Un grupo de investigadores descubrió los rotíferos bdeloideos, unos animales microscópicos que han vuelto a la vida luego de haber pasado congelados durante 24,000 años en el permafrost del noreste de Siberia, perteneciente a la Federación Rusa. Los hallazgos fueron publicados en la revista especializada Current Biology, en la que se demostró que este constituye el caso más prolongado de supervivencia de los rotíferos en estado congelado, ya que estudios anteriores han sugerido que estos animales multicelulares microscópicos sólo han logrado seguir con vida seis o diez años después de haber sido congelados entre -20 y 0 grados Celsius.
Al ser microscópicos, los rotíferos bdeloideos no se pueden ver. Sin embargo, son animales que llevan habitando el planeta Tierra desde hace milenios y están presentes en el agua dulce, así como en la tierra húmeda, pero su principal característica es ser extremadamente resistentes a las bajas temperaturas, lo cual pudo ser confirmado una vez más por los científicos Lyubov Shmakova, Natalia Iakovenko, Tatiana Vishinivetskaya, Daniel Shain, Michael Plewka, Elizaveta Rivkin y Stas Malavin.
Malavin, investigador del Laboratorio de Criología del Suelo del Instituto de Problemas Fisioquímicos y en Ciencias del Suelo en Puschino, Rusia, explicó que el reporte es, hasta la fecha, la prueba más fehaciente de que los animales multicelulares podrían aguantar decenas de miles de años en criptobiosis, estado de metabolismo casi completamente detenido.
Las muestras para el estudio fueron recolectadas a una profundidad de 35 metros en el río Alazeya, ubicado al noreste de Siberia y que desemboca en el Mar Siberiano del Este. El equipo de científicos empleó una plataforma de perforación con el fin de obtener parte del núcleo del cuerpo de hielo ártico y también utilizaron radiocarburo para determinar la edad del espécimen, que resultó tener entre 23 mil 960 y 24 mil 485 años.
Algunos organismos multicelulares que se han reportado previamente y que volvieron a la vida tras haber estado congelados son un gusano nematodo de 30 mil años, así como algunos musgos y plantas que se han regenerado después de miles de años atrapados en el hielo.
Por su parte, Matthew Meselson, biólogo molecular de la Universidad de Harvard apuntó al diario estadounidense The New York Times (TNYT) que los rotíferos “son de los animales más resistentes del mundo y a casi cualquier forma de tortura”. Otra cualidad de rotíferos bdeloideos es su resistencia, no solo a las bajas temperaturas, sino también a la radiación, la acidez extrema, hambre, poco oxígeno y años de deshidratación.
Asimismo, TNYT aseguró que estos diminutos y resilientes microorganismos están presentes en todas partes: en hebras húmedas de musgo, en charcos de lluvia y en cuerpos de agua dulce que abarcan las regiones árticas y tropicales. El tamaño de los rotíferos es de, aproximadamente, medio milímetro de largo y generalmente habitan ambientes de agua dulce. El nombre que reciben hace alusión a la corona que se forma alrededor de su boca y que tiene forma de rueda, la cual es utilizada por las diminutas criaturas para desplazarse y alimentarse.
En este entendido, Malavin concluyó que un organismo multicelular puede congelarse y almacenarse durante miles de año y luego volver a la vida, pero que cuanto más complejo sea el organismo, las posibilidades de mantenerlo vivo congelado son menores, por lo que actualmente para los mamíferos no es posible la criptobiosis, según información del diario español As.
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