respuesta adecuada. Para esos pacientes con enfermedades inflamatorias, hoy se necesitan también otras opciones de tratamiento más eficaces.

Una imagen de criptas intestinales en el colon de un ratón sano. Fue tomada por la científica Anabela Cutine (Lab de Glicómica Funcional y Molecular/Lab. de Inmunopatología, IBYME) y María May (patóloga independiente)/Conicet
Una imagen de criptas intestinales en el colon de un ratón sano. Fue tomada por la científica Anabela Cutine (Lab de Glicómica Funcional y Molecular/Lab. de Inmunopatología, IBYME) y María May (patóloga independiente)/Conicet

En esta investigación, el grupo de científicos -que incluyó también a Luciano Morosi, Anabela Cutine, y Marta Toscano, entre otros- trabajaron con muestras de pacientes con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa obtenidas en colaboración con el Hospital de Gastroenterología Bonorino Udaondo. “Observamos que en las muestras de pacientes con enfermedades inflamatorias, la expresión de la proteína Galectina-1 se encontraba desregulada. También había diferencia en otros componentes del circuito”, afirmó Rabinovich. También se hicieron experimentos en ratones, y encontraron que tenían una inflamación más exacerbada. De esta manera, detallaron un mecanismo por el cual la proteína y otros componentes actúan para preservar la llamada homeostasis intestinal.

“El mecanismo identificado podría llegar a ser el blanco para el desarrollo de una terapia que regule al sistema inmune y controle mejor la inflamación intestinal en los pacientes”, puntualizó Mariño. Los estudios contaron con financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, el Conicet, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, la Fundación Sales, la Fundación Bunge y Born, y dos organizaciones de los Estados Unidos (Broad Foundation y Kenneth Rainin Foundation).

Las investigadores del grupo de Rabinovich y Mariño podrían contribuir al desarrollo de pruebas para determinar mejor los perfiles genéticos de cada pacientes con problemas intestinales/ iStock /Archivo
Las investigadores del grupo de Rabinovich y Mariño podrían contribuir al desarrollo de pruebas para determinar mejor los perfiles genéticos de cada pacientes con problemas intestinales/ iStock /Archivo

Consultado por Infobae, el médico especialista Edgardo Smecuol, ex presidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología, comentó que “el grupo liderado por el doctor Gabriel Rabinovich ha estudiado el papel de una familia de proteínas denominadas galectinas que modulan varios procesos de las células inmunológicas”. Smecuol recordó que antes se había encontrado que la proteína galectina-1 participa de manera positiva en la respuesta antiinflamatoria de la dieta libre de gluten en pacientes con enfermedad celíaca hace tres años.

Tras analizar los nuevos papers liderados por Rabinovich y Mariño, el doctor Smecuol consideró que son “un punto de partida para que se desarrollen y evalúen potenciales tratamientos que inhiban a la proteína galectina 1 en casos de pacientes con cáncer colorrectal. Por otro lado, se podrían desarrollar terapias que consideren a la proteína galectina 1 como una herramienta para las enfermedades inflamatorias intestinales. En ambas posibilidades, se deberán hacer ensayos clínicos con voluntarios humanos para demostrar eficacia y seguridad”.

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