Cinco países están estudiando si es conveniente hacer un intercambio entre las dosis de las 12 vacunas COVID-19 que han sido autorizadas para uso de emergencia y que se están aplicando en el mundo. Evalúan esa estrategia como una alternativa para las situaciones en que hay demoras en las entregas de dosis o preocupación por cuestiones de seguridad, entre otras razones. Pero aún no hay pruebas suficientes sobre sus beneficios. Un investigador prestigioso de la Universidad de Oxford advirtió que aún no se sabe cuál sería la mejor combinación entre las vacunas y que existiría el riesgo de se reduzca el nivel de tolerancia al recibir la segunda dosis de un producto que fue desarrollado en una plataforma diferente.
“Por ahora, la recomendación general es no intercambiar vacunas COVID-19. Porque no hay suficientes datos aún. Se está estudiando la posibilidad”, comentó a Infobae Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología (SAVE).
Uno de los cinco países que estudia la llamada “intercambiabilidad” de las vacunas es Canadá. Semanas atrás, las autoridades sanitarias de ese país habían informado que a las personas a las que se les inoculó la vacuna que comercializa AstraZeneca se les podría ofrecer una segunda dosis de otra vacuna.
El anuncio de Canadá fue a raíz del aumento de la incidencia de los raros coágulos de sangre relacionados con las primeras dosis producidas por el fabricante de medicamentos anglosueco. Sin embargo, el grupo científico que asesora a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en vacunación sostiene que los beneficios del ensayo clínica de la vacuna de AstraZeneca superan ampliamente a los riesgos, según las recomendaciones actualizadas que acaba de publicar.
Para averiguar si el intercambio de vacunas es seguro y eficaz, en Canadá se hará un ensayo clínico con diferentes vacunas para la primera y segunda dosis con 1.300 participantes adultos. El estudio se llevará a cabo en colaboración con el Grupo de Trabajo de Inmunidad COVID-19, el Grupo de Referencia de Vigilancia de Vacunas, la Red Canadiense de Investigación sobre Inmunización y la Universidad de Dalhousie. Ese trabajo investigará cuál es el efecto de las diferentes dosis y el tiempo de intervalo entre su aplicación y cuánto tiempo duraría su protección.
En tanto, en Corea del Sur, la autoridad sanitaria informó el 20 de mayo que llevaría a cabo un ensayo de combinación de vacunas COVID-19, con dosis del producto de AstraZeneca con las desarrolladas por Pfizer y otras empresas. En China, se estudia la combinación de dosis de la vacuna COVID-19 desarrollada por CanSino Biologics y una unidad de Chongqing Zhifei Biological Products. Allí, la autoridad sanitaria ha reconocido que estudia la posibilidad de combinar las dosis de la vacuna desarrolladas con diferentes tecnologías para aumentar su eficacia.
El Instituto de Salud y Bienestar de Finlandia daría una vacuna de ARN mensajero como segunda dosis a menores de 65 años que ya recibieron la de AstraZeneca. Esa decisión también recomendó el máximo organismo asesor en materia de salud de Francia para los menores de 55 años. Una decisión similar evalúa Noruega. En los Estados Unidos, por el momento, admiten el intercambio entre las dosis de las dos vacunas de ARN mensajero autorizadas.
La ministra de Sanidad de España, Carolina Darias, dijo el 19 de mayo que se permitiría a los menores de 60 años, que hayan recibido una primera dosis de la vacuna de AstraZeneca, recibir una segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca o de la de Pfizer/BioNTech. El Comité de Bioética de España recomendó que se diera la opción a 1,5 millón de trabajadores esenciales que aún esperan la segunda dosis. Podrían recibir la vacuna de Pfizer/BioNTech con consentimiento informado.
En España, se desarrolla uno de los estudios de intercambio de vacunas, que se llaman “Combivac”. El estudio en España se encuentra en fase 2. Los participantes son personas menores de 60 años que ya habían recibido una primera y única dosis de la vacuna de AstraZeneca. Las personas participantes debían estar como mínimo en la octava semana post-primera dosis.
Según informaron en un comunicado los investigadores de España, “los primeros resultados señalan que esta pauta de vacunación heteróloga es altamente inmunogénica y no presenta problemas de reactogenicidad postvacunación diferentes a los ya comunicados en el uso homólogo (en solitario) de esas mismas vacunas”. Esto significaría que la respuesta del sistema inmune se potencia mucho tras la segunda dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech.
Sin embargo, los estudios aún no han arrojado pruebas concluyentes. “Lo que aún no sabemos del todo es cuál es la mejor combinación. Qué vacuna es preferible inyectar primero. Eso es lo que los nuevos estudios deben responder, para optimizar la combinación”, señaló Andrew Pollard, director del Grupo de Vacunas de la Universidad de Oxford, en Inglaterra. Allí, llevan adelante otro estudio, el ComCOV, que brindará respuestas en uno o dos meses.
Las primeras conclusiones del estudio en Inglaterra revelaron que las personas que recibieron la vacuna de Pfizer seguida de una dosis de la de AstraZeneca, o viceversa, tenían más probabilidades de manifestar síntomas comunes leves o moderados tras la vacunación que si recibían dos del mismo tipo. Esa mayor frecuencia de efectos adversos podría reducir el nivel de tolerancia de la combinación, aunque según el doctor Pollard.
Además en Inglaterra se hará otro ensayo en junio que incluirán siete vacunas para evaluar si necesitan un tercer refuerzo. En ese estudio, se usarán dosis de la vacuna de la empresa Novavax, que informó que se evaluará la combinación de dosis.
“Los resultados preliminares de intercambio hablan de una buena respuesta en eficacia, pero aún están en curso. Las vacunas de ARN mensajero tendrían mejores perspectivas para llevar a cabo el intercambio”, sostuvo Liliana Vázquez, médica infectóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI). “Es posible -estimó la doctora Vázquez al ser consultada por Infobae- que la infección del coronavirus circule en menor proporción en el futuro como lo hace la gripe. Quizá en el futuro se use el intercambio de vacunas diferentes. También es posible que se necesite un refuerzo de las vacunas COVID-19 y el intercambio de dosis diferentes podría tener un rol”.
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