El Instituto Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión directa, desarrollador y promotor financiero respectivamente de la vacuna contra el COVID-19 Sputnik V, difundieron hoy los resultados de un estudio realizado en Argentina por investigadores del CONICET que demostró la fuerte respuesta inmune que genera una sola dosis de ese inoculante. La investigación argentina fue destacada en una publicación de la cuenta oficial de Sputnik V en Twitter, controlada por ambas instituciones de ese país, días después de su presentación en la revista científica Cell Reports Medicine, el pasado 9 de julio.
“Una sola dosis de Sputnik V desencadena fuertes respuestas de anticuerpos -estudio argentino-. Dentro de las 3 semanas posteriores a recibir la primera dosis, el 94% de los participantes del estudio desarrolló anticuerpos IgG y el 90% mostró evidencia de anticuerpos neutralizantes”, publicó la cuenta Sputnik V, y sumó el artículo de la revista de ciencia SciTech Daily donde se dan detalles del estudio.
Sputnik V fue la primera vacuna contra el COVID-19 registrada en el mundo. Fue desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya y registrada en Rusia el 11 de agosto de 2020. Está hecha con vectores adenovirales humanos del que han sido desactivados sus genes reproductivos. Ya está autorizada en 69 países, incluyendo la Argentina.
La autora principal de la investigación, Andrea Gamarnik, de la Fundación Instituto Leloir-Conicet, explicó tras conocerse en Argentina la investigación que “debido al suministro limitado de vacunas y la distribución desigual en muchas regiones del mundo, las autoridades de salud necesitan con urgencia datos sobre la respuesta inmune a las vacunas para optimizar las estrategias de vacunación”.
“Los datos revisados por pares que presentamos brindan información para orientar las decisiones de salud pública a la luz de la actual emergencia de salud mundial”, agregó.
Investigaciones anteriores habían revelado que dos dosis de Sputnik V dan como resultado un 92% de eficacia contra el COVID-19, pero el estudio comandado por Gamarnik aportó información importante sobre los resultados con una sola dosis.
Argentina es uno de los 69 países que acordaron con Rusia la adopción de su vacuna cuyo esquema completo requiere dos dosis. La escasez de la segunda dosis, de un componente diferente a la primera, puso de relevancia investigaciones como la realizada en Argentina, que evaluó los resultados de la aplicación de la primera inyección.
Según publicó la revista científica SciTech Daily, la vacuna AstraZeneca muestra una eficacia del 76% después de una dosis única, y las vacunas Moderna y Pfizer pueden inducir suficiente inmunidad en individuos previamente infectados después de una dosis, sin beneficio aparente de una dosis adicional.
En el estudio que el equipo argentino publicó en Cell Reports Medicine, se compararon los efectos de una y dos inyecciones de Sputnik V en las respuestas de anticuerpos específicos del SARS-CoV-2 en 289 trabajadores de la salud de Argentina. Tres semanas después de la segunda dosis, todos los voluntarios sin infección previa generaron anticuerpos de inmunoglobulina G (IgG) específicos del virus, el tipo de anticuerpo más común que se encuentra en la sangre.
Pero incluso dentro de las tres semanas posteriores a la recepción de la primera dosis, el 94% de estos participantes desarrollaron anticuerpos IgG contra el virus y el 90% mostró evidencia de anticuerpos neutralizantes, que interfieren con la capacidad de los virus para infectar células.
Los resultados adicionales mostraron que los niveles de IgG y de anticuerpos neutralizantes en participantes previamente infectados fueron significativamente más altos después de una dosis que aquellos en voluntarios completamente vacunados sin antecedentes de infección. Una segunda dosis no aumentó la producción de anticuerpos neutralizantes en voluntarios previamente infectados.
“Esto resalta la sólida respuesta a la vacunación de individuos previamente infectados, lo que sugiere que la inmunidad adquirida naturalmente podría mejorarse suficientemente con una sola dosis, de acuerdo con estudios recientes que utilizan vacunas de ARN mensajero”, como las de Pfizer y Moderna, manifestó Gamarnik.
Aún no se han realizado estudios suficientes como para evaluar la duración de la respuesta inmune y cómo los niveles de anticuerpos se relacionan con la protección de la vacuna contra COVID-19. “La evidencia basada en información cuantitativa guiará las estrategias de implementación de vacunas frente a la restricción del suministro de vacunas en todo el mundo”, dijo Gamarnik.
Ayer se conocieron los resultados de otro estudio que realizaron en colaboración científicos del Instituto ANLIS/Malbrán de la Argentina y de EEUU para evaluar cuál es la protección de Sputnik V cuando las personas quedan expuestas a las nuevas variantes del coronavirus.
El trabajo se hizo con muestras de suero de 12 personas de la Argentina que habían recibido dos dosis de la vacuna Sputnik V, según informó en la revista Nature Communications el equipo, integrado por la científica argentina Claudia Perandones -del ANLIS/Malbrán, que depende del Ministerio de Salud de la Nación-, Benhur Lee y Jeremy Kamil, quienes trabajan en el Deparatmento de Microbiologia de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, Nueva York, Estados Unidos.
Descubrieron que los sueros mostraban una neutralización eficaz contra la variante Alfa. Los sueros mostraron una actividad moderadamente reducida contra la mutación E484K sola y una actividad notablemente reducida contra la variante Beta. Al extrapolar a la fuerza del suero completo, sólo una de las muestras mostró una neutralización efectiva contra la variante Beta.
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