A nivel mundial, sólo el 16,1% de la población ha completado el esquema de vacunación contra el COVID-19. El 30,8% accedió al menos a una dosis de la vacuna, según el sitio OurWorldInData. En el Reino Unido, ya se aplicaron 87,2 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19. Cuarenta millones de personas ya están completamente vacunadas. Representan el 60% de la población del país.
Margaret Keenan dijo sentirse como “una privilegiada” entre toda la humanidad. El 8 de diciembre pasado fue la primera persona en Occidente en recibir una vacuna de ARN mensajero como parte de un programa masivo de inmunización, después de que se hicieran los ensayos clínicos con voluntarios. La mujer, de 90 años, accedió al inoculante en el Hospital Universitario de Coventry, y así comenzó un plan de vacunación que ya salvó las vidas de 84.600 personas en el Reino Unido, según informó el organismo oficial Inglaterra Salud Pública, que depende del Departamento de Salud y Atención Social.
Hasta el momento, la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido dio la autorización para uso de emergencia a la vacuna de ARN desarrollada por Pfizer-BioNTech, que fue la que le aplicaron a Keenan. El 30 de diciembre, autorizó una segunda vacuna, la vacuna de la Universidad de Oxford y AstraZeneca, y las vacunaciones comenzaron el 4 de enero de 2021. Se sumó una tercera vacuna, la vacuna desarrollada por la empresa estadounidense Moderna, que fue autorizada el 8 de enero.
El plan de vacunación se puso en marcha, y a la vez se fue desarrollando un modelo de vigilancia de pandemias en tiempo real como colaboración entre el organismo Salud Pública de Inglaterra (PHE por su sigla en inglés) y la Unidad de Bioestadística del MRC de la Universidad de Cambridge. Se fue analizando mes a mes el impacto directo e indirecto del programa de vacunación COVID-19 sobre las infecciones y la mortalidad en el país.
El último reporte informó que las vacunas contra el COVID-19 evitaron más de 23,3 millones de infecciones y 84.600 muertes hasta el 6 de agosto. Se evitaron 67.000 internaciones en hospitales. El total se calculó comparando el impacto estimado de la vacunación sobre la infección y la mortalidad con el peor escenario posible, en el que no se aplicaran vacunas ni intervenciones no farmacéuticas (como el uso del barbijo, el distanciamiento o la ventilación) para reducir las infecciones y la mortalidad.
Tras difundir los últimos resultados del análisis mensual, la doctora Mary Ramsay, jefa de inmunizaciones de PHE dijo: “Estas cifras muestran el notable impacto del programa de vacunas para salvar vidas y reducir la propagación del virus”.
“A medida que han aumentado los casos, se ha puesto de manifiesto la verdadera magnitud de la protección del programa de vacunación. Todas las personas que han acudido a vacunarse han contribuido a este esfuerzo vital”, señaló la doctora Ramsay como una manera de enfatizar la importancia de aceptar y aplicarse las vacunas para que las personas se protejan a sí mismas y a su entorno, y contribuyan a bajar la circulación del coronavirus.
La experta hizo también un llamado a un grupo específico de la sociedad británica: el de los jóvenes menores de 30 años. “Es importante que los menores de 30 años sigan aceptando la oferta de la vacuna. Las tasas de infección son más altas en este grupo de edad y el COVID-19 puede ser grave para algunos”, remarcó Ramsay.
En abril pasado, hubo un repunte de casos de pacientes con el coronavirus por la aparición de la variante de preocupación Delta en el país y porque aún había personas que no habían aceptado la vacuna. El 3 de agosto, el gobierno del Reino Unido informó que ya se registraban menos nuevas infecciones, con una caída del 33% en el número de casos en la última semana de julio respecto a los siete días previos.
Días atrás, el profesor Mark Woolhouse, epidemiólogo de la Universidad de Edimburgo y asesor del gobierno británico, indicó que Reino Unido está “bastante cerca” de alcanzar la inmunidad de rebaño frente al COVID, el umbral de protección colectiva que limita la circulación del virus, pero advirtió que el umbral es móvil y dependiente de múltiples variables.
Consultado en Times Radio, Woolhouse respondió que la meta de la inmunidad de rebaño está próxima a alcanzarse, pero podría no ser suficiente ni definitiva de cara al invierno, cuando podría ocurrir un nuevo rebrote de casos. El investigador resaltó que la población británica adulta ya tiene un alto grado de protección, con casi el 90% vacunada con al menos una dosis, aunque matizó: “Todavía hay alrededor de 8 millones de adultos en el Reino Unido que no han sido vacunados. No sabemos cómo va a cambiar el comportamiento de la gente durante los meses de invierno”.
La cifra de vacunados con al menos una dosis en relación al total de la población roza el 70%, una de las tasas más altas de las principales economías del mundo: Woolhouse advirtió que, ante los rebrotes, el Reino Unido volverá a situarse por debajo de la inmunidad durante los meses de frío, cuando aumentan los encuentros en espacios cerrados. “Sospecho que vamos a estar rebotando a ambos lados del umbral de inmunidad de la manada durante bastantes meses, probablemente durante todo el invierno”, opinó.
Cantar victoria antes de tiempo puede tener consecuencias fatales. En Manaos (Brasil), algunos estudios publicados en septiembre señalaban que más del 70% de la población había sido infectada durante la primera oleada de contagios, por lo que se consideraba que la población estaba protegida. Solo unos meses después, en enero, la nueva ola dejó un fuerte colapso sanitario.
Cuando empezó la campaña de vacunación contra el COVID a nivel mundial, los expertos partieron de la base de que se necesitaba vacunar a un 70% de la población para alcanzar la inmunidad colectiva, pero la aparición de las variantes y su rápida propagación geográfica han forzado a una nueva reflexión al respecto.
Por ejemplo, el sarampión -que es una enfermedad altamente contagiosa que sigue circulando, para la que existe una vacuna desde hace casi seis décadas- se requiere un 95% de cobertura de vacunación anual y es un ejemplo que podría compararse con el del coronavirus, comentó la experta Kate O’Brien, responsable del Departamento de Inmunización de la OMS, quien agregó que “a medida que vemos variantes que son más transmisibles, ello significa que se necesitará una mayor proporción de la población que esté vacunada”.
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