El coronavirus que gatilló la pandemia fue cambiando como todo virus en su propagación por el planeta. Sus cambios dieron lugar a variantes que pueden hacer que un infectado pueda contagiar a más personas en comparación con el virus de diciembre de 2019 o pueden reducir la eficacia de las vacunas que hoy se están aplicando. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó ahora que la “variante andina” -como se la conoce popularmente o “C.37″- debe ser considerada “de interés” al tener en cuenta los reportes de científicos de Perú, Argentina, y de otros países, que vienen advirtiendo desde abril que cada vez hay más pacientes con COVID-19 que son afectados por esa variante. Al día de hoy ya fue detectada en pacientes de 29 países.
Como había informado a Infobae el 9 de junio, la OMS estaba estudiando la información disponible sobre la “variante andina”. Hoy, la incluyó en su lista de variantes: hay 4 variantes de “preocupación” en el mundo, incluyendo Delta, que se había detectado en India originalmente y hoy está relacionada con el aumento de casos de COVID-19 en el Reino Unido y en otros países.
Ahora, la “variante andina” recibió el nombre oficial de Lambda por el nuevo sistema de la agencia sanitaria de Naciones Unidas de ponerle nombres de letras griegas. Se la sumó a la categoría “de interés” en la que ya había otras seis variantes.
“La variante C.37 ha sido detectada principalmente en Perú y en Chile, donde ha incrementado su transmisión durante los últimos tres meses”, había dicho a Infobae Sylvain Aldighieri, gerente de Incidente para COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), durante la conferencia virtual de prensa. “Ha sido también detectada de manera esporádica en Estados Unidos, Brasil, Ecuador, México y en Argentina. Se ha detectado también en algunos países de Europa”.
Finalmente, la “variante andina” consiguió su lugar de atención . ¿Y qué significa que la variante, con alta presencia en Sudamérica, sea ahora considerada “de interés” a nivel global? Para el científico Pablo Tsukayama, investigador en genómica microbiana de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, en Lima, que fue uno de los autores del trabajo que postuló a C.37 como una variante, la clasificación de la OMS significará un gran cambio. “Implicará que más países van a empezar a rastrear a la variante. Además, las empresas farmacéuticas y laboratorios científicos van a empezar a evaluar si las vacunas que actualmente se están aplicando en el mundo tienen eficacia reducida contra la variante Lambda”, dijo hoy a Infobae el doctor Tsukayama, desde Perú.
“Es importante que la OMS haya clasificado a C.37 como variante de interés porque hubo un aumento sostenido de casos de pacientes con COVID-19 durante los tres últimos meses en coincidencia con el aumento de la frecuencia de la variante en las muestras de pacientes analizadas″, comentó a Infobae Humberto Debat, investigador en virología de la Universidad Nacional de Córdoba y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina.
“Hay evidencia epidemiológica y de genética evolutiva que indica que la variante es diferente y que sus mutaciones podría tener un impacto que aún no ha sido estudiado. Aún no hay estudio sobre su impacto en escape inmune, transmisibilidad -que podría explicar el aumento de los casos- y si los niveles de eficacia de las vacunas se mantienen o se reducen si una persona llega a estar expuesta a esta variante. Tampoco sabemos si la variante Lambda genera o no casos más severos o si esta asociada a un cuadro clinico diferente”.
El doctor Debat subrayó que la variante ahora estará en el mapa mundial y acelerará la investigación en otros países. El investigador es parte de la iniciativa Proyecto País, que es la iniciativa del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, que desde abril del año pasado participa en la vigilancia genómica del coronavirus. La OMS tuvo en cuenta el último reporte de esa iniciativa entre los fundamentos de su decisión. Días atrás, los científicos locales habían pedido declarar a la variante al menos como de “interés regional”.
En tanto, para Carolina Torres, investigadora en virología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet y también integrante del Proyecto País, “a partir de que una variante del coronavirus es declarada de interés, significa que más laboratorios de todo el mundo deberán buscarla en las muestras de pacientes, y se destinarán más recursos para investigarla”.
¿Qué preguntas hay sobre la variante “andina” que ahora pasa a llamarse formalmente Lambda? Muchas. “Ahora se pondrá el foco en el posible impacto que puede tener en la transmisión, la severidad de la enfermedad, y en la efectividad de las vacunas que se están administrando”, contestó la doctora Torres a Infobae.
En el caso de las variantes de preocupación, ya se sabe que la variante Alfa -que se había detectado por primera vez en Inglaterra en septiembre del año pasado- duplica la cantidad de personas que se puede contagiar a partir de un infectado. Con la variante Delta, detectada en octubre en India, el riesgo de contagiar a otras personas se triplica: un solo infectado puede contagiar hasta 8 personas. Esta última variante hasta ahora solo fue detectada en dos casos en abril pasado en Argentina.
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