El uso de las células madre mesenquimales en la medicina ha crecido notablemente en los últimos años. Se estima que se han utilizado para el tratamiento de más de 84 tipos de enfermedades; entre ellas la esclerosis múltiple, una de las enfermedades más comunes del sistema nervioso central que se estima afecta a 2,8 millones de personas en el mundo entero. Dichas células, se encuentran disponibles en diferentes tejidos del cuerpo como el cordón umbilical; motivo por el cual se ha vuelto tan requerida la guarda del cordón umbilical de los recién nacidos.
Debido a su potencial terapéutico, estas células están siendo ampliamente estudiadas con el objetivo de evaluar su viabilidad, seguridad y eficacia en otras patologías, muchas de las cuales no tienen cura aún y cuya única terapéutica existente es para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Puntualmente, en el caso de la esclerosis múltiple ya existe evidencia científica que respalda el uso de las mismas de manera terapéutica. “Las células madre mesenquimales del cordón umbilical se vienen estudiando hace muchos años, por eso cada vez se encuentra más evidencia científica respecto de los beneficios en pacientes con diferentes patologías. En el caso de pacientes con esclerosis múltiple, en la última década se ha llegado a la conclusión de que el trasplante de células madre es un tratamiento muy prometedor para revertir el daño neurológico y para prevenir complicaciones derivadas” comentó el doctor Claudio Dufour, médico oncólogo y hematólogo, presidente científico de terapias celulares en la Asociación Asiática de Medicina Transfusional y director médico de BioCells.
En las personas con esclerosis múltiple, el propio sistema inmunitario ataca y daña la vaina de mielina que recubre los axones del cerebro y la médula espinal, y como consecuencia los nervios pueden deteriorarse. En este sentido, y de acuerdo a un estudio piloto realizado por la Cleveland Clinic, el trasplante autólogo de células madre es factible, seguro y bien tolerado por los pacientes con esclerosis múltiple recurrente-remitente y esclerosis múltiple secundaria progresiva.
Además, diversos ensayos clínicos han demostrado que las células mesenquimales pueden revertir el daño causado al sistema nervioso y así mejorar los síntomas de la enfermedad. Esto se debería a que estas células producen proteínas que colaboran en el crecimiento y supervivencia de las neuronas, al igual que factores angiogénicos esenciales para la curación, crecimiento y desarrollo de los vasos sanguíneos, y sustancias inmunomoduladoras capaces de revertir el daño.
“Los avances en materia de investigación siempre motivan el desarrollo de nuevos ensayos y estudios para profundizar sobre los resultados alcanzados. Se genera un movimiento que resulta beneficioso para la medicina porque promueve el saber teórico que luego se representa en mejores y más posibilidades para los pacientes”, agregó el director médico del banco de células madre BioCells.
El auge del uso terapéutico de las células madre mesenquimales se debe a que las mismas actúan como inmunomoduladoras y de forma protectora frenando los procesos inflamatorios. Además, no tienen la problemática asociada a la necesidad de compatibilidad, como sí ocurre con las células madre de la sangre. Se trata de células inmuno-privilegiadas, lo que las convierte en un tipo de célula ventajosa para el trasplante alogénico, ya que reducen tanto los riesgos de rechazo como las complicaciones de un trasplante.
En comparación con otros tipos de células madre, las mesenquimales presentan algunos beneficios adicionales. Entre ellos se destacan que no son consideradas “controvertidas” y evitan cuestiones éticas (como en el caso de las células madre embrionarias) ya que pueden derivarse de fuentes como la médula ósea del adulto, tejido adiposo y el tejido del cordón umbilical. Otro diferencial importante es que pueden formar una variedad de tipos de células en el laboratorio como: grasa, hueso, piel, nervio, cartílago, músculo, tendones, estroma de la médula ósea, ligamentos y más. Además, pueden tomar ADN exógeno y mantener genes introducidos, un atributo que permite el uso de estas células para dirigir moléculas a ciertas regiones del cuerpo con propósitos terapéuticos.
Este prometedor hallazgo se conoce en el marco del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, que se celebra todos los años el 30 de mayo para compartir historias, concienciar y hacer campañas con y para todos los afectados por esta enfermedad.
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