El año pasado los ensayos clínicos demostraron la alta protección que otorgan las vacunas contra el COVID-19 para reducir complicaciones y muertes si las personas se exponen al coronavirus. Con la puesta en marcha de los planes de vacunación en cada país van surgiendo preguntas y se descubren más beneficios. Un estudio científico realizado en Países Bajos se propuso evaluar en el mundo real cuánto bajaba el contagio del coronavirus que causa la enfermedad COVID-19 cuando las personas acceden efectivamente a las dosis para completar el esquema. Encontraron que la vacunación completa no solo da protección a la persona que la recibe sino que también ayuda a prevenir la transmisión entre sus convivientes.
El estudio fue liderado por científicos del Centro para el Control de la Enfermedad Infecciosa, que depende del Instituto Nacional de la Salud Pública y el Ambiente, de Holanda. Antes de llevarlo a cabo, los investigadores consideraron que una cuestión importante a la hora de hacer pronósticos de la pandemia en un futuro próximo y por la necesidad de contar con diferentes medidas de control había que saber hasta qué punto las vacunas reducían la probabilidad de transmisión de los vacunados infectados.
Se basaron en los datos de seguimiento rutinario de los contactos en Holanda, y se buscó estimar la eficacia de la vacuna contra la transmisión y la eficacia de la vacuna contra la infección entre los hogares y otros contactos cercanos de los casos confirmados de infección por el coronavirus entre el 1 de febrero y el 27 de mayo de 2021.
La variante de preocupación Alfa, que había sido detectada en el Reino Unido en octubre del año pasado era la variante dominante en la zona en ese momento. Ahora, en cambio, la variante Delta es la que más predomina en Europa. En julio, Holanda tuvo un repunte de casos y endureció los requisitos para viajeros. Ya el 55,7% de los adultos holandeses están completamente vacunados y el 83,5% ha recibido una dosis.
En Holanda, se han aplicado las vacunas de ARN mensajero de Pfizer/BioNTec y Moderna, la desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca (con vector viral no replicante), y la vacuna de una sola dosis de Johnson & Johnson.
Los científicos encontraron que las tasas de transmisión secundaria se reducen del 31% al 11% si el paciente índice estaba totalmente vacunado, según un estudio publicado en la revista especializada en salud pública Eurosurveillance. “Este hallazgo subraya la importancia de la vacunación completa de los contactos cercanos de las personas vulnerables”, escribieron los investigadores.
Para contestar su pregunta de investigación, los científicos analizaron 113.582 casos índice de adultos y 253.168 contactos cercanos de todas las edades. Aclararon que 5.394 personas entraron en ambas categorías: un contacto cercano también se clasificó como caso índice cuando dio positivo. Menos del 1% (0,5%) de los casos índice estaban totalmente vacunados, mientras que el 1,8% estaban parcialmente vacunados. En el caso de los contactos cercanos, el 2,1% estaban totalmente vacunados y el 1,7% parcialmente vacunados.
La tasa de transmisión a los contactos cercanos fue del 31% para los miembros de la familia expuestos a pacientes índice no vacunados, pero del 11% si el paciente índice estaba totalmente vacunado. Esos porcentajes indican que la eficacia ajustada de la vacuna contra la transmisión es del del 71%.
Se encontraron diferencias en el nivel de contagios y las diferentes vacunas. Por tipo de vacuna, se estimó que la efectividad del inoculante para reducir la transmisión del coronavirus era del 58% para la vacuna de AstraZeneca/Oxford, del 70% para Pfizer/BioNTech, del 88% para Moderna y del 77% para Johnson & Johnson. La vacunación parcial sólo dio lugar a un nivel de efectividad para reducir la transmisión de entre el 15% y el 51%.
En el caso de los contactos cercanos que no eran miembros del hogar, los investigadores afirman que la efectividad de la vacuna para prevenir la transmisión parecía ser del 22%. Lo que sugieren que podría deberse a una clasificación errónea del caso índice. En este aspecto, los investigadores admitieron una limitación del estudio.
“Aunque intentamos minimizar la clasificación errónea de los casos índices y los contactos excluyendo los casos índice infectados en el hogar y los contactos con inicio de síntomas antes o al mismo tiempo que el índice, es plausible que en algunos casos la ruta de transmisión se invirtiera o la transmisión se produjera [a través de] otra fuente (especialmente en el caso de los contactos no domésticos)”, escriben los investigadores, diciendo que esto podría causar una subestimación del nivel de efectividad ajustada de la vacuna para evitar contagios.
Por otra parte, los investigadores señalaron que “dado que nuestro análisis sobre los contactos domésticos se limitó a los casos índice notificados no infectados en el hogar, probablemente la mayoría de estos casos índice buscaron las pruebas porque tenían síntomas. Los casos sintomáticos pueden haber sido clasificados erróneamente como casos índice en un hogar, donde en realidad un miembro asintomático del hogar fue la fuente de transmisión al supuesto caso índice y a un tercer miembro del hogar. Si es más probable que los vacunados sean asintomáticos, esta fuente de clasificación errónea puede dar lugar a una sobreestimación del nivel de efectividad de la vacuna para prevenir la tranmisión”.
En general, los investigadores afirman que la eficacia ajustada de la vacuna para los contactos domésticos totalmente vacunados tras una exposición confirmada fue del 75% y del 79% para otros contactos cercanos.
En junio pasado, hubo un estudio en Israel que también encontró que vacunar a los adultos trae beneficios para los niños. Allí, el lema de la campaña de la vacunación es “Da un hombro” desde el 19 de diciembre pasado. El estudio demostró que al poner el hombro para inmunizarse no sólo se reducen las infecciones de las personas que acceden a las dosis y bajan las muertes sino que también se ayuda a los niños y adolescentes que no habían recibido las vacunas.
El impacto positivo de la vacunación en personas que aún no están inmunizadas fue demostrado a través de un estudio realizado por científicos del Instituto de Tecnología Technion–Israel, el Centro de Innovación e Investigación Maccabi, y la Universidad de Tel Aviv, en Israel, que accedieron a hablar con Infobae. El estudio fue publicado en la revista Nature Medicine del 10 de junio.
“Nuestro estudio demuestra que la vacunación contra el COVID-19 es importante para reducir la transmisión de la enfermedad en la comunidad y que cuantas más personas se vacunen, más se protegerá a las personas no vacunadas”, dijo en junio a Infobae el científico Roy Kishony, quien con su equipo se dedicaba a investigar la evolución microbiana y el problema de la resistencia a los antibióticos antes de la pandemia, y ahora está enfocado en estudiar el impacto de la vacunación contra el coronavirus.
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