En días en los que la Argentina atraviesa su segunda ola por COVID-19, y enfrenta altos índices de contagios y de ocupación en unidades de terapias intensivas, el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) anunció que la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik Light (es decir, el primer componente de la vacuna Sputnik V) demuestra una eficacia del 78,6% al 83,7% entre los adultos mayores, de acuerdo a los datos recopilados por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.
Según los datos de más de 186.000 personas de entre 60 y 79 años, más de 40.000 de las cuales recibieron una inyección de Sputnik Light (primera dosis de Sputnik V) como parte del programa de vacunación civil a gran escala, la tasa de infección entre el día 21 y el 40 desde la fecha de recepción de la primera dosis fue solo del 0,446%. Al mismo tiempo, la tasa de infección entre la población adulta no vacunada fue del 2,74% durante un período comparable.
Los datos ajustados ponderados por edad, sexo y una serie de otros parámetros entre los grupos de sujetos vacunados y no vacunados demostraron una eficacia comparable de la vacuna rusa: 78,6%, tal como difundió el RDIF.
Kirill Dmitriev, de RDIF, compartió: “La publicación de datos independientes en la provincia de Buenos Aires confirma la alta eficacia de la vacuna rusa para las personas mayores que se encuentran en un grupo de alto riesgo. Un nivel de eficacia cercano al 83,7% es más alto que el de muchas vacunas de dos dosis. Como ha demostrado el informe del Ministerio de Salud de la provincia, la vacunación con Sputnik Light (el primer componente de la vacuna Sputnik V) puede reducir significativamente el número de infecciones y hospitalizaciones. Planeamos seguir cooperando con colegas en Argentina para obtener más datos sobre el uso de la vacuna rusa”.
El objetivo principal del estudio fue comparar la proporción de infecciones confirmadas, hospitalizaciones y muertes por COVID-19 en vacunados y no vacunados, luego de los 21 días y hasta los 40 días desde la fecha de vacunación o fecha de inicio de seguimiento. Fueron incluidas las personas vacunadas desde el 29 diciembre de 2020 hasta el 21 de marzo de 2021, que no habían recibido su segunda dosis de Sputnik-V y con al menos 40 días de seguimiento. Se excluyeron las personas con antecedente registrado de infección previa por SARS-CoV-2.
La vacuna se basa en una plataforma probada y bien estudiada de vectores adenovirales humanos y utiliza dos vectores diferentes para las dos inyecciones. La seguridad, eficacia y ausencia de efectos adversos a largo plazo de las vacunas adenovirales han sido demostradas en más de 250 estudios clínicos llevados a cabo a lo largo de dos décadas.
La eficacia de esta vacuna según los estudios científicos publicados en Lancet es del 91,6%, una de las tasas más altas registradas hasta la fecha. Además, recientemente, un nuevo estudio realizado sobre los casi 4 millones de rusos que han sido vacunados con esta fórmula arrojó una eficacia del 97,6%.
La Argentina fue el primer país latinoamericano en registrar oficialmente Sputnik V en su territorio. El registro se realizó a través de una autorización de uso de emergencia. Actualmente, Sputnik V está registrada en 65 países, con una población total de 3.200 millones de personas.
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