Los virus cambian constantemente a través de mutaciones. Y el coronavirus que causó la pandemia actual también lo hace. Se han documentado múltiples variantes del coronavirus en todo el mundo a lo largo de esta pandemia. Para informar sobre las investigaciones de los brotes locales y comprender las tendencias nacionales, los científicos comparan las diferencias genéticas a partir de muestras de los pacientes con COVID-19 y van identificando cuáles son las mutaciones que tiene cada variante. En los últimos meses, se mencionan las doble y las triple mutantes del coronavirus, y los expertos explican por qué les prestan más atención.
A principios de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nombró a la B.1.617 -una “variante triple mutante” encontrada por primera vez en la India- como una variante de preocupación. Hay datos que sugieren que esa variante tiene una mayor transmisibilidad y podría hacer que la protección de las vacunas se reduzca. Con el avance de la investigación, se encontró que hay tres sublinajes de esa variante: una de ella es hoy una doble mutante y es de preocupación. Los otros dos sublinajes fueron reclasificados esta semana. Ambos son triple mutante pero uno de ellos es de “interés” y el otro se dejó afuera de la clasificación de OMS.
A medida que los virus se propagan, cambian genéticamente. Cuanto más tiempo circula un virus, más cambios genéticos puede sufrir. Esos cambios, o mutaciones, pueden contribuir a que un virus sea más o menos peligroso, o incluso a que no haga nada. A menudo los genes de un virus cambian de más de una manera.
Las doble mutantes y triple mutantes describen a las variantes de COVID-19 que tienen dos o tres mutaciones clave que también se observan en otras variantes de todo el mundo. Estas mutaciones dobles y triples son significativas porque están potencialmente relacionadas con tasas de transmisión más altas, por lo que el virus puede propagarse más fácilmente y las variantes pueden no ser tan sensibles a los esfuerzos del organismo para combatirlas.
“Se empezó a hablar de doble o triple mutante porque se detectaron variantes con dos o tres mutaciones relevantes en la región que codifica para la proteína Spike del coronavirus. Son mutaciones que ya habían sido descriptas como las importantes en otras variantes para el reconocimiento por el receptor humano o para la interacción con anticuerpos”, explicó a Infobae Carolina Torres, investigadora en virología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet e integrante del Proyecto País, dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que lleva adelante estudios de vigilancia del genoma del coronavirus.
“Las variantes del coronavirus pueden tener incluso más de tres mutaciones”, aclaró la doctora Torres. “También vale tener en cuenta que el número de mutaciones no tiene asociación con cuánta diferencia tendrá en su comportamiento biológico”, remarcó.
“Hay tres mutaciones que se habían detectado en variantes ya clasificadas como de interés o de preocupación. Esas mutaciones son L452R, que forma parte de la variante de interés que fue identificada en California, Estados Unidos; P681R, y E484Q. Esas tres mutaciones están en la región que codifica la proteína Spike, la llave que le permite al coronavirus entrar en las células. Recientemente, se vieron a esas mutaciones juntas y despertó preocupación”, contó a Infobae el doctor Humberto Debat, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
El investigador Debat detalló que la mutación L452R está asociada a mayor transmisibilidad y mayor escape inmune. La mutación P681R está asociada a una propiedad del coronavirus que lo hace más eficiente para entrar en las células y afectar a más personas. Se observó esa mutación en la variante detectada en India y en la del Reino Unido presenta una mutación en la misma posición, P681H. Y en el caso de la mutación E484Q, se encuentra en la misma posición la mutación análoga E484K presente en la variante de Manaos, Sudáfrica y Río de Janeiro y está asociada a escape inmune, que podría reducir la eficacia de tratamientos.
La clave para detener hoy el aumento de las variantes es la vacunación como la adherencia a los cuidados, como el uso adecuado del barbijo o mascarilla, la ventilación, el distanciamiento social y evitar reuniones sociales con no convivientes en lugares cerrados. Cuantas más personas se protejan contra la propagación del virus, menos capacidad tendrá de reproducirse y mutar entre los organismos susceptibles.
El lunes pasado, la OMS informó que creó un nuevo sistema de denominación para las variantes de interés del coronavirus y las variantes de preocupación. Cada variante recibirá un nombre del alfabeto griego. Lo hizo para eliminar parte del estigma de la aparición de nuevas variantes asociados a ciudades y países que hasta el momento se ha realizado.
Maria Van Kerkhove, responsable de coronavirus de la OMS, afirmó que “ningún país debe ser estigmatizado por detectar y notificar variantes”. Dijo que las nuevas etiquetas de las variantes son “sencillas, fáciles de decir y recordar y se basan en el alfabeto griego, un sistema que se eligió tras una amplia consulta y una revisión de varios sistemas posibles”.
Con el nuevo sistema, la variante que había sido notificada por primera vez en Kent, Inglaterra, pasó a llamarse Alfa. En tanto, la variante originaria de Sudáfrica ahora se denomina Beta. La variante brasileña -conocida como la de Manaos- es Gamma y la variante notificada por primera vez en la India es Delta.
Hoy se clasifica como “variante de preocupación” cuando una variante tiene capacidad de mayor transmisibilidad, aumenta su virulencia o produce cambios en la presentación clínica de la enfermedad, o reduce la eficacia de medidas sociales y sanitarias, como las vacunas, los testeos de diagnósticos o la terapéutica, según aclaró la OMS. Hasta hoy la agencia sanitaria reconoce a 4 variantes de preocupación.
Hay también otras 6 variantes que se han clasificado como “de interés” y que fueron detectadas en marzo y abril pasado. Se llaman Epsilon, Eta, Theta, Iota, y Kappa. Aún la OMS no reconoció en sus categorías de preocupación o de interés a la variante C.37 que ya 19 países han reportado, principalmente varios de América del Sur.
Según la definición de la OMS las variantes de interés se comportan de manera diferente con su referencia original. O también puede ocurrir que ese tipo de variantes haya producido un brote en situaciones de transmisión comunitaria o se haya detectado en diferentes países.
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