Los virus mutan todo el tiempo. La mayoría de las variantes son insignificantes, pero algunas pueden hacer que un virus sea más contagioso. “El virus tiene una maquinaria para multiplicarse, o sea para producir muchas copias de sí mismo. Esa maquinaria del virus es muy simple y por eso comete errores en el copiado. Cada error es una mutación. Es una cuestión probabilística, matemática pura. Cuanta más circulación del virus en el mundo, se harán más copias, o sea habrá más virus con errores o mutaciones que pueden aumentar su ‘fitness’. Así, el virus puede ser más infectivo, más contagioso o incluso causar más daño”, aseguró recientemente en su cuenta de Twitter la científica Andrea Gamarnik, jefa del laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) e investigadora principal del CONICET.
Entonces, ¿qué es la variante de COVID-19 que fue identificada en la India? En pocas palabras, la variante B.1.617 (Delta, según la clasificación de la OMS) es una transformación del virus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad COVID-19. Se detectó por primera vez en la India, en diciembre de 2020. No obstante, se informó de esta variante apenas el 24 de marzo, luego de que el Ministerio de Salud de la India dijera que las mutaciones L452R y E484Q no habían sido detectadas antes de diciembre en análisis de muestras.
Días atrás, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reclasificó los tres subtipos conocidos de la variante del virus de COVID-19 detectada en India hace ocho meses. Uno solo de esa familia, el B.1.167.2, continúa en la lista de variantes de preocupación internacional por su mayor transmisibilidad y las primeras señales de la necesidad de completar los esquemas de vacunación.
A la vez, en Reino Unido, donde más de la mitad de las “cepas” del SARS-CoV-2 que están circulando en la población son Delta, investigan si esa variante está asociada con una mayor capacidad de causar reinfecciones y de enfermar más gravemente, además de poder evadir el sistema inmunológico, como también lo señala la OMS en su última actualización epidemiológica, de acuerdo con la evidencia científica disponible.
La variante del coronavirus detectada en la India puede ser un 60% más contagiosa que la hallada en Kent (sureste de Inglaterra), llamada Alfa, señaló el pasado viernes Neil Ferguson, destacado experto del Imperial College London. “Estamos recibiendo más datos”, pero “desafortunadamente, las noticias no son positivas en lo que respecta a la variante Delta”, dijo Ferguson que, en declaraciones a radio 4 de la BBC, precisó que “la mejor estimación en este momento es que esta variante (la india) puede ser un 60% más contagiosa que Alfa”.
El experto, cuyos análisis ayudaron en las decisiones tomadas por el Gobierno para el confinamiento en marzo de 2020, agregó que esperan más datos a fin de establecer la efectividad de las vacunas ante la variante Delta, que es la que ahora predomina en el país. Ferguson destacó además que la mayoría de los hospitalizados en el Reino Unido a causa de la variante Delta no están vacunados. “Es importante decir que la mayoría de las personas actualmente hospitalizadas con esta variante, y con cualquier variante, no están vacunados. Así que está claro que las vacunas aún tienen un efecto considerable”, indicó.
La variante del COVID-19, que es más contagiosa, está “lista para arraigarse en la región” mientras muchos países europeos se preparan para aliviar las restricciones y permitir más reuniones sociales y viajes transfronterizos, advirtió el director regional de la OMS para Europa.
El doctor Hans Kluge explicó en una conferencia de prensa que la variante, conocida también como Delta, ha mostrado indicios de poder evadir algunas vacunas y advirtió que parte de la población vulnerable, especialmente los mayores de 60 años, sigue sin estar protegida. “Hemos estado aquí antes”, resaltó Kluge. “En el transcurso del pasado verano, los casos aumentaron gradualmente en los grupos de edad más jóvenes y luego se trasladaron a grupos de mayor edad, contribuyendo a un devastador repunte”.
