La continua propagación del virus del SARS-CoV-2 ha dado lugar a un alfabeto griego de variantes, un sistema de denominación utilizado por la Organización Mundial de la Salud para rastrear las nuevas mutaciones del virus que causa el COVID-19.
Algunas han dotado al virus de mejores formas de infectar a los humanos o de evadir la protección de las vacunas.
Los científicos siguen centrados en Delta, que es la variante dominante que está aumentando rápidamente en todo el mundo, pero están rastreando otras que podrían ocupar su lugar algún día.
Alerta Delta
La variante Delta, detectada por primera vez en la India, sigue siendo la más preocupante. Está afectando a poblaciones no vacunadas en muchos países y ha demostrado ser capaz de infectar a una mayor proporción de personas vacunadas que sus predecesoras.
La OMS clasifica a Delta como una variante de preocupación, lo que significa que ha demostrado ser capaz de aumentar la transmisibilidad, causar una enfermedad más grave o reducir el beneficio de las vacunas y los tratamientos.
Según Shane Crotty, virólogo del Instituto de Inmunología de La Jolla, en San Diego, el “superpoder” de Delta es su transmisibilidad. Los investigadores chinos descubrieron que las personas infectadas con Delta transportan 1.260 veces más virus en sus narices en comparación con la versión original del coronavirus.
Algunas investigaciones estadounidenses sugieren que la “carga viral” de las personas vacunadas que se infectan con Delta está a la par con las que no están vacunadas, pero se necesita más investigación.
Mientras que el coronavirus original tardaba hasta siete días en causar síntomas, el Delta puede hacerlo dos o tres días antes, lo que da al sistema inmunitario menos tiempo para responder y montar una defensa.
Delta también parece estar mutando aún más, con la aparición de informes sobre una variante “Delta Plus”, un sub linaje que lleva una mutación adicional que ha demostrado evadir la protección inmunitaria.
La India incluyó a Delta Plus como variante de preocupación en junio, pero ni los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ni la OMS lo han hecho todavía.
Según Outbreak.info, una base de datos de COVID-19 de código abierto, Delta Plus se ha detectado en al menos 32 países. Los expertos afirman que aún no está claro si es más peligroso.
Infografía: Marcelo Regalado
Lambda: ¿En declive?
La variante Lambda ha llamado la atención como una nueva amenaza potencial. Pero esta versión del coronavirus, identificada por primera vez en Perú en diciembre, podría estar retrocediendo, según precisaron varios expertos en enfermedades infecciosas.
La OMS clasifica a Lambda como una variante de interés, lo que significa que lleva mutaciones sospechosas de causar un cambio en la transmisibilidad o de provocar una enfermedad más grave, pero todavía se está investigando. Los estudios de laboratorio muestran que tiene mutaciones que resisten a los anticuerpos inducidos por las vacunas.
El prestigioso cardiólogo estadounidense Eric Topol, profesor de medicina molecular y director del Scripps Research Translational Institute de La Jolla (California), afirmó que el porcentaje de nuevos casos de Lambda notificados a GISAID, una base de datos que hace un seguimiento de las variantes del SARS-CoV-2, ha ido disminuyendo, lo que indica que la variante está retrocediendo.
En una llamada reciente con los CDC, los expertos en la enfermedad dijeron que Lambda no parecía estar causando un aumento de la transmisibilidad, y las vacunas parecen estar resistiendo bien contra ella, dijo el doctor William Schaffner, un experto en enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt que asistió a la discusión.
B.1.621, una de las que hay que vigilar
La variante B.1.621, que surgió por primera vez en Colombia en enero, donde causó un importante brote, aún no se ha ganado una letra en el alfabeto griego.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades la ha catalogado como una variante de interés, mientras que el Ministerio de Sanidad de Inglaterra describe la B.1.621 como una variante en fase de investigación. Lleva varias mutaciones clave, como E484K, N501Y y D614G, que se han relacionado con una mayor transmisibilidad y una menor protección inmunitaria.
Hasta ahora, se han producido 37 casos probables y confirmados en el Reino Unido, según un reciente informe del gobierno, y la variante se ha identificado en varios pacientes de Florida.
¿Hay más en camino?
El doctor Anthony Fauci, principal asesor médico de la Casa Blanca, advirtió recientemente que “Estados Unidos podría estar en problemas a menos que más ciudadanos se vacunen, ya que un gran grupo de personas sin inmunizarse da al virus más oportunidades de propagarse y mutar en nuevas variantes”.
Los defensores de una mayor distribución internacional de dosis de vacunas por parte de los países ricos afirman que podría ocurrir lo mismo, ya que las variantes surgen sin control entre las poblaciones de las naciones pobres, donde muy pocas personas han sido inoculadas.
Aun así, una cuestión clave es que las vacunas actuales bloquean la enfermedad grave pero no evitan la infección, dijo el doctor Gregory Poland, científico especializado en vacunas de la Clínica Mayo. Esto se debe a que el virus sigue siendo capaz de replicarse en la nariz, incluso entre las personas vacunadas, que pueden transmitir la enfermedad a través de pequeñas gotas de aerosol.
Para derrotar al SARS-CoV-2, dijo, probablemente se necesitará una nueva generación de vacunas que también bloqueen la transmisión. Hasta entonces, el mundo seguirá siendo vulnerable a la aparición de nuevas variantes de coronavirus, según Poland y otros expertos.
Con información de Reuters
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