El desconcierto del long COVID: un extenso estudio detectó más de 200 síntomas

Investigadores del University College de Londres estudiaron a 3.762 personas en 56 países y hallaron manifestaciones de lo que se conoce como síndrome post COVID que afectan a diez sistemas de órganos y perduran hasta siete meses después del alta. Los detalles del trabajo que publicó hoy The Lancet

Guardar
Entre los resultados más relevantes informaron que el 91,8% de los encuestados seguían sufriendo síntomas después de siete meses y el 96% después de tres meses (Getty Images)
Entre los resultados más relevantes informaron que el 91,8% de los encuestados seguían sufriendo síntomas después de siete meses y el 96% después de tres meses (Getty Images)

Con el correr del tiempo y el devenir de la pandemia, los médicos comenzaron a ver en pacientes que habían atravesado un cuadro de COVID-19 signos y síntomas de lo que luego dieron en llamar COVID prolongado, long COVID o síndrome post COVID. Se trata ni más ni menos de afectaciones en órganos que van más allá del sistema respiratorio y que son propias del cuadro inflamatorio sistémico que provoca el SARS-CoV-2 en el organismo.

Entre quienes padecieron una infección por el nuevo coronavirus, muchos manifiestan experimentar luego del alta epidemiológica cierto embotamiento, lentitud mental, pérdida de memoria, niebla mental, confusión o esfuerzo excesivo para lograr recordar algo. También están los que refieren sentir fatiga, tos persistente, taquicardia y otros.

Ahora, un extenso estudio publicado hoy en la revista The Lancet detectó 203 síntomas que persistieron hasta por siete meses en 3.762 personas analizadas en 56 países.

Investigadores del University College de Londres (UCL) realizaron la mayor investigación revisada por pares sobre los síntomas prolongados de COVID hasta el momento. Y tras los hallazgos, pidieron un programa nacional de detección en el Reino Unido para COVID prolongado y la ampliación de las pruebas de diagnóstico más allá de las cardiovasculares y respiratorias.

“En este estudio cuantificamos la duración de la enfermedad, así como la prevalencia de los síntomas, el curso temporal de probabilidad, la gravedad, el recuento, el tiempo de aparición y la agrupación temporal -detallaron los investigadores entre las conclusiones publicadas-. También medimos la fatiga mediante la escala de evaluación de fatiga. Y el retorno a la línea de base y el estado laboral”.

Los autores del estudio remarcaron que a los siete meses, muchos pacientes aún no se habían recuperado, no habían regresado a los niveles anteriores de trabajo y continuaban experimentando una carga significativa de síntomas (Getty Images)
Los autores del estudio remarcaron que a los siete meses, muchos pacientes aún no se habían recuperado, no habían regresado a los niveles anteriores de trabajo y continuaban experimentando una carga significativa de síntomas (Getty Images)

Los síntomas persistentes más comunes entre los que hallaron fueron la fatiga, el malestar post-esfuerzo (empeoramiento de los síntomas después de un esfuerzo físico o mental) y la disfunción cognitiva, a menudo denominada niebla mental.

También detectaron otros como alucinaciones visuales, picazón en la piel, cambios en el ciclo menstrual, disfunción sexual, problemas de control de la vejiga, diarrea, palpitaciones cardíacas y tinnitus.

Según precisaron los autores, los 203 síntomas investigados se obtuvieron de una combinación de investigación previa, informes de casos existentes, revisión de la literatura y contenido compartido por los pacientes dentro de grupos de apoyo y en las redes sociales.

El estudio estaba abierto a cualquier persona mayor de 18 años con sospecha de COVID prolongado, y la encuesta fue creada por un equipo de pacientes con COVID-19 que son miembros del grupo de apoyo COVID-19 en línea de Body Politic y formaron la Colaboración de investigación dirigida por pacientes.

Los síntomas persistentes que hallaron los investigadores van más allá del sistema respiratorio y que son propias del cuadro inflamatorio sistémico que provoca el SARS-CoV-2 en el organismo (Getty)
Los síntomas persistentes que hallaron los investigadores van más allá del sistema respiratorio y que son propias del cuadro inflamatorio sistémico que provoca el SARS-CoV-2 en el organismo (Getty)

Entre los resultados más relevantes informaron que el 91,8% de los encuestados seguían sufriendo síntomas después de siete meses y el 96% después de tres meses. Para aquellos que aún estaban enfermos después de tres meses, el número de síntomas alcanzó un máximo de 17 en el segundo mes.

Las personas que estuvieron sintomáticas durante más de seis meses experimentaron un promedio de 14 síntomas después del séptimo mes. Y en promedio, los pacientes sufrieron 56 síntomas diferentes en nueve sistemas de órganos.

La gran mayoría (89,1%) sufrió recaídas en su enfermedad, la mayoría de las veces provocadas por la actividad física, mental o el estrés.

Y tras señalar que “los pacientes con COVID prolongado informaron una afectación prolongada de múltiples sistemas y una discapacidad significativa”, los autores del estudio remarcaron que a los siete meses, muchos pacientes aún no se habían recuperado (principalmente de síntomas sistémicos y neurológicos / cognitivos), no habían regresado a los niveles anteriores de trabajo y continuaban experimentando una carga significativa de síntomas.

El objetivo de este estudio fue describir mejor la experiencia del paciente y el proceso de recuperación en aquellos con enfermedad COVID-19 confirmada o sospechada, con un énfasis específico en la experiencia COVID prolongada. El enfoque único de este estudio utilizó investigación impulsada por el paciente con el fin de establecer una base de pruebas para la investigación médica, la mejora de la atención y promoción de la población de long COVID -ahondaron los investigadores entre las conclusiones-. En este estudio, investigamos la experiencia vivida del paciente, enfatizando el curso de los síntomas y la gravedad a lo largo del tiempo con una mirada en profundidad a los síntomas neurológicos y neuropsiquiátricos, la recuperación y el regreso a la línea de base, incluido el impacto laboral. Otros temas investigados en la encuesta se incluirán en informes futuros”.

SEGUIR LEYENDO

Guardar