La infección aguda por el coronavirus que golpea al mundo puede dejar secuelas en los pacientes. Como se trata de una nueva enfermedad, cada día la investigación científica y el seguimiento de esos pacientes permite conocer más sobre cómo el virus impacta en el organismo humano durante la infección y después. Ahora, a través de un estudio de casi dos millones de personas que tuvieron COVID-19 en los Estados Unidos se descubrió que un quinto de los pacientes que tienen Post COVID o COVID prolongado habían transitado la etapa de la infección aguda sin síntomas.
El estudio fue realizado por la empresa Fair Health y rastreó los registros del seguro médico de pacientes de todo el país. Hasta el momento sería el trabajo con más individuos analizados después de la infección. Se encontró que un mes o más después de tener la infección, casi una cuarta parte -el 23 por ciento- de los pacientes buscó tratamiento médico para nuevas afecciones. Es decir, tuvieron al menos un síntoma después de la infección por el coronavirus.
Dentro de ese total de pacientes con COVID-19, los investigadores fueron identificando algunas tendencias. El 50% de los que tuvieron Post COVID había estado internado en el hospital durante la infección aguda. Entre los pacientes que tuvieron síntomas pero no fueron hospitalizados, el 27,5% tuvo el Post COVID. El 19% de los pacientes que fueron asintomáticos pero tenían el coronavirus sufrió también síntomas del Post COVID.
“Algo que nos sorprendió fue el gran porcentaje de pacientes asintomáticos que están en esa categoría de COVID prolongada”, dijo Robin Gelburd, presidenta de FAIR Health, una organización sin ánimo de lucro que realizó el estudio. Hasta ahora, la mayoría de los trabajos publicados mencionan los casos de pacientes que tuvieron síntomas.
En América Latina, también se registran casos de personas asintomáticas que enfrentan el Post COVID. “En nuestra practica diaria, es frecuente ver pacientes recuperados de COVID que a pesar de haber cursado la enfermedad con síntomas leves o aun, asintomáticos, presentan la aparición de dolor de pecho, palpitaciones o falta de aire ante un esfuerzo físico”, contó a Infobae Mario Boskis, que es coordinador de los consejos científicos de la Sociedad Argentina de Cardiología y hace un seguimiento de pacientes con el Post COVID.
“También hemos detectado descompensaciones en los valores de presión o el colesterol en personas que venían previo a su enfermedad con un muy buen control de esos parámetros”, señaló el doctor Boskis.
Los afectados con el Post COVID en el estudio de Estados Unidos eran de todas las edades, incluidos niños. Los problemas que produjo el Post COVID más frecuentes eran dolor, incluso en los nervios y los músculos, dificultades respiratorias, colesterol alto, malestar acompañado de fatiga, y presión arterial alta. Otros problemas eran síntomas intestinales, migrañas, problemas de piel, anomalías cardíacas, trastornos del sueño y trastornos mentales como ansiedad y depresión.
Gelburd dijo que, en el contexto de la pandemia, los médicos y la comunidad en general deben considerar la posibilidad de que algunos problemas de salud puedan ser realmente secuelas del coronavirus. “Hay algunas personas que tal vez ni siquiera supieron que tenían COVID-19, pero si presentan algunas de condiciones que son inusuales para su historial de salud, puede que valga la pena algún estudio adicional por parte del profesional médico que los atiende”.
Para la doctora Karin Kopitowski, directora del Departamente de investigación del Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires, hoy ante la posibilidad del Post COVID se abre la disyuntiva sobre cuándo consultar o hacerse un chequeo. “Si hay síntomas persistentes o si algo de su estado de salud le llama la atención, se debe consultar con un médico o médica, que podrá orientarla sobre cuáles son los pasos a seguir”, afirmó Kopitowski. Enfatizó en hacer un uso racional de los chequeos: “Ya sabemos que hacer de todo a todos es una fuente de hallazgos de difícil interpretación”.
El informe de los Estados Unidos analizó los registros de las personas diagnosticadas con COVID-19 entre febrero y diciembre de 2020, haciendo un seguimiento hasta febrero de 2021. La organización FAIR Health dijo que el análisis fue evaluado por un revisor académico independiente, pero no fue formalmente revisado por pares.
En el estudio, el problema más común por el que los pacientes buscaron atención médica fue el dolor —incluida la inflamación de los nervios y los dolores asociados a los nervios y los músculos—, del que informaron más del 5 por ciento de los pacientes o casi 100.000 personas, más de una quinta parte de los que informaron de problemas posteriores a la COVID. El 3,5 por ciento de los pacientes experimentaron dificultades respiratorias PostCOVID, incluida la dificultad para respirar.
Casi el 3 por ciento de los pacientes buscó tratamiento para síntomas que fueron etiquetados con códigos de diagnóstico de malestar y fatiga, una categoría de gran alcance que podría incluir cuestiones como la niebla cerebral y el agotamiento que empeora después de la actividad física o mental. Otros problemas nuevos para los pacientes, especialmente los adultos de entre 40 y 50 años, fueron el colesterol alto, diagnosticado en el 3 por ciento de todos los pacientes Post COVID, y la hipertensión, diagnosticada en el 2,4 por ciento de los casos. Se registraron 594 muertes durante los 30 días o más Pos COVID, y la mayoría se produjeron entre personas que habían sido hospitalizadas debido al coronavirus.
Entre otras limitaciones, el estudio no comparó a las personas que sí tuvieron COVID-19 con las que no lo tuvieron. Por lo que no está claro si las tasas de síntomas Post COVID fueron mayores que en una población más general. El informe de FAIR Health excluyó a pacientes con ciertas afecciones graves o crónicas preexistentes, como cáncer, enfermedad renal, VIH, enfermedad hepática y accidente cerebrovascular, porque los investigadores dijeron que sería difícil separar su estado de salud anterior de los síntomas Post COVID.
En Inglaterra, otro estudio analizaron los datos de las personas que informaron de sus síntomas de COVID larga en la aplicación COVID Symptom Study e identificaron dos grupos principales de síntomas. Uno es principalmente respiratorio, como la tos y la sensación de falta de aire, pero también incluye la fatiga y los dolores de cabeza. El segundo grupo de síntomas afecta a muchas partes del cuerpo, como el corazón, el cerebro y el intestino. Fue un relevamiento con 4.182 personas, los síntomas cardíacos fueron los más comunes, como palpitaciones o aumento de los latidos del corazón, así como pinchazos, entumecimiento y “niebla cerebral”.
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