A medida que la variante Delta se expande por el mundo “cómo un incendio forestal”, pasando a ser la dominante en una gran cantidad de países, la lupa de los científicos se posiciona cada vez más en esta preocupante versión del SARS-CoV-2.
Con la información que dispone la ciencia hoy en día, se sabe que la contagiosidad, transmisibilidad, el aumento en el número de las hospitalizaciones, la incidencia en la eficacia de las vacunas, sus síntomas y mortalidad son los seis aspectos más destacados a conocer en relación a esta forma del COVID-19 detectada por primera vez en la India a fines del año 2020.
Estudios realizados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los EE. UU. (CDC, por sus siglas en inglés) ratificaron la alta contagiosidad de la mutación que se está expandiendo rápidamente por el mundo, pero también aseguraron que el 99,99% de los vacunados con el esquema completo evita la hospitalización y la muerte.
Consultada por Infobae, Laura Palermo, doctora en virología, especialista en la historia de las enfermedades y profesora en el Hunter College de Nueva York, se refirió a los puntos más sobresalientes de la variante Delta: “se transmite más fácilmente que otras variantes, es más contagiosa. Fue identificada en diciembre del 2020 en la India y rápidamente se transformó en la dominante tanto en ese territorio como en el Reino Unido. Para fines de julio de 2021, el 80% de los casos en los Estados Unidos ya eran causados por Delta”.
“En una población donde nadie está vacunado ni tampoco usan barbijo, se estima que una persona infectada con la variante original del coronavirus infecta a alrededor de dos personas y media. En las mismas condiciones, un contagiado con la variante Delta infecta desde tres personas y media a cuatro”, ejemplificó la viróloga, quien añadió que “en los Estados Unidos, hoy por hoy, la mayoría de los nuevos casos ocurren en pacientes no vacunados, pero existe un número muy menor de infecciones que suceden en pacientes completamente inoculados, cuadros denominados “Breakthrough Cases”, por su nombre en inglés, los cuales refieren a los casos en los que la persona vacunada que se infecta con la variante Delta transmite el virus en grandes cantidades, aún cuando el paciente es asintomático”.
En diálogo con Infobae, el epidemiólogo y profesor de la Universidad Nacional de Córdoba Hugo Pizzi resaltó: “La variante Delta ya fue advertida por el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los NIH estadounidenses doctor Anthony Fauci, hace seis meses, quien alertó que el grado de contagiosidad que tenía en Estados Unidos y en Europa era similar a la varicela y al sarampión, que en general en la historia de la medicina han sido las patologías con más amplia difusibilidad”.
“Esta cepa se acantona en nariz y boca mil veces más que el resto de las variantes que conocemos, a tal punto de que hablando, una persona infectada con Delta, sin elevar el tono de voz, puede contaminar en 35, 45 segundos a otros. Esto la diferencia ampliamente del resto, que necesitaban de un lugar cerrado y por lo menos 15 a 20 minutos de contacto, por lo tanto hay que cuidarse mucho más”, alertó Pizzi.
Según el epidemiólogo, “en relación a la mortalidad, no hemos podido argumentar hasta hoy su letalidad, ya que aparentemente no sería tan mortal como las otras variantes, aunque de todos modos al ser tan difusible, arrastra a infinidad de personas que pueden tener comorbilidades, no estar vacunadas, ser cardiópatas, y lógicamente son frágiles ante el avance de Delta y la prueba evidente es el caso cero de Córdoba, quien causó la bomba epidemiológica y está ahora con una neumonía bilateral”.
De acuerdo a Laura Palermo, “otro aspecto a considerar es que si bien todo aquel que no está vacunado es susceptible a cualquier variante del nuevo coronavirus, lo que se observa ahora es que la variante Delta parecería afectar a la población pediátrica más que otras variantes y también se transmite con mucha facilidad y en áreas con tasas de vacunación muy bajas puede producir un alto número de casos muy rápidamente, lo que se traduce en un colapso del sistema de salud y eso implica una tasa de mortalidad más alta”.
En relación a los síntomas, advirtió Palermo, “por ahora se observa que la pérdida de olfato y tos son menos frecuentes en pacientes que se infectan con la variante Delta. En el Reino Unido, donde el 90% de los contagios son producto de este subtipo del SARS-CoV-2, lo que se ve es que los síntomas más comunes son el dolor de cabeza, dolor de garganta, congestión nasal y fiebre”.
