“Por la alta circulación del coronavirus, podría surgir otra variante en Sudamérica”, advierte Juliette Morgan, la representante regional de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos. Desde octubre del año pasado, Morgan conduce una oficina con la que el país del Norte intenta aumentar los vínculos de cooperación técnica para detectar a tiempo las amenazas de microorganismos contra la salud pública. La emergencia de otra variante en Sudamérica no sería algo infrecuente. De hecho, ya circula de manera dominante la P.1, más conocida como la variante de Manaos, que se detectó en diciembre.
En diálogo exclusivo con Infobae por videollamada desde Brasilia, Morgan contó qué hicieron los epidemiólogos del CDC en Sudamérica cuando surgió la variante de preocupación de Manaos, y qué harán para saber en el mundo real si las variantes están reduciendo la eficacia de las diferentes vacunas que están aplicando en América del Sur, incluyendo las elaboradas en China, India y Rusia.
Morgan conoce muy bien la región. Habla en español perfectamente y usa el “vos” cuando se comunica en ese idioma. Si bien nació en una localidad pequeña de California, Estados Unidos, vivió parte de su parte de su infancia y juventud en la Argentina y se graduó como médica en la Universidad de Buenos Aires, en 1997. El 7 de mayo pasado mantuvo una reunión virtual de trabajo con la Ministra de Salud de Argentina, Carla Vizzotti.
Morgan, quien lleva 24 años trabajando en los CDC, contó que esa agencia federal de Estados Unidos busca aumentar la cooperación técnica con otras regiones del mundo. Antes solo tenía una oficina relacionada con la epidemia de VIH en Brasil. Desde el año pasado, se le sumó la oficina regional, que apunta a diferentes enfermedades infecciosas. “Queremos identificar oportunidades para colaborar y aprender juntos especialmente en la situación que estamos para prevenir y responder a todas las amenazas contra la salud pública de la región”, comentó a Infobae.
Uno de los focos de mayor interés es el impacto de las nuevas variantes del coronavirus en la evolución de la pandemia. “En Manaos, Brasil, ya se había registrado una primera ola muy severa de COVID-19 durante el año pasado. Había un nivel alto de inmunidad por la cantidad de personas que habían adquirido el virus. Hubo publicaciones serias con datos que indicaban que el nivel de anticuerpos era alto”, recordó. En enero, se publicó un trabajo en la revista Science en el que se afirmaba que la inmunidad por la infección natural del coronavirus se había producido en el 76% de la población de Manaos. Sin embargo, el coronavirus volvió a golpear fuerte en 2021.
¿Por qué los casos volvieron a crecer en Manaos a pesar de que había una alta inmunidad?, preguntó Infobae. “Es la pregunta que queremos contestar. En enero, seis epidemiólogos de los CDC en Estados Unidos vinieron a Brasil para entender el impacto epidemiológico de la variante P.1. Obviamente, hay casos de reinfección. Estamos haciendo un trabajo sobre si la variante es más transmisible y cómo se transmite. Tenemos datos preliminares. La transmisibilidad de la variante P.1 se había calculado en base a modelos computacionales. Esos modelos señalan que ese variante sería más transmisible. Tenemos indicios de que estarían en lo cierto”, dijo.
El trabajo del CDC aún está en producción. “Estamos haciendo diferentes estudios de laboratorio. Hay una coincidencia temporal entre la variante y la onda de más casos de COVID-19. Cuando se estudian las muestras de casos, la prevalencia de P-1 es dominante sobre las otras variantes que están circulando. En algunas ciudades de Brasil, la variante P.1 está hasta en el 90% de las muestras que se secuencian”.
Para Morgan, no hay dudas acerca del impacto de la variante de Manaos (P.1) sobre la segunda ola de la pandemia en Sudamérica, que afectaría más a la población joven. “Hay suficiente evidencia hoy -remarcó- para decir que lo que estamos viendo ahora en Brasil y, consecuentemente, en los países vecinos, se debe a la introducción de una variante que tiene capacidad de transmitirse más fácil. Tal vez puede infectar a personas que ya tuvieron la enfermedad”.
