Algunos síntomas de la gripe y del COVID-19 pueden confundirse: fiebre, tos seca, dolor de garganta o pecho, problemas para respirar. Se trata de enfermedades que afectan especialmente al sistema respiratorio y, en el caso de la primera, las vacunas son estacionales, es decir, que son actualizadas cada año y deben repetirse.
Tanto el COVID-19 como la gripe son causados por virus. El nuevo coronavirus es ocasionado por el SARS-CoV-2 y la gripe por el virus de la influenza. Ambas enfermedades también coinciden en la forma de contagio, ya que se transmiten cuando se inhalan gotitas en el aire provenientes de la tos o los estornudos o la propia respiración de alguien que tenga gripe o COVID-19.
Por otra parte, expertos de distintos países han evaluado que en SARS-CoV-2 podría no ser erradicado, sino que se volvería una enfermedad endémica, tal como ocurre con la gripe, que presenta brotes estacionales.
Matthew Duchars, director ejecutivo del Centro de Innovación y Fabricación de Vacunas del Reino Unido (VMIC por sus siglas en inglés), anunció el último martes que esa institución trabaja en el desarrollo de una vacuna combinada para la gripe y COVID-19 que podría aliviar en gran medida la carga logística de responder a los brotes recurrentes de ambas enfermedades.
La iniciativa anunciada en el Reino Unido, que podría materializarse el próximo año, se sumará a otra de ese tipo publicada en mayo pasado por Novavax, de EEUU. El laboratorio estadounidense había difundido entonces los primeros datos de sus investigaciones sobre posibles vacunas combinadas para COVID-19 y la gripe que habían sido prometedores, según los resultados de las pruebas con animales. La combinación se realiza entre el SARS-CoV-2 NVX-CoV2373 con su propia formulación contra la influenza NanoFlu.
Un inoculante de ese tipo “ahorrará mucho tiempo y sería mucho más conveniente darla en una sola oportunidad, por lo que es algo que nosotros y los desarrolladores y productores de vacunas estaremos observando”, dijo Duchars a The Telegraph. “Digamos que necesitamos administrar una vacuna estacional, y la gente necesita una vacuna para la gripe, una vacuna para COVID-19 y otra para otra cosa. Si puede ponerlas todas en una, entonces obviamente es preferible”, precisó.
“Sería mucho más práctico hacer solo un pinchazo, así que esa será uno de los aspectos que nosotros y los productores (de vacunas) vamos a estudiar”, resumió.
El VMIC ya se encuentra trabajando para establecer la posibilidad de combinar ambas vacunas contra la influenza y el COVID-19 en una sola inyección para acelerar la vacunación. La inmunización contra el SARS-CoV-2 se está llevando a cabo en forma acelerada en los países centrales, aunque de forma mucho más lenta en naciones de menores recursos.
El cómputo mundial de dosis administradas roza los 4.800 millones de inyecciones, según los datos recogidos por Our World in Data sobre la vacunación en el mundo. Una campaña que avanza en alrededor de 200 territorios y países de todo el planeta. La vacunación está especialmente extendida en la Unión Europea, donde más del 62% población ya cuenta con al menos una dosis. Le sigue América del Norte, donde la primera dosis alcanzó a la mitad de la población a comienzos de agosto. Latinoamérica roza esta cifra a mediados del mes y Asia -que elevó su proporción de vacunados tras una actualización de China a mediados de junio, en la que sumó 622 millones de ciudadanos a su cómputo- se encuentra a más distancia. Mientras tanto, África todavía no ha podido vacunar ni siquiera al 5% de su población, según las cifras de los países que aportan datos.
El VMIC fue creado por varias universidades con apoyo del gobierno del Reino Unido en 2018 y fue planeado para que comenzara a funcionar para la elaboración de vacunas en un plazo de cinco años. Con la llegada de la pandemia se aceleraron los planes y la administración de Boris Johnson duplicó su presupuesto, con fondos por 215 millones de libras (unos 298 millones de dólares) por lo que en la actualidad está a punto de ser puesto en funcionamiento. Combinar las vacunas del COVID-19 con la de la influenza será uno de sus primeros proyectos.
Según datos oficiales, el centro tendrá capacidad para fabricar 70 millones de vacunas en un plazo de cuatro a cinco meses. Duchars dijo que el gobierno planea usar el VMIC a partir del próximo año.
“Para la vacunación de este año y los niveles actuales de dosis, el gobierno tiene todo eso cubierto en términos de lo que necesitan fabricar”, explicó Duchars. “En nuestras discusiones, su plan es utilizar VMIC para la campaña de revacunación en 2022. Eso es en lo que hemos reenfocado nuestros esfuerzos y atención”.
Las vacunas combinadas, o vacunas que protegen contra múltiples enfermedades, ya son comunes. Por ejemplo, la llamada cuarta o quíntuple prevalente, que se aplica en Argentina como parte del plan obligatorio de vacunación entre los 15 y los 18 meses de edad, incluye la difteria, el tétanos, la tos convulsa o coqueluche, la Haemophilus influenzae tipo b (Hib) y la hepatitis b, en el caso de la quíntuple. Lo mismo ocurre con la vacuna MMR ampliamente administrada, que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola.
Las primeras investigaciones en el mismo sentido que realizó Novavax fueron publicadas en el servidor de preimpresión bioRixiv en mayo último y dio cuenta de una “respuesta inmune positiva” tanto contra COVID-19 como contra la gripe cuando se administraba a hurones y hámsteres. Novavax dijo que comenzaría los ensayos clínicos en humanos a finales de este año.
Un mes más tarde, esa compañía estadounidense de biotecnología dio detalles de su estudio al señalar “la seguridad, inmunogenicidad y eficacia del perfil de una vacuna COVID-19 cuando se la coadministra con vacunas contra la influenza estacional”.
“Este es el primer estudio que demuestra esto y los resultados sugieren que la vacunación concomitante puede ser una estrategia de inmunización viable”, destacaron los investigadores en el paper preliminar sujeto a revisión.
En general, la vacuna NVX-CoV2373 de Novavax muestra una eficacia del 89,8% en un estudio de Fase III controlado con placebo en curso. Cuando los investigadores le dieron a un grupo más pequeño de 431 voluntarios del mismo estudio una vacuna contra la influenza al mismo tiempo, la eficacia se redujo levemente al 87,5%.
“Estos resultados demuestran la oportunidad prometedora para la vacunación concomitante, que puede conducir a tasas de vacunación más altas y mayor protección contra ambos virus”, dijo en junio a Medscape el coautor del estudio, Raja Rajaram, MD, líder de asuntos médicos para Europa, Medio Oriente y África en Seqirus, la empresa que suministró las vacunas antigripales para la investigación.
Otros fabricantes de vacunas y servicios de salud, incluida la compañía farmacéutica Sinovac en China y el NHS en el Reino Unido, han realizado ensayos sobre la seguridad y eficacia de administrar COVID-19 y vacunas contra la gripe una tras otra.
Duchars, responsable del VMIC, manifestó que el centro biotecnológico británico, en el que participan la Universidad de Oxford, el Imperial College London y la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, estará en disposición de producir unos 70 millones de dosis de vacunas en un periodo de entre cuatro y cinco meses, una vez esté operativo.
Puntualizó que el Reino Unido ya tiene asegurado el suministro de vacunas para 2021, por lo que la producción que salga del nuevo centro de fabricación no será necesaria hasta el próximo año.
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