A medida que pasó el tiempo desde el inicio de la pandemia y el virus original del SARS-CoV-2 comenzó a mutar surgieron dos preguntas que los científicos se han esforzado por responder: Si cada nueva variante es más contagiosa y si son más severos los síntomas que puede causar.
Pero, ¿qué significa esto?. Cuando una variante es más contagiosa, aumenta el número de infecciones, especialmente entre los no vacunados y, cuando una variante es más severa, causa peores síntomas para mayor número de personas que contraen el virus y conduce a un mayor porcentaje de casos que resultan en hospitalización o muerte.
Con la aparición en India de la variante Delta a fines de 2020 y su rápida expansión aparecieron las dudas acerca de su contagiosidad y la gravedad de los cuadros que causa. Pero sucede que el aumento en el número de casos conduce a un aumento en el número bruto de hospitalizaciones y muertes, explicó el médico Robert Wachter de la Universidad de California en San Francisco a The New York Times.
La prensa y algunos expertos señalan a la nueva variante como “peor”, “más riesgosa” o “más peligrosa”, pero esto lleva a una confusión en torno de la diferencia entre contagio y gravedad. “Parte del problema es la imprecisión en el lenguaje”, dijo Rebecca Wurtz, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de Minnesota, según publicó hoy The New York Times.
La diferencia entre los dos conceptos es importante. Si una nueva variante no es realmente más severa, no presenta una mayor amenaza para una persona típica que contraiga COVID-19 y las personas vacunadas permanecerían protegidas . Para los niños que son demasiado pequeños para ser vacunados, los síntomas graves de COVID-19 seguirían siendo extremadamente raros, aún más raros que otros riesgos cotidianos, como viajar en automóvil u otros problemas de salud.
Después de que la variante Alpha comenzó a propagarse desde el Reino Unido a fines del año pasado, muchas personas asumieron que era más contagiosa y más severa. Sin embargo, los datos pronto contaron una historia diferente: Alpha parece ser solo más contagiosa.
De acuerdo con el informe de NYT, ahora la historia puede repetirse con Delta. Es significativamente más contagioso incluso que la variante Alpha en casi todos los aspectos, pero no parece ser más grave, según los datos disponibles hasta ahora.
De todas formas, estos datos podrían cambiar y no son exactos, ya que se puede encontrar estadísticas limitadas que apuntan en cualquier dirección, algunas que sugieran que Delta es más grave, otras que es igualmente grave y también las que dicen que es menos grave que las versiones anteriores del virus. Pero la mayor parte de la evidencia no indica ningún cambio significativo. “Por lo que cualquiera puede decir, Delta no es más peligroso en el sentido de que causa una enfermedad peor”, dijo Wurtz. “Es un oportunista astuto, no un hombre del caos”, señaló.
Janet Baseman, epidemióloga de la Universidad de Washington, dijo por su parte “no” haber visto pruebas “convincentes de que la variante Delta sea más grave”, mientras el doctor Paul Sax del Brigham and Women’s Hospital en Boston señaló que “esta sensación de mayor gravedad de la enfermedad es más anecdótica que impulsada por datos reales”. A su vez, Eric Topol de Scripps Research dijo: “No creo que los niños se enfermen más”.
El doctor Aaron Richterman, de la Universidad de Pensilvania, aseguró, por su parte, que en su opinión no es necesario que a causa de la circulación de Delta los padres vacunados deban comportarse de manera diferente a como lo hacían hace unas semanas. Richterman tiene hijos pequeños y su familia no ha cambiado su comportamiento, dijo.
Una buena forma de entender la variante Delta es mirar a Inglaterra, donde ha estado circulando ampliamente desde mayo , más tiempo que en los EEUU. Si Delta fuera más grave que las versiones anteriores del virus, el porcentaje de casos que conducen a la hospitalización o la muerte debería estar aumentando, pero esto no ha ocurrido.
La gravedad promedio del COVID-19 disminuyó en la primavera, gracias al programa de vacunación masiva de Inglaterra ya que, como se ha demostrado, las vacunas reducen los casos severos de la enfermedad. Desde la primavera, la gravedad se ha mantenido en el mismo rango estrecho. Las estadísticas hubieran mostrado el incremento de casos graves desde mayo o junio si Delta fuera más severa.
En muchos sentidos, esta imagen no debería sorprendernos. Es muy poco común que una variante del virus sea más contagiosa y más grave, según el informe de NYT, a pesar de lo cual no se debe desconocer que la variante Delta es un problema, aún en los países con mayores niveles de vacunados.
Para los adultos mayores no vacunados, el COVID-19 no necesita ser más grave para ser una amenaza mortal. El aumento de la contagiosidad de la variante Delta ha provocado aumentos repentinos de los casos en gran parte del mundo, lo que pone a los adultos no vacunados en mayor riesgo de contraerlo.
Como resultado, la vacunación se ha vuelto aún más importante de lo que ya era. En los EEUU, Las regiones con mayor escepticismo sobre la vacunación, que tienden a ser áreas políticamente conservadoras, ahora están sufriendo brotes más grandes. En muchos otros países, donde las personas a menudo no han tenido la oportunidad de vacunarse , los casos también están aumentando. Aún así, el programa mundial de vacunación masiva avanza con agonizante lentitud.
Como ha sucedido a menudo con el COVID-19, la historia no es sencilla. La mutación Delta es un desarrollo amenazador en algunos lugares y puede hacer poca diferencia en otros. “Delta está creando una gran cantidad de ruido” en EEUU, dijo Bill Hanage, epidemiólogo de Harvard, dijo a The Times, “pero no creo que sea correcto hacer sonar una gran alarma”, señaló.
La mutación Delta está ampliando la brecha entre lo que el doctor Anthony Fauci, principal asesor del gobierno de EEUU en materia epidemiológica, ha llamado las “dos Américas” que se divide entre vacunados y no vacunados.
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