El primer estudio observacional publicado este jueves en la revista The Lancet sobre los resultados de la inmunización contra el coronavirus generada por la vacuna de Pfizer y BioNTech en Israel confirma una protección superior al 95% frente a contagios y hospitalizaciones, aunque el nivel de efectividad cae cuando una persona solo recibe una de las dos dosis.
El país tiene más de la mitad de su población adulta inmunizada con las dos inyecciones (58%) y es un gran campo de análisis para comprender la reducción de la propagación del virus y el efecto de las medidas de contención y posterior desescalada. Por eso el mundo mira con atención los resultados, mientras Israel ha logrado normalizar las actividades a partir de una exitosa campaña de vacunación.
El estudio, que es el más amplio realizado hasta el momento por científicos de Pfizer y el gobierno israelí, destaca “los beneficios para la salud pública de un programa nacional de vacunación”, que ha sido “el principal motor de la disminución de las infecciones por COVID-19”.
Sin embargo, el mismo estudio advierte sobre el “cuidado al generalizar estas conclusiones a otras naciones”, porque la velocidad de los programas de vacunación y la evolución de la pandemia difieren, además de observarse la circulación de otras variantes.
El texto es la versión publicada y revisada por otros científicos independientes de los primeros resultados revelados en marzo por Pfizer y el Ministerio de Salud israelí. Se relaciona con los datos de salud recopilados entre el 24 de enero y el 3 de abril, cuando el 72% de los mayores de 16 (casi 5 millones de personas) y el 90% de los mayores de 65 en Israel habían recibido sus dos dosis de la vacuna Pfizer / BioNTech. El análisis se centra en la eficacia de la vacuna frente a la variante inglesa (denominada B.1.1.7), dominante en el país.
La observación tuvo en cuenta datos de vigilancia nacional de los primeros 4 meses de la campaña de vacunación para determinar los casos incidentes de infecciones y resultados de SARS-CoV-2 confirmados por laboratorio, así como la absorción de la vacuna en residentes de Israel de 16 años o más.
Alta eficacia
Otro de los datos que refleja la publicación, es que el desarrollo es “altamente eficaz” siete días después de la segunda dosis: protege al 95,3% de infecciones, al 97,2% de hospitalizaciones y al 96,7% de muertes. Estos niveles de protección siguen siendo similares entre los mayores de 85 años.
No obstante, el estudio marca una caída con un primer “golpe”. Cuando las personas han recibido solo una de las dos dosis el descenso es notorio: el 57,7% contra la infección, el 75,7% contra las hospitalizaciones y el 77% contra las muertes en los mayores de 16 años.
Esta investigación en vida real “muestra la importancia de una vacunación completa en adultos”, con dos dosis, juzgan los autores. Según ellos, una sola dosis también podría ofrecer una protección más corta, especialmente con la aparición de variantes más resistentes a la vacuna.
Durante el tiempo de análisis, hubo 232.268 infecciones por COVID-19 confirmadas en Israel (con 4.481 infecciones graves y 1.113 muertes), y casi el 95% de las muestras analizadas eran de la variante inglesa.
Los investigadores señalan que esto no ha permitido estudiar la efectividad de la vacuna contra la variante sudafricana, también circulando en el país. En febrero, un primer estudio a gran escala (1,2 millones de personas) realizado en Israel y publicado en la revista NEJM había llegado a conclusiones similares.
La campaña para lograr la inmunidad israelí comenzó en un contexto de aumento de las infecciones, que alcanzaron un máximo de 10.213 contagios diarios en enero del ano 2021. Sobre fin de diciembre, ya se había decretado un estricto confinamiento que se extendió hasta marzo. Actualmente, el país ha recuperado su normalidad, incluso sin barbijos y distanciamiento social.
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