¿Qué sucede con la eficacia de las vacunas? “En términos de eficacia, la de Pfizer BioNTech y la de AstraZeneca/Oxford se ven reducidas un 6% ante la variante Delta, comparadas con la Alpha, originada en el Reino Unido. Delta escapa parcialmente el efecto neutralizante de anticuerpos contra el virus y tal vez en un futuro se recomiende un tercer refuerzo, que por el momento no está aconsejado”, resumió la especialista en enfermedades infectocontagiosas y la historia de las afecciones.
“Sobre los vacunados con esquema completo, yo diría que están sólidos. No van a hacer cuadros graves de la enfermedad ni van a morir por COVID-19”, aseveró a Infobae Hugo Pizzi.
Laura Palermo, reconocida científica argentina, vive y da clases en Nueva York hace 15 años. Le tocó vivir en primera persona y desde la primera línea de batalla la lucha contra el coronavirus en uno de los lugares más afectados duramente por el virus. Casi un año y medio después de aquel primer gran colapso en la ciudad más poblada de los Estados Unidos con más de 8,3 millones de habitantes, se enfrenta a una nueva crisis, esta vez debido a Delta: “Para hablar de la ciudad de Nueva York, los CDC dijeron en julio que recomendaban que tanto vacunados como no inoculados utilicen barbijos en público, en áreas con alta transmisión del virus, para prevenir la transmisión de esta variantes y proteger a aquellos que no recibieron ninguna dosis, a los que tienen un sistema inmunológico disminuido y a los de alto riesgo”.
“En la ciudad de Nueva York el número de casos viene aumentando rápidamente. Un 60% de la población está totalmente vacunada, lo que implica alrededor de 5 millones de personas. Pero existe un 40% que todavía no recibió ningun inoculante, es un número muy grande, personas que son susceptibles a este virus. Se estima que 1 millón 600 mil neoyorquinos entre 18 y 40 años siguen sin vacunarse y se observa un aumento muy rápido del número diario de nuevos contagiados, este domingo se reportaron 1.200 casos nuevos en la ciudad, 6 veces más que en junio, y es por esto que Nueva York es considerado un lugar de alta transmisión”, alertó la profesora del Hunter College a Infobae.
Incluso el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, recomendó este lunes a todos los habitantes, vacunados y no vacunados, a usar barbijos o tapabocas en todo ámbito cerrado. “Es una recomendación que se agrega a un mandato que sigue vigente y es usar mascarilla en escuelas, hospitales y transporte público”, especificó Laura Palermo a este medio.
Mirna Biglione, investigadora en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS), que depende la Universidad de Buenos Aires y el CONICET, y miembro de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica dio su visión a Infobae: “El SARS-CoV-2 vuelve a camuflarse y nos enfrenta con una nueva variante de preocupación, Delta (linaje B.1.627.2), inicialmente detectada en India. Es mucho más transmisible (hasta 50% más contagiosa que Alpha); la carga viral es mayor que en las variantes originales, lo que implica que puede reproducirse más rápidamente y ser más contagiosa en los primeros días de la infección. Por otro lado, hay evidencia que produce una reducción en la actividad neutralizante de anticuerpos monoclonales, plasma de convalecientes y vacunas”.
¿Entonces, por qué nuevamente una nueva ola sorprendió al mundo? “Si bien la vacunación frente a la variante Delta protege contra COVID severa, ésta podría causar una disminución para prevenir la infección y la enfermedad sintomática. Recientemente, el Ministerio de Israel comunicó que la eficiencia para evitar la infección (contagio) por la vacuna Pfizer disminuyó a 33% pero que no se redujo para enfermedad severa en las personas vacunadas recientemente con dos dosis y que la misma solo disminuyó a 86% para los vacunados en enero. Sin embargo, una mayor transmisibilidad (contagio) del virus entre personas aún no vacunadas representa una preocupación, algo menor en aquellas con esquemas incompletos pero que podría representar un mayor riesgo de hospitalización (tenemos que recordar que algunos casos de neumonía por COVID moderada requieren de oxígeno e internación, aunque no implique una admisión en Unidades de Terapia Intensiva (UTI)”, precisó Biglione, consultada por Infobae.