“La variante se ha convertido en la cepa dominante en el Reino Unido y representa aproximadamente el 60% de los casos nuevos. Ahora es más frecuente que la cepa Alfa, anteriormente llamada cepa B.1.1.7, que se identificó por primera vez en el Reino Unido, y la transmisión está alcanzando su punto máximo en personas de entre 12 y 20 años”, manifestó el doctor Anthony Fauci, asesor médico en jefe de la Casa Blanca en una rueda de prensa el martes.
En Estados Unidos, la variante Delta representa más del 6% de los casos que los científicos han podido secuenciar. Es probable que el número real sea mayor, ya que EEUU stá ejecutando la secuencia genética en una fracción de los casos. “En el Reino Unido, la variante Delta está emergiendo rápidamente como la variante dominante. Está reemplazando a la B.1.1.7. No podemos permitir que eso suceda en los Estados Unidos”, subrayó el experto.
Hasta ahora, no hay evidencia de que la B.1.617 esté causando una enfermedad más grave. “Actualmente, no hay pruebas suficientes para indicar que alguna de las variantes detectadas recientemente en la India cause una enfermedad más grave”, dijo Public Health England el 7 de mayo.
La investigación de laboratorio sobre la eficacia de las vacunas de Pfizer y Moderna contra las variantes que se vieron por primera vez en la India mostró que esas vacunas parecen proteger contra las variantes. Los hallazgos se informaron en un artículo preimpreso en biorxiv.org, que aún no ha sido revisado por pares.
La nueva investigación involucró muestras de suero recolectadas de ocho personas que se habían recuperado de COVID-19, seis personas completamente vacunadas con la vacuna Pfizer y tres personas completamente vacunadas con la de Moderna. Los investigadores analizaron en un experimento de laboratorio cómo las muestras de suero neutralizaban los lentivirus, un tipo de retrovirus, equipados con las mismas mutaciones que las variantes de coronavirus B.1.617 y B.1.618.
Encontraron algunas disminuciones en la neutralización, pero en general, los anticuerpos de las personas que habían sido vacunadas parecían funcionar “muy por encima” del suero de las personas que se habían recuperado del COVID-19 causado por versiones anteriores del nuevo coronavirus. Sin embargo, se necesita más investigación para determinar cuán efectivas son las vacunas contra esas variantes en el mundo real, dijeron.
Argentina está entre los 31 países que ya notificaron a la OMS la detección local de las cuatro variantes que más preocupan actualmente por su impacto clínico y la eficacia de las vacunas disponibles: Alfa (B.1.1.7 Reino Unido), Beta (B.1.351 Sudáfrica), Gamma (P.1 Manaos, Brasil) y Delta (B.1.617.2 India).
Esta mañana, la directora de Migraciones de nuestro país, Florencia Carignano, confirmó que se detectaron dos casos de coronavirus de la variante Delta. “Hemos detectado dos casos de la variante Delta en Ezeiza, por eso es tan importante el hisopado que se hace acá en la Argentina. Los aislamos automáticamente en hoteles junto a todos sus contactos estrechos”, informó la funcionaria en diálogo con el periodista Juan Amorín en Futurock.
Según detalló, eran dos pasajeros que habían partido de origen con testeos PCR negativos, pero al ser hisopados en Ezeiza se detectó que habían contraído el virus. Hasta el momento, los contactos estrechos no contrajeron la enfermedad y transitan el aislamiento sin síntomas.
“Se habían testeado 72 horas antes de subirse al avión. Cuando llegaron a Ezeiza, dieron positivo. Esos hisopados se mandaron al Malbrán, que detectaron qué tipo de cepa era. A partir de ahí se buscan los contactos estrechos, quiénes estaban sentados al lado y se los aísla y se hace un monitoreo. Por esa razón, estas personas no circularon libremente y no se extendió el contagio”, explicó Carignano.
Aun así, el Ministerio de Salud aclaró que los casos no son nuevos. Habían sido informados a principios de mayo en un comunicado publicado en su sitio web. Son dos menores de edad procedentes de París y residentes de la Ciudad de Buenos Aires.
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