¿Qué pasaría con la efectividad de las vacunas contra el COVID-19 tras la aparición de las variantes de preocupación? “Lo que no sabemos es si las vacunas todavía son efectivas. Tenemos esa pregunta. Porque aún no hay evidencia de que haya una reducción significativa de la efectividad de las vacunas por las nuevas variantes”, reconoció Morgan.
La vacuna CoronaVac fue desarrollada en China. En Brasil y Chile ya han observado que las dosis aplicadas igual confieren protección contra formas severas y mortalidad a las personas aunque ya circulen las nuevas variantes.
La gran preocupación global de las variantes se da en escenarios como Sudamérica en los que “hay una introducción muy lenta de la vacunación”, sostuvo Morgan. Se da la primera dosis y, mucho más tarde, la segunda. Las personas con la primera dosis se exponen y no tienen la protección que les daría la segunda dosis. “En Sudamérica hay mucho virus replicando, y es capaz de mutarse en formas que dominan a las otras variantes. Pasó en India y en Brasil -subrayó-. Por eso, es importante reducir lo más posible la circulación del virus, y aumentar la vacunación para terminar con la pandemia. En momentos de tanta transmisión, es importante que las personas no compartan su virus”.
Más contagios aumentan las chances de más variantes y más colapso en los hospitales. “Cuando tanta gente se enferma al mismo tiempo, el problema es la capacidad del sistema de salud para responder. El virus no parará. Hay que tenerlo en cuenta. Si no hay vacunas y no se hace una alta cobertura al mismo tiempo, hay que recurrir a las intervenciones que usamos el año pasado. Estamos cansados con ellas, pero hay que entender que al virus no le importa que nosotros estemos cansados. Desafortunadamente, afecta la situación económica y la salud mental. Pero es necesario seguir las medidas de cuidado para evitar que el sistema de salud colapse y salvar vidas”, argumentó.
“La situación de América del Sur es grave. Tenemos que hacer vigilancia genómica frente a la posibilidad de que alguna nueva variante surja. Cuando hay mucha transmisión, hay más probabilidad de que surjan variantes”. ¿Y cuándo se lograría la inmunidad de rebaño por la vacunación a nivel mundial?, le preguntó Infobae. Aún no se sabe. “Lo que pasa en la India o en la Argentina es relevante para todo el mundo. Porque estamos interconectados”, dijo. En los Estados Unidos, se han reducido de manera significativa los casos de COVID-19 en personas mayores porque ya más de la mitad de esa población s encuentra vacunada.
El impacto de la vacunación es significativo en la reducción de la incidencia de los nuevos casos. “Igual en los Estados Unidos, hay aún muchos casos de infectados y más de 300 muertes por día. Es decir, hay transmisión todavía. Hay que tener en cuenta que la introducción de una variante podría hacer que vuelvan a aumentar los casos”, expresó Morgan.
El CDC tiene en proyecto aumentar el trabajo de investigación sobre resistencia a los antibióticos, y sobre la pandemia en la región. “Estamos desarrollando un protocolo para evaluar en el mundo real la efectividad de las vacunas contra el COVID-19 en Chile, Uruguay y Argentina. Podemos tener resultados más robustos al estudiar diferentes vacunas en diferentes localidades”, dijo la doctora Morgan, quien a los 23 años se fue a Atlanta, Estados Unidos, para una especialización en infectología y luego la epidemiología de campo en el CDC. En ese protocolo que están elaborando para Sudamérica, incluirían las vacunas desarrolladas en Estados Unidos, Inglaterra, Rusia, y China. “Tenemos que saber para tomar decisiones. Todo el mundo está interesado en saber cómo funcionan las vacunas en relación a las variantes”.
La experta también respondió sobre la “pregunta del millón” en 2021: ¿Cuándo termina la pandemia?”. “Hay posibilidad de que el COVID-19 se convierta en una enfermedad endémica, como la gripe. Todos los años nos vacunaríamos contra el coronavirus, y alguna parte de la población necesitaría internación. Pero no tendría un impacto tan devastador como ahora está teniendo”, opinó. “La otra alternativa es que las vacunas de ARN mensajero contra el COVID-19 revolucionen la situación. Son increíblemente efectivas. También podrían ayudar para el cáncer. Si tuviéramos una estrategia global, se podría limitar la transmisión. Pero soy un poco pesimista. Creo que habrá una reducción importante del COVID-19, y que vamos a convivir con el virus los próximos años”.
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