“Entonces, aunque la variante Delta no sea más letal que otras variantes de preocupación, nuevamente, países con una parte de la comunidad vacunada, están viviendo su impacto por la alta propagación del virus. ¿Cuál es nuestra realidad en la Argentina? La OMS alertó que la variante Delta -que representa más de tres cuartas partes de los nuevos casos de COVID en muchos países- predominará en los próximos meses. El virus no sabe de fronteras, menos para uno que se propagó fugazmente en más de 120 países; y es probable que nos enfrentemos nuevamente a lo que sucedió con Gamma (de Manaos). Delta entró, y al comenzar a circular impactará más desfavorablemente, con mayor riesgo de hospitalización, en aquellos individuos que no se han vacunado o no tienen su esquema completo y en una minoría aún con las dos dosis aplicadas (no existe una vacuna con 100% de efectividad si bien la mayoría son altamente eficaces). Y si el acecho de la tercera ola se hace realidad corremos el riesgo de una nueva saturación del sistema de salud, cuyos protagonistas no han bajado los brazos ante la demanda y cansancio constante. Sin que sea menos preocupante el impacto en la economía y aspecto psicosocial de la comunidad si se vuelve a etapas de mayores restricciones”, reflexionó.
De todos modos, rescató Biglione, “contamos con vacunas que protegen de severidad y esa es la estrategia que necesitamos, acelerar la vacunación respetando las prioridades establecidas y por supuesto, contar con la responsabilidad de todos, y seguir respetando las medidas de prevención. Para ello, la comunicación efectiva que implica claridad, constancia y un llamado a no bajar los brazos sigue siendo indispensable”.
“Sabemos que este leve escape a la protección de las vacunas no significa necesariamente que no proteja contra COVID severa, pero al ser mucho más contagiosa, más personas pueden infectarse y cursar con síntomas (en Reino Unido la variante británica fue desplazada rápida y contundentemente: el 90% de los británicos se contagiaron con Delta en la última ola). La severidad a la vez, dependerá de diferentes factores, del porcentaje de eficacia perdido, de las comorbilidades que presente el paciente, del estado de inmunidad (que esté o no inmunosuprimido, personas trasplantadas o bajo quimioterapia)”, apuntó la investigadora a este medio.
Delta es una de las variantes de preocupación catalogadas por la Organización Mundial de la Salud y está presente hoy en 124 países. Es hoy uno de los ítems que más preocupan a la comunidad científica y a la población mundial. La cepa ya es dominante en Europa y EEUU y ahora hay preocupación en la región de Latinoamérica. En Brasil se confirmó la semana pasada que ya es de circulación comunitaria y en Paraguay, hay sospechas que de momento a otro también lo será.
Esto pone en alerta a Argentina por tratarse de una región fronteriza. En las últimas horas la ministra de Salud, Carla Vizzotti, le presentó un informe al presidente Alberto Fernández en el que detalla que ya existe circulación comunitaria de la variante Delta precisamente, en Paraguay y que ese aumento de los contagios podría cruzar la frontera y llegar a la Argentina durante el próximo mes. Ya se registraron casos en ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Córdoba y Salta. Hay en total 89 casos confirmados en cuatro distritos.
Infografía: Marcelo Regalado (Vacunas vs variantes: qué tan efectivo resulta cada inoculante ante el abanico de cepas del COVID-19)
Ante el riesgo de contagiarse con Delta, Elena Obieta, médica infectóloga, jefa del Servicio de Enfermedades transmisibles y emergentes de la Municipalidad de San Isidro y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, comentó en las últimas horas a Infobae: “Hoy es fundamental que la gente se vacune completamente contra el COVID-19 porque la variante Delta es más transmisible. Si se vuelven a producir más casos de Covid-19, también habrá más pacientes hospitalizados y más tensión en el sistema de salud. Hay que alcanzar como mínimo el 70% de la población completamente vacunada cuanto antes. Así se empezaría a lograr la inmunidad de rebaño para llegar después a cerrarle las puertas al virus”.
“La eficacia de las vacunas contra el COVID-19 cuando aún no se han recibido las dosis es menor. Para evitar las formas graves y la mortalidad, la población debe acceder a completar el esquema para conseguir una alta protección contra Delta”, concluyó la doctora Obieta.
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