Las vacunas contra el COVID-19 que están autorizadas para el uso de la emergencia durante la pandemia brindan una alta protección para reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad grave y de morir. Si bien es muy poco frecuente, existe la posibilidad de que las personas ya inmunizadas completamente se contagien el coronavirus. Pero la mayoría de los vacunados que adquieren la infección desarrollan cuadros leves, que pueden ser confundidos con un resfrío común, según advierten expertos de sociedades médicas de la Argentina, en diálogo con Infobae.
“La vacunación contra el COVID-19 previene principalmente los casos graves y la mortalidad. Pero algunas personas pueden estar ya inmunizadas y contagiarse igual el coronavirus. A veces, ni se dan cuenta porque la infección se cursa de manera asintomática. En otros casos, se pueden dar cuadros leves que pueden confundirse con resfríos comunes”, dijo a Infobae la doctora Laura Pulido, coordinadora de enfermedades infecciosas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y especialista del Sanatorio Delta de la ciudad de Rosario.
Los casos de contagios en personas ya vacunadas son poco frecuentes. “En este momento de la pandemia, el COVID-19 en vacunados podría confundirse con resfríos, dolor de garganta y rinitis alérgica. Entre los síntomas, se pueden mencionar la tos, y las secreciones nasales”, detalló la doctora Pulido. “Si una persona vacunada tiene síntomas similares a un resfrío, debería hacer una consulta médica y autoaislarse en la casa. Si después de 48 horas los síntomas continúan, debería hacerse un hisopado para detectar si tiene COVID-19″, recomendó la especialista.
“Es importante transmitir a todas las personas que la vacuna no previene el contagio totalmente. Es por eso que a pesar de estar vacunado uno tiene que seguir respetando las medidas de distanciamiento y usar el barbijo o mascarilla. Ante la presencia de síntomas respiratorios, por más que sean leves, deben realizar la consulta y si el médico lo considera, se realizará el hisopado. Lo importante es no estar circulando o teniendo contacto con otras personas cuando se posee algún síntoma, ya se tenga o no la vacuna”, dijo a Infobae Andrés Espejo, profesional del Servicio de Clínica Médica del Hospital Universitario Austral
El 16,4% de la población de Argentina completó el esquema de vacunación, según el Monitor Público de Vacunación del Ministerio de Salud de la Nación. El 56% de la población recibió al menos una dosis. Como las personas inmunizadas no están exentas de infectarse con el nuevo coronavirus, desde la Sociedad Argentina de Infectología se recomendó que sigan con los cuidados de prevención que ya han demostrado ser efectivos para reducir el riesgo de contagio del coronavirus.
“Es muy probable que la transmisión viral se vea reducida por la vacunación, pero la infección puede suceder igualmente. Por eso los cuidados de las personas ya vacunadas con las dos dosis tienen que continuar”, informó a Infobae la doctora Leda Guzzi, integrante de la comisión de Comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología y médica infectóloga de la Clínica Olivos y del Hospital Santa Rosa del partido de Vicente López.
De acuerdo con la doctora Guzzi, “todas las personas con las vacunas tienen que seguir con el uso adecuado del barbijo desde la nariz al mentón, evitar las reuniones sociales en ambientes cerrados con no convivientes, y realizar una ventilación cruzada y permanente”.
Si las personas que ya recibieron las dos dosis de las vacunas quedan expuestas a una situación de riesgo de infección por haber compartido un momento con casos confirmados de COVID-19, pasan a considerarse “contactos estrechos”, explicó Guzzi. De acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación de Argentina, los contactos estrechos de un caso sospechoso o confirmado de COVID-19, deben guardar aislamiento durante 10 días, incluso si las personas están vacunadas ya sean convivientes o no”. Para considerarse contacto estrecho, se deben dar las siguientes condiciones a la vez: que dentro de las 48 horas previas al inicio de los síntomas, la o las personas hayan estado por más de 15 minutos a menos de 1,5 metros de distancia.
En los Estados Unidos, un análisis de datos reciente reveló que menos del 1% de las personas que habían completado el esquema de vacunación contra el COVID-19 y se contagiaron experimentaron una infección importante. Fue a partir de una análisis de la Kaiser Family Foundation (KFF) en base a los datos oficiales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.
Los resultados del análisis demostraron que la protección que brindan las vacunas a las personas que acceden a la aplicación del esquema completo es muy alta para reducir el riesgo de complicaciones y muertes si se contagian el coronavirus. Según los últimos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), menos del 0,004% de las personas que habían sido vacunadas por completo contra el COVID-19 desarrollaron una infección grave que resultó en hospitalización. En cambio, la mayoría de los casos graves de COVID-19 que hoy se siguen registrando en los Estados Unidos se dan entre personas que aún no han sido vacunadas.
Además, los resultados del análisis revelaron que menos del 0,001% de los que estaban completamente vacunados murieron a causa de la enfermedad. Es decir, hubo aproximadamente 6.600 casos graves entre las más de 163 millones de personas completamente vacunadas. En realidad, las infecciones de cualquier tipo por COVID-19 en personas ya vacunadas también son extremadamente poco frecuentes. Aproximadamente la mitad de los estados informan datos sobre brotes de COVID-19. Y en cada uno de esos estados, menos del 1% de las personas completamente vacunadas tuvieron una infección avanzada que van desde el 0,01% en Connecticut al 0,9% en Oklahoma.
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