La “inmunidad de rebaño” o “inmunidad colectiva” es la protección indirecta contra una enfermedad infecciosa que se consigue cuando una población se vuelve inmune, ya sea como resultado de la vacunación o de haber presentado la infección con anterioridad. A través de las vacunas contra el COVID-19, que fueron desarrolladas en menos de un año y han demostrado eficacia y seguridad, se busca reducir principalmente la cantidad de casos graves y muertes, y alcanzar la inmunidad de rebaño para bajar la circulación. Pero en los Estados Unidos, que ya aplicó más de 247 millones de dosis, podría tener dificultad para alcanzar la ansiada inmunidad de rebaño por -entre otras razones- actitudes de resistencia de algunas personas que no van a aplicarse las dosis que corresponden.
La inmunidad de rebaño en el caso de la infección por el coronavirus se alcanzaría con más del 80% de la población vacunada en los Estados Unidos. Sin embargo, hoy ese porcentaje es considerado casi inalcanzable por los expertos en salud pública e infectología. Incluso, ya reconocen que existe la posibilidad de que el coronavirus siga circulando como lo hace el virus de la gripe durante los inviernos.
“La inmunidad de rebaño se alcanzaría con el 85% de la población mayor de 16 años con la vacunación en los Estados Unidos. Con ese porcentaje se lograría terminar con esta fase de la pandemia, y sin la posibilidad de emergencia de nuevas variantes. Después de lograr esa fase, se deberá seguir trabajando en la vacunación hasta lograr coberturas mayores al 95% y que no haya más casos de enfermedad”, dijo a Infobae la doctora Silvia González Ayala, profesora de la Universidad Nacional de La Plata y la Sociedad Argentina de Infectología.
“Se necesita una alta tasa de vacunación para alcanzar la inmunidad de rebaño. En los Estados Unidos, los grupos antivacunas son importantes y restan la posibilidad de acceder a la inmunidad a una buena parte de la población”, comentó a Infobae Liliana Vázquez, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología. “Las nuevas variantes que ya circulan -las de Manao, Reino Unido, Sudáfrica y la de la India- son aún mas contagiosos”, recordó.
“Se necesita que la mayor parte de la población sea vacunada, incluso los niños, si se busca alcanzar la inmunidad de rebaño. Si no, es posible que el coronavirus siga circulando como lo hace el virus de la gripe en época invernal”, señaló la doctora Vázquez.
Anthony Fauci, el más alto asesor del gobierno del Presidente Joe Biden en el tema de la COVID-19, comentó que “la gente se estaba confundiendo y pensaba que nunca íbamos a bajar las infecciones hasta llegar a ese mítico nivel de la inmunidad de rebaño, cualquiera que sea ese número”.
El año pasado, la gente creía que la inmunidad de rebaño se iba a alcanzar solo con la cantidad de personas que se infectaban. Por eso, Fauci salió a aclarar que la vacunación es necesaria: “Lo que quiero decir es lo siguiente: olviden eso un momento; si se vacuna la cantidad suficiente de personas, disminuirán los contagios”.
Ya el año pasado Fauci había destacado el beneficio de la vacunación para la salud pública debido al potencial que tiene para reducir la propagación. “No sólo es bueno para usted, su familia y su comunidad, sino que tendrá una repercusión muy importante en la dinámica del brote en nuestro país”, había afirmado.
En febrero, el especialista en análisis de datos Youyang Gu cambió el nombre de su popular modelo de pronóstico COVID-19 de “Camino a la inmunidad de manada” a “Camino a la normalidad”. Dijo que parecía improbable alcanzar un umbral de inmunidad colectiva debido a factores como la vacilación de las vacunas, la aparición de nuevas variantes y la demora en la llegada de las vacunas para los niños.
Una de las razones que podrían interferir en el logro de la inmunidad de rebaño es que una parte de la población de los Estados Unidos se resiste a vacunarse. Las encuestas revelan que el 