Desde que el virus SARS-CoV-2 irrumpió en el escenario global a principios de 2020, se comenzó a estudiar cómo afectaba más a algunas personas en particular. Así se llegó a definir que aquellos con comorbilidades tales como hipertensión, diabetes, obesidad y la alta concentración de andrógenos podían sufrir COVID-19 severo y corrían un mayor riesgo de morir.
Ahora, diversos estudios descubrieron que algunas mujeres tienen un mayor riesgo de contraer coronavirus en comparación con otras de su grupo de edad y sexo. Es que estas mujeres, a menudo jóvenes y en general sanas, tienen una afección subyacente que no se menciona en ninguna lista de factores de riesgo: el síndrome de ovario poliquístico o SOP.
En diálogo con Infobae, Fernando Neuspiller, médico especialista en reproducción asistida (MN 82.815) director del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) Buenos Aires, explicó: “El Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP) puede ser sólo una mujer que tiene un problema para ovular porque tiene muchos folículos o una paciente que tiene a parte de ello muchos problemas metabólicos, por ejemplo, resistencia a la insulina, que es la dificultad del cuerpo para incorporar glucosa dentro de las células, lo que hace que la insulina sea alta”.
“Gran parte de las mujeres con SOP y resistencia a la insulina a largo plazo terminan siendo diabéticas. Por otro lado, 8 de cada 10 con SOP tienen obesidad, ya que presentan un síndrome metabólico. Aparte tienen también hipertensión. Por estas razones estas pacientes son una bomba de tiempo frente al COVID-19”, detalló el experto.
Según Neuspiller, se sabe hace unos años que las mujeres con síndrome del ovario poliquístico sufren un síndrome inflamatorio crónico, “todo el tiempo su cuerpo está inflamado, por lo cual si se suman todas estas comorbilidades son realmente pacientes bomba de tiempo no solo para COVID-19 sino para muchas enfermedades y para el coronavirus en especial ya que presenta todos los predisponentes que hacen que desarrollen una enfermedad más grave”.
“Así como los hombres con alopecia -nombre científico de la calvicie- tienen más riesgo de padecer COVID-19 grave por la concentración de andrógenos más elevada que el resto de los hombres, esto mismo sucede en las mujeres con ovario poliquístico, que tienen los andrógenos más altos que las mujeres que no tienen esta patología”, precisó.
Según especificó el experto a Infobae, casi el 9% de las pacientes que asisten a su clínica de reproducción tienen SOP. “Estas pacientes saben que son pacientes de riesgo por las comorbilidades con las que cuentan entre las cuales se encuentra la obesidad y la resistencia a la insulina, por lo que saben que si se infectan con el nuevo coronavirus la podrían pasar muy mal”.
¿Existe un tratamiento contra el SOP? No. Pero de acuerdo al especialista en reproducción asistida, “lo mejor que pueden hacer estas pacientes es bajar de peso, y así logran disminuir los niveles de lípidos”.
“Estas mujeres también tienen los lípidos elevados, y eso genera una toxicidad -lo cual favorece el síndrome inflamatorio crónica- que genera que tengan más altas las citoquinas, uno de los componentes presentes en los coágulos en pulmones de pacientes fallecidos por COVID-19, causados por tormentas de citoquinas. Si la paciente con ovario poliquístico tiene las citoquinas elevadas tiene más riesgo de generar esta complicación que es tan grave en el paciente por COVID-19”, detalló Neuspiller y añadió: “la evolución de estas mujeres es: siguen con sus ovarios como están, a medida que van creciendo van quedando con menos folículos poliquísticos, pero les quedan las patologías crónicas como la hipertensión, el sobrepeso y la diabetes y por otro lado debido a que los folículos producen estrógeno y tienen muchos, pueden tener más riesgo de tener cáncer en el endometrio.
En esta línea, María Elisa Moltoni, ginecóloga (MN 114737) de Halitus Instituto médico, explicó a Infobae: “Algunos estudios recientes han marcado que la población de mujeres con SOP tendría mayor riesgo que la población de mujeres que no lo tienen para contraer COVID. Tenemos que tener en cuenta que el SOP tiene un nombre muy asociado a los ovarios, pero en verdad, entraña un problema con gran base genética y una contribución ambiental que genera una mayor predisposición a alteraciones metabólicas, y se asocia en muchos casos a resistencia a la insulina, diabetes, sobrepeso u obesidad e hipertensión arterial”.
Según Moltoni, “podrían padecer también niveles bajos de vitamina D”. Estos son conocidos factores de riesgo para COVID-19 y se encuentran presentes en mujeres con síndrome de ovario poliquístico.
“Estas pacientes también se han asociado con un riesgo potencialmente mayor de COVID-19 grave. Además, muchos niveles bajos de vitamina D”, apuntó la ginecóloga.
Sin embargo, más allá de estas condiciones asociadas al SOP que le confieren mayor riesgo, los estudios dicen que podría haber un riesgo por sí mismo por tener SOP. De acuerdo a Moltoni, “esto podría tener que ver con factores hormonales como el exceso de andrógenos que tienen estas mujeres, habida cuenta de que se ha visto que las hormonas sexuales pueden jugar un rol modulador sobre la respuesta inmune. De todos modos, por decirlo de una manera sencilla, hay diferentes fenotipos o ‘grados’ de SOP, y los estudios no consideran esta estratificación de riesgo”.
“Esto, es muy interesante desde lo científico, porque además la tasa de mujeres con este síndrome es alta en la población general, pero, lo que tenemos que preguntarnos es ¿en qué nos cambia esto nuestro abordaje o como pacientes? La realidad es que hoy por hoy estamos atravesando una ola de casos terrible, con alta ocupación de terapia, con pacientes graves cada vez más jóvenes, y una muy alta mortalidad si nos toca entrar a terapia”, advirtió la experta.
8 de cada 10 mujeres con SOP tienen obesidad
“Por lo tanto, tengamos o no tengamos SOP, debemos extremar las medidas preventivas para no contagiarnos, y nuestra prevención no debería cambiar en base a ello. Recordemos que en todas la mujeres con SOP siempre hemos insistido en el tratamiento de primera línea que es hacer actividad física y mantener un peso corporal adecuado, para mejorar en lo posible los parámetros metabólicos, entre otras medidas, que más allá de los aspectos ginecológicos, determinan la calidad de vida y los problemas de salud de estas mujeres a largo plazo”, recomendó.
Según la especialista, “poder implementar estos cambios positivos en nuestra vida como comer saludable, mantenernos en peso y hacer ejercicio, tengamos o no SOP, nos va a beneficiar bajando nuestro riesgo cardiovascular, y tal vez indirectamente, nuestro riesgo de COVID grave”. Un punto importante a tener en cuenta es la exposición al sol. “Tenemos que estar atentos a la vitamina D. Como positivo, podría decirles que de poder confirmarse este mayor riesgo en la población de mujeres con SOP, desde lo teórico, podría permitir estratificar el riesgo, por ejemplo, para distribuir vacunas si éstas fueran insuficientes para toda la población de mujeres jóvenes”, dijo a Infobae María Elisa Moltoni.
Colaboración: Valeria Chavez
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