Cómo afecta y se contagia el virus de Marburgo, similar al Ébola

Se detectó el primer caso de la infección en África Occidental en un hombre de Guinea que falleció. Se trata de un virus cuyo huésped natural es el murciélago de la fruta. Qué se debe hacer para evitar su propagación

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Una imagen del virus de
Una imagen del virus de Marburgo que fue descripto por primera vez en 1967 (Tom Geisbert, University of Texas Medical Branch)

Por primera vez se detectó un paciente con el virus de Marburgo en África Occidental, y ya hizo saltar el alerta para evitar su propagación hacia otras zonas. El paciente con la enfermedad murió en Guinea, y las autoridades sanitarias buscan difundir las medidas de prevención para que la infección no se propague. La infección por el virus de Marburgo es parecida a la enfermedad por el virus del Ébola. Fue descripta en 1967. Su agente es un virus que estaba en los murciélagos de la fruta. Si la persona se recupera, el virus puede quedar en los ojos y en el semen, y puede ser transmitida a otros.

La muerte del hombre con el virus de Marburgo activó un sistema de vigilancia en Guinea. La directora de la OMS para la región de África, la doctora Matshidiso Moeti, dijo que el virus tenía el potencial de “extenderse”. Pero reconoció “el alerta y la rápida acción de los trabajadores sanitarios de Guinea”.

Se tomaron muestras del paciente que residía en Gueckedou, una localidad que se encuentra ubicada al sur de Guinea, cerca de la frontera con Liberia y Sierra Leona. La detección del caso se produjo menos de dos meses después de que Guinea declarara el fin de su brote más reciente de Ébola.

Los huéspedes naturales del virus de Marburgo son los murciélagos de la fruta Rousettus aegyptiacus. Los murciélagos no padecen enfermedad detectable. En consecuencia, la distribución geográfica del virus de Marburgo podría coincidir con la de los murciélagos Rousettus, según la Organización Mundial de la Salud. También el virus puede estar presentes en monos.

Los huéspedes naturales del virus
Los huéspedes naturales del virus de Marburgo son los murciélagos de la fruta Rousettus aegyptiacus (Dr. Jonathan Towner, CDC/EE.UU)

El virus de Marburgo se identificó por primera vez en 1967, cuando 31 personas se enfermaron en Alemania y Yugoslavia en un brote a partir de los monos que se habían importado desde Uganda. Eran monos verdes africanos (Cercopithecus aethiops) que habían sido importados desde Uganda y fueron la fuente del primer brote de Marburgo. Como los casos se diagnosticaron en la ciudad de Marburgo, en Alemania, le pusieron ese nombre a la infección.

Desde entonces, el virus ha aparecido esporádicamente, con solo una docena de brotes registrados. Muchos de ellos involucraron solo un caso diagnosticado. El virus se puede transmitir de persona a persona a través del contacto directo con los fluidos corporales de personas infectadas o superficies y materiales contaminados. El periodo de incubación (intervalo desde la infección hasta la aparición de los síntomas) varía de 2 a 21 días.

Aún no existen vacunas ni tratamientos antivirales específicos contra el virus de Marburgo. Pero existen tratamientos para síntomas que causa la enfermedad que pueden mejorar las posibilidades de supervivencia de los pacientes. Los cuidados de apoyo tempranos con rehidratación y el tratamiento sintomático mejoran la supervivencia de los pacientes. Todavía no hay ningún tratamiento autorizado que neutralice el virus, pero se están desarrollando una serie de productos sanguíneos, terapias inmunológicas y farmacoterapias.

Las tasas de letalidad de la infección por el virus de Marburgo han variado del 24% al 88% en brotes anteriores, dependiendo de la cepa del virus y el manejo de los casos, señaló el comunicado que emitió la OMS a raíz del fallecimiento del hombre en Guinea. “En África, se han informado brotes anteriores y casos esporádicos en Angola, la República Democrática del Congo, Kenya, Sudáfrica y Uganda”, detalló.

El virus de Marburgo causa síntomas similares a los del Ébola: comienza con fiebre y debilidad y, a menudo, se desarrollan hemorragias internas o externas e insuficiencia orgánica. Hasta el momento, se sabe que el virus de Marburgo se propaga por transmisión de persona a persona a través del contacto directo (a través de la piel o las membranas mucosas rotas) con la sangre, las secreciones, los órganos u otros fluidos corporales de personas infectadas, y con superficies y materiales (por ejemplo, ropa de cama, ropa) contaminados con estos fluidos.

El personal sanitario se ha infectado con frecuencia al tratar a pacientes con sospecha del virus de Marburgo o con diagnóstico confirmado. Ocurrió a través del contacto cercano con los pacientes cuando no se practican estrictamente las precauciones de control de la infección. “La transmisión a través de equipos de inyección contaminados o a través de heridas por pinchazos de aguja se asocia con una enfermedad más grave, un rápido deterioro y, posiblemente, una mayor tasa de mortalidad”, advirtió la agencia sanitaria de Naciones Unidas.

También hay prácticas sociales que pueden contribuir al contagio del Marburgo: las ceremonias de entierro que implican un contacto directo con el cuerpo del fallecido. Las personas siguen siendo infecciosas mientras su sangre contenga el virus.

Para reducir el riesgo de propagación del virus Marburgo, según la OMS se debe reducir el riesgo de transmisión de murciélago a los seres humanos. “Durante las actividades de trabajo o investigación o las visitas turísticas en minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos de la fruta, las personas deben llevar guantes y otras prendas de protección adecuadas (incluidas máscaras). Durante los brotes, todos los productos animales (sangre y carne) deben cocinarse a fondo antes de su consumo”, enfatizaron.

Como ocurre con el coronavirus que causa el COVID-19, también debe evitarse el contacto físico estrecho con pacientes con la infección de Marburgo. “Se deben usar guantes y equipos de protección personal adecuados cuando se atienda a los pacientes enfermos en casa. Hay que lavarse las manos con regularidad después de visitar a familiares enfermos en el hospital, así como después de atender a pacientes enfermos en casa”, remarcaron.

En 2005 hubo un brote
En 2005 hubo un brote por el virus de Marburgo en Angola. El personal de salud debe seguir recomendaciones específicas para no contagiarse/Archivo

Las medidas de contención del brote también incluyen el entierro rápido, seguro y digno de los fallecidos, la identificación de las personas que puedan haber estado en contacto con alguien infectado por el virus de Marburgo y el seguimiento de su salud durante 21 días, la separación de los sanos de los enfermos para evitar una mayor propagación y la prestación de atención al paciente confirmado y el mantenimiento de una buena higiene y un entorno limpio.

El virus de Marburgo se puede transmitir por relaciones sexuales también. En base al análisis de las investigaciones en curso, la OMS recomendó que los varones sobrevivientes de la enfermedad por el virus de Marburgo deben practicar el sexo seguro y la higiene durante 12 meses desde el inicio de los síntomas o hasta que su semen resulte dos veces negativo para la infección. “Debe evitarse el contacto con fluidos corporales y se recomienda lavarse con agua y jabón. La OMS no recomienda el aislamiento de los pacientes convalecientes de sexo masculino o femenino cuya sangre haya dado negativo para el virus de Marburgo”, aclararon.

Se sabe que el virus de Marburgo persiste en algunas partes del cuerpo de algunas personas que se han recuperado de la enfermedad por el virus de Marburgo. Estos lugares incluyen los testículos y el interior del ojo. En las mujeres infectadas durante el embarazo, el virus persiste en la placenta, el líquido amniótico y el feto. En las mujeres que se han infectado durante la lactancia, el virus puede persistir en la leche materna.

La detección del caso de
La detección del caso de Marburgo se produjo menos de dos meses después de que Guinea declarara el fin de su brote más reciente de Ébola en 2021. Se buscan los contactos estrechos del paciente fallecido/ REUTERS/Goran Tomasevic/Archivo

La recaída, es decir, la enfermedad sintomática en ausencia de reinfección en alguien que se ha recuperado de la enfermedad por el virus Marburgo es un acontecimiento raro, pero se ha documentado.

En Guinea, se intenta detener una potencial propagación tras el caso del paciente que falleció. El lunes, las autoridades de salud intentaron encontrar personas que hayan tenido contacto con el paciente y lanzaron una campaña de educación pública para ayudar a frenar la propagación de la infección. Un equipo inicial de 10 expertos de la OMS está sobre el terreno para investigar el caso y apoyar la respuesta a la emergencia en Guinea.

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