Desde testeos antes de una cita romántica hasta certificados de vacuna para viajar: las nuevas formas de relacionarse por la pandemia

El riesgo de contraer el coronavirus llevó a incluir los testeos en la vida cotidiana. El certificado de vacuna contra el COVID-19 ya se usa y puede generar tensiones entre países. Expertos en ciencias sociales y bioética analizan el fenómeno

Guardar
Los hisopados para detectar el coronavirus empezaron para hacer el diagnóstico de los afectados por razones epidemiológicas. Pero hoy se usan para hacer un monitoreo de los empleados o para aceptar o descartar un encuentro amoroso. Como el virus puede estar en la persona y no dar síntomas, el testeo permite aumentar la chance de prevenir más contagios/ EFE/ Enrique García Medina/Archivo
Los hisopados para detectar el coronavirus empezaron para hacer el diagnóstico de los afectados por razones epidemiológicas. Pero hoy se usan para hacer un monitoreo de los empleados o para aceptar o descartar un encuentro amoroso. Como el virus puede estar en la persona y no dar síntomas, el testeo permite aumentar la chance de prevenir más contagios/ EFE/ Enrique García Medina/Archivo

“Tienen que aceptar o no hay chance. Algunos dejan de hablarme por un tiempo, pero después aparecen con el resultado negativo del hisopado y retoman la conversación o la idea de tener una cita”, cuenta a Infobae el director teatral, dramaturgo y actor José María Muscari. “No he tenido el COVID-19. Tampoco estoy vacunado. Me hago testeos quincenales por cuestiones de trabajo y me cuido mucho. Además, tengo una mamá grande, con quien me encuentro una vez por semana. No quiero arriesgarme. Me parece que cuando uno lo toma con seriedad el afuera también”.

La pandemia del coronavirus trastocó las actividades de todos y las precauciones para encontrarse con los demás. Ahora, como lo hace Muscari, algunas personas piden el hisopado negativo antes de confirmar una cita romántica. En oficinas y fábricas, los empleados deben aceptar que les hagan el testeo para que los habiliten a desempeñar sus tareas. Si se quiere viajar a otros países, se han fijado diferentes restricciones que incluyen el requisito de estar vacunado contra el COVID-19, incluyendo la aceptación de algunas inmunizaciones y el rechazo con otras.

 Días atrás, se informó que la Unión Europea busca reactivar los viajes dentro de su territorio con un "Certificado Digital Verde" que permita a sus ciudadanos desplazarse entre países. Quieren permitir la movilidad sin necesidad de someterse a restricciones a todo el que esté vacunado contra la covid-19, tenga una prueba negativa o se haya recuperado recientemente de la enfermedad /REUTERS/Christian Hartmann
Días atrás, se informó que la Unión Europea busca reactivar los viajes dentro de su territorio con un "Certificado Digital Verde" que permita a sus ciudadanos desplazarse entre países. Quieren permitir la movilidad sin necesidad de someterse a restricciones a todo el que esté vacunado contra la covid-19, tenga una prueba negativa o se haya recuperado recientemente de la enfermedad /REUTERS/Christian Hartmann

Tener una cita, trabajar, reunirse en bares o viajar al exterior son algunas de las actividades de la normalidad anterior a la pandemia que han sido atravesadas por la línea que divide entre el estado de infectado por el coronavirus o ser libre del virus. En los Estados Unidos, ya el líder de la respuesta a la pandemia, Anthony Fauci se convirtió en un verbo: “Fauci” significa averiguar si una persona toma las precaciones sanitarias recomendadas antes de concertar una cita romántica. “Por supuesto que yo pediría un test de COVID-19 ante la situación de una cita. Es importante estar seguro. También le preguntaría si está vacunado. Hoy es lo mismo que preguntar por si consume tabaco”, respondió a Infobae Arthur Caplan, profesor e investigador en bioética de la Universidad de Nueva York, en los Estados Unidos.

Esa reconfiguración de la vida diaria para prevenir la propagación del coronavirus obligó a muchos a construir una nueva logística de la vida para andar el mundo y encontrarse con otros. “Tras el avance de la pandemia, hay dos tendencias contrapuestas y resulta difícil balancearlas”, dijo a Infobae Daniel Feierstein, doctor en ciencias sociales, investigador del Conicet, y profesor de las universidades de Tres de Febrero y la de Buenos Aires. “Por un lado, implementar medidas de cuidado en un contexto de propagación masiva de un virus nuevo es necesario y positivo”, señaló.

En plano individual, la persona puede pedir testeos para citas románticas, aunque “el resultado nunca es definitivo porque la enfermedad se puede estar incubando”. A nivel comunitario, el experto consideró que son importantes los testeos agrupados que se hacen de manera permanente en ámbitos laborales. “Permiten identificar casos asintomáticos regularmente y aislarlos junto a sus contactos estrechos”, argumentó el doctor Feierstein, quien es el autor del libro Pandemia, un balance social y político de la crisis del Covid-19.

Los testeos a nivel comunitario sirven para detectar casos asintomáticos de COVID-19 y hacen que los contactos estrechos puedan aislarse por varios días para reducir el riesgo de que contagien. En este contexto de alta circulación del virus, se comprenden los cuidados de prevención/ REUTERS/Paul Childs
Los testeos a nivel comunitario sirven para detectar casos asintomáticos de COVID-19 y hacen que los contactos estrechos puedan aislarse por varios días para reducir el riesgo de que contagien. En este contexto de alta circulación del virus, se comprenden los cuidados de prevención/ REUTERS/Paul Childs

Sin embargo, muchas de las medidas de precaución se podrían comprender solo para el contexto de la emergencia sanitaria actual. “Aceptar a largo plazo una discriminación, ya sea afectiva, laboral o de autorización de desplazamientos, en base a las características de nuestros sistemas de defensa o a procesos infecciosos puede dar lugar a la consolidación de procesos de exclusión social y a la profundización del quiebre de lazos sociales entre sectores de la población”, expresó Feierstein. Y gatilló algunas preguntas para tener en cuenta: “¿Alguien atiende a los positivos? ¿Quién paga los testeos? ¿La exclusión es solo momentánea (en el momento de la infección) o termina siendo definitiva?”

Al considerar las tendencias actuales, Feierstein propuso una visión global y dinámica en función de la evolución de la pandemia. “Hay medidas importantes en el plano sanitario (que seguramente son relevantes en estos momentos) deben tomarse con muchísimo cuidado. Debemos estar atentos a que ninguna medida pueda articularse con formas sistemáticas o consolidadas de discriminación. Habrá que pensar con mucho cuidado cómo manejar ese tipo de balance”.

En tanto, para la doctora Sofía Salas, del Centro de Bioética de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo en Santiago, Chile, la situación actual de la pandemia y el uso de testeos y vacunas para hacer actividades con implica diferentes miradas. “Se requiere establecer condiciones seguras de trabajo en el interior de un hospital, de un restaurante o de cualquier otra empresa. Por eso, en todos lados se establece el uso obligatorio de mascarillas, distanciamiento social, entre otras medidas”, comentó en diálogo con Infobae desde Chile. “La cita romántica con hisopado previo es un acuerdo entre privados, al igual que cuando se pide test de VIH negativo para un eventual encuentro”, agregó.

Combinar encuentros con seres queridos o citas románticas se volvió difícil en tiempos del coronavirus. En lugares cerrados, las personas pueden estar contagiadas y transmitir el virus sin saberlo. Algunos piden el testeo, aunque el resultado podría arrojar un falso negativo, porque aún la persona se encuentra en el período de incubación de la infección/ M. Dylan - Europa Press
Combinar encuentros con seres queridos o citas románticas se volvió difícil en tiempos del coronavirus. En lugares cerrados, las personas pueden estar contagiadas y transmitir el virus sin saberlo. Algunos piden el testeo, aunque el resultado podría arrojar un falso negativo, porque aún la persona se encuentra en el período de incubación de la infección/ M. Dylan - Europa Press

Con respecto a la vacuna contra el COVID-19 como un requisito que posibilita actividades a unos y limita a otros, la doctora Salas explicó: “Para trabajar en un servicio clínico desde hace tiempo se le pide al personal sanitario que se vacune contra diferentes infecciones como la hepatitis B si está en contacto directo con pacientes. Por lo tanto, si existe riesgo evidente para terceros que no sería posible controlarlos con otras medidas, me parece que es adecuado que se exija la vacunación en algunos ámbitos laborales. Aunque no es lo mismo trabajar en unidades de cuidados intensivos que atiende a pacientes COVID-19 que atender en un supermercado”.

Para el doctor Caplan, “hoy los empresarios y los sindicatos pueden exigir lugares de trabajo seguros. Algunas industrias ya exigen llevar un casco, una equipo de protección, una mascarilla o barbijo, y hacerse pruebas regularmente para detectar la exposición a productos químicos, como el plomo, las sustancias radiactivas, entre otras”. Al considerar esos antecedentes, el experto resaltó desde los Estados Unidos: “El Covid-19 no es diferente”.

La experta en bioética reconoció que las personas que quieren mantener citas románticas o incluso para reuniones sociales pueden sentirse más protegidas si se encuentran con personas ya vacunadas. “Pero todavía no tenemos evidencia suficiente para saber si las vacunas confieren protección de contagiar a terceros”, puntualizó. “Hoy la vacuna por sí sola es insuficiente”, afirmó Salas. Porque gran parte de la población aún no tuvo acceso a la inmunización que es necesaria para disminuir significativamente la circulación del virus.

La vacuna contra el COVID-19 también ahora se empieza a volver un requisito para la entrada con el pasaporte en otros países. Desde la perspectica del experto en bioética Caplan, “no hay derecho a llegar a una nación y propagar enfermedades. El hecho de que no todos puedan vacunarse ahora es lamentable, pero no es razón para no exigir las vacunas”. En cambio, la profesora Salas señaló que el requisito de las vacunas para viajar puede estar justificado, pero hay situaciones polémicas para considerar.

En Alemania, ya tienen el pasaporte para los vacunados contra el COVID-19. Existe el riesgo de que las personas vacunadas de países desarrollados relajen las medidas de cuidado cuando viajen a países en desarrollo. Pero podrían contagiar el virus, advirtió la experta en bioética Sofía Salas / REUTERS
En Alemania, ya tienen el pasaporte para los vacunados contra el COVID-19. Existe el riesgo de que las personas vacunadas de países desarrollados relajen las medidas de cuidado cuando viajen a países en desarrollo. Pero podrían contagiar el virus, advirtió la experta en bioética Sofía Salas / REUTERS

“Desde hace mucho tiempo, las autoridades sanitarias de algunos países exigen el certificado internacional de vacunación, por ejemplo contra la fiebre amarilla, para poder ingresar. Por lo tanto, no es el problema en sí de que se exija este certificado sino en qué contexto se solicita”, aclaró la doctora Salas.

“Desde mi punto de vista, considero como problema ético que se solicite este certificado de vacunación en el contexto actual de pandemia, donde los países más aventajados económicamente son los que han logrado mayor éxito de cobertura de vacunación que otros países de bajos ingresos, donde incluso no hay vacunas suficientes para cubrir al personal sanitario”, opinó Salas.

“Si el uso del certificado de vacunación es para permitir que los tienen mayores recursos visiten países que aún no logran estándares mínimos de vacunación, me parece que hay un problema ético, especialmente cuando aún no se sabe si la persona vacunada puede transmitir la infección. Además, la eficacia de las vacunas para evitar infecciones leves está lejos de ser de un 100%”, advirtió Salas. “La situación sería diferente en un país con adecuado nivel de vacunación que puede decidir abrir sus fronteras sólo para las personas que ya cuentan con vacunas seguras y eficaces, para así contribuir a proteger a su propia población”, explayó Salas.

Con todo, “las personas que tienen vacunas autorizadas como seguras y eficaces por la Organización Mundial de la Salud deberían ir volviendo a actividades normales en la medida en que la situación sanitaria vaya mejorando o al menos siendo estable. Pero lo ideal que eso se vaya logrando para todos los países por igual”.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar