Hasta el momento, las vacunas autorizadas para uso de emergencia en el mundo brindan protección contra las variantes del coronavirus que generan preocupación en el mundo. Pero la variante Delta, que fue detectada inicialmente en la India el año pasado y se ha propagado en más de 80 países, podría afectar más a los niños. Hasta ahora, los niños no han sido priorizados en los planes de vacunación porque, en general, no desarrollan complicaciones si se infectan con el virus. Aún hay en curso ensayos clínicos que están evaluando si las vacunas contra el COVID-19 son eficaces y seguras para ellos. Autoridades sanitarias de Inglaterra, Estados Unidos, Australia, Italia e Indonesia están evaluando si el impacto de Delta justifica empezar con la vacunación en niños.
“Lo que se viene observando en Reino Unido especialmente, en el contexto de la emergencia de la variante Delta, es que la población juvenil y pediátrica está funcionando como vector de la infección, ya que son los que no están inmunizados con vacunas. Sin embargo, es muy importante enfatizar que tanto los niños como los adolescentes no están presentando formas graves ni hospitalizaciones ni tienen una mayor mortalidad”, contó a Infobae la médica infectóloga Leda Guzzi, de la comisión de Comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología y médica infectóloga de la Clínica Olivos y del Hospital Santa Rosa del partido de Vicente López.
En Inglaterra, el profesor Anthony Harnden, vicepresidente del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización, informó días atrás que se decidiría en unas semanas si permiten vacunar a los niños contra el coronavirus: “Somos muy conscientes de los problemas que rodean tanto los pros como los contras de vacunar a sus hijos, de los que hablaremos a su debido tiempo, pero en realidad lo que debemos estar absolutamente seguros es que estas vacunas benefician a los niños de alguna manera ... así que estamos analizando estos datos con mucho cuidado. Claramente vamos a tener que opinar sobre ello en las próximas semanas”, afirmó Harnden.
El 15 de junio pasado, la variante Delta fue reclasificada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos. Pasó de “variante de interés” a ser una “variante de preocupación”. También la Organización Mundial de la Salud clasifica a Delta como “de preocupación”.
En Estados Unidos, ya se vacunó con al menos una dosis al 64% de las personas que tienen más de 12 años. A medida que la variante Delta más contagiosa del coronavirus se extiende por el país, existe el riesgo de que se pueda producir un nuevo pico en los casos de covid-19 en septiembre, especialmente en áreas donde los niveles de vacunación son bajos. Además, los niños menores de 12 años aún no pueden recibir la vacuna contra el covid-19.
Con respecto a la variante Delta, “las personas no vacunadas contra el COVID-19, incluidos los niños, son más vulnerables porque es más transmisible”, dijo la doctora Leana Wen, analista médica de CNN, médica de emergencias y profesora visitante de política y gestión de la salud en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington.
De acuerdo con la doctora Wen, el impacto de la variante Delta depende del lugar en el que vive cada niño. “No me preocupan mis hijos u otros niños no vacunados contra el COVID-19 que están cerca de personas completamente vacunadas. Pero me preocupa mucho que las personas no vacunadas estén cerca de otras que tampoco lo están, ya sean niños o adultos”, remarcó. La experta sostuvo con respecto a la población de los Estados Unidos: “Debido a que la variante delta es mucho más contagiosa, no hay margen de error. Si hay alguien infectado que no está vacunado y hay otras personas no vacunadas alrededor, existe una mayor probabilidad de que esas personas no vacunadas contraigan COVID-19, y eso incluye a los niños. Continuaría instando a las personas no vacunadas a comportarse como si tuvieran un alto riesgo porque la pandemia no ha terminado para las personas no vacunadas”. Recomendó que las reuniones con niños entre diferentes familias y amigos debería realizarse solo al aire libre para evitar contagios.
En Italia, el virólogo Giorgio Palù, miembro del Comité Científico Técnico y presidente de la junta directiva de la Agencia Italiana del Medicamento, también advirtió que la variante Delta estaba afectando más a los niños. “Depende de que si bien tienen menos receptores para el virus en las células del tracto respiratorio superior, nariz y garganta, se infectan con mayor facilidad ya que la variante ha adquirido una mayor afinidad por los propios receptores”.
Palù consideró que, como medida urgente, hay que “acelerar la campaña de inmunización en todos los grupos de edad, a partir de los 12 años, haciendo todo lo posible para cubrir a los cerca de 2,5 millones mayores de 60 que aún no están vacunados, los más expuestos”.
En tanto, en Australia, también están evaluando el riesgo para los niños. Stuart Turville, profesor y virólogo del Instituto Kirby, consideró: ”Lo que sí sabemos es que la variante Delta parece ser más contagiosa para todos. Es difícil calcular la susceptibilidad de los niños a la variante Delta, principalmente porque no han sido vacunados”. Señaló que había que monitorear más la situación de los niños en Australia.
En la capital de Indonesia, Yakarta, se notificaron 112 casos de niños de diferentes edades que fueron diagnosticado con la variante Delta del coronavirus. Delta dominó el 87% del total de hallazgos de las nuevas variantes identificadas de esta semana.
“La población pediátrica y juvenil no fue un objetivo inicialmente priorizado para la vacunación en ninguna parte del mundo, ya que la infección por el coronavirus suele presentarse en forma leve en la inmensa mayoría de los casos, y sólo muy pocas personas presentan formas graves, incluso la tan temida complicación del síndrome inflamatorio multisistémico después de la enfermedad COVID-19″, aclaró la doctora Guzzi a Infobae.
En tanto, el doctor Javier Farina, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y jefe de infectología del Hospital de Alta Complejidad Cuenca Alta, en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, subrayó que hay que considerar también que los niños y los adolescentes volvieron a realizar casi la mayoría de las actividades presenciales que hacían antes de la pandemia. Es una población que no está vacunada. Ante la aparición de variantes como Delta, de mayor contagiosidad, y mientras se vaya ampliando el plan de vacunación, hoy la clave está en que los niños y los adolescentes sigan las medidas de prevención como uso adecuado de barbijo, mantener el distanciamiento, evitar reuniones en lugares cerrados sin ventilación permanente, y lavarse frecuentemente las manos”.
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