Desde el inicio de la vacunación contra el COVID-19 en el mundo, a fines de 2020, se conocieron casos de personas que presentaron reacciones alérgicas tras la primera aplicación. Si bien en algunos casos revistieron gravedad, los especialistas afirmaron desde el comienzo que se trataba de hechos aislados. Un nuevo estudio publicado en JAMA Internal Medicine demostró que es seguro recibir la segunda dosis para quienes padecieron algún tipo de complicación en ese sentido, incluso con cuadros de reacciones anafilácticas.
Durante la investigación realizada por un equipo del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt encabezado por Matthew Krantz se analizó a 189 pacientes que habían sufrido reacciones alérgicas con la primera de la dosis de las vacunas de Moderna o Pfizer-BioNTech, fabricadas con la plataforma de ARN mensajero y que próximamente serán aplicadas también en Argentina. Entre los pacientes estudiados se encontraban algunos que habían sufrido reacciones anafilácticas graves con la primera aplicación, describieron los científicos en la publicación de JAMA Internal Medicine publicada el 26 de julio.
“Aunque se informaron síntomas leves en el 20% de los pacientes con la administración de una segunda dosis, todos los pacientes que recibieron una segunda dosis completaron de manera segura su serie de vacunación y podrían usar las vacunas de ARN mensajero en el futuro cuando esté indicado”, escribieron Krantz y sus colegas.
“La tolerancia a la segunda dosis después de las reacciones a la primera dosis argumenta que muchas de estas reacciones iniciales no son todas reacciones verdaderamente alérgicas”, agregaron.
En 159 casos, es decir el 84% de los pacientes estudiados, recibieron una segunda dosis de la vacuna. A modo de prevención se “administró premedicación antihistamínica antes de la segunda dosis en 47 pacientes, es decir el 30%. Los 159 pacientes, incluidos 19 individuos con anafilaxia de primera dosis, toleraron la segunda dosis”, manifestaron los científicos.
En el caso de otros “32 (20%) informaron síntomas inmediatos y potencialmente alérgicos que se asociaron con la segunda dosis que fueron autolimitados, leves y/o se resolvieron con antihistamínicos solos”, agregaron.
“Las reacciones a la primera dosis notificadas con mayor frecuencia fueron rubor o eritema” en 53 de las personas estudiadas, es decir el 28%, “mareos o aturdimiento” en 49, el 26%, “hormigueo” en 46 de ellos, el 24%, “opresión de garganta” en 41 personas, el 22%, “urticaria” en otros 39, el 21% y “sibilancias o dificultad para respirar” presentaron 39 de los estudiados, el 21%. Otros 32, el “17%, cumplieron los criterios de anafilaxia”.
Estimaciones anteriores ubicaron en el 2% la proporción de personas que reciben las vacunas contra el COVID-19 de ARN mensajeros que informan algún tipo de reacción alérgica. Se han notificado casos de anafilaxia en apenas 2,5 de cada 10.000 personas vacunadas.
Las posibles reacciones alérgicas es el motivo por el cual se les pide a las personas que esperen de 15 a 30 minutos después de ser vacunadas. En los centros de vacunación se cuenta con médicos y asistentes preparados para atender a los pacientes con síntomas.
En EEUU las personas que sufren de alergias en algunos casos se les ha administrado la vacuna Janssen de Johnson & Johnson contra el COVID-19, ya que es de una sola dosis.
“Sin embargo, nuestros datos sugieren que la mayoría de los pacientes con reacciones inmediatas y potencialmente alérgicas a las vacunas de ARN mensajero COVID-19 toleran una segunda dosis. Por lo tanto, puede que no sea necesario considerar esto, hasta donde sabemos, un enfoque alternativo de series mixtas en gran parte no estudiado “, escribieron los investigadores.
En la publicación, los científicos señalaron que los informes indican que “las reacciones alérgicas después de las vacunas COVID-19 con ARN mensajero (ARNm) son tan altas como 2%, con anafilaxia que ocurre en hasta 2,5 por cada 10 000 individuos”. Si bien se trata de una proporción pequeña la investigación se inició porque “existe incertidumbre sobre si se debe administrar una segunda dosis de la vacuna de ARNm COVID-19 después de una reacción a la primera dosis”, explicaron. “En este estudio, examinamos la seguridad de la segunda dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech o Moderna en aquellos con antecedentes de reacciones inmediatas y potencialmente alérgicas a la primera dosis”, subrayaron.
Antes de la publicación de este estudio, en abril pasado, el profesor Ludger Klimek, presidente de la Asociación de Alergistas Alemanes, precisó que las primeras cifras de las que se dispusieron en torno de casos de reacciones alérgicas con las vacunas de ARN mensajero mostraron en esto un riesgo algo mayor en comparación con otras vacunas, de alrededor de 2,5 y 4 veces más. Sin embargo, según dijo el experto, seguían siendo casos muy raros. “Es un caso por cada 100.000 vacunas”, precisó.
Por otro lado, aclaró que esto tampoco es solamente un problema de las vacunas contra el coronavirus, ya que muchos medicamentos pueden producir reacciones alérgicas. Por otro lado, señaló que nadie se vuelve alérgico a una sustancia por recibir la vacuna, sino que ya es sensible a ella de antemano. Dado que la dosis es mayor cuando se inyecta la vacuna, a veces se producen reacciones fuertes.
Klimek indicó que esta problemática no afecta a todos los alérgicos por igual: “Quien tiene alergia al polen no tiene un riesgo mayor de sufrir efectos secundarios que una persona que no es alérgica”. Sin embargo, cualquier persona que haya tenido alguna vez una reacción alérgica a ciertos medicamentos, laxantes o líquidos de contraste para rayos X podría reaccionar a los componentes de las vacunas. Entre las sustancias conocidas de medicamentos que provocan alergias se encuentran el polietilenglicol, el polisorbato y el óxido de etileno, explicó Klimek a DPA, y añadió que excluir completamente este riesgo es imposible.
El profesional recomendó, de todas formas, que los pacientes que ya presentaron reacciones marcadas a determinados medicamentos consulten con su alergista en caso de ser necesario. Este puede derivar al paciente a centros especializados en alergias que pueden hacer una recomendación específica en función de la alergia del paciente y de los ingredientes de cada una de las vacunas. Es decir que, según Klimek, los especialistas en alergias pueden recomendar si es mejor Biontech/Pfizer que Astrazeneca para un paciente o al revés. “Es algo muy complejo y no se puede averiguar en cualquier consulta médica”, advirtió.
Klimek recomendó también rellenar correctamente y con todo detalle el formulario de antecedentes médicos antes de la vacunación y, en caso de duda, pedirle incluso ayuda al alergólogo, de modo que el personal del centro de vacunación sepa a qué debe prestarle atención y, de ser necesario, pueda aclarar más aspectos. Después de la inyección, todos los pacientes del centro de vacunación deben permanecer en el lugar durante un cuarto de hora por cuestiones de seguridad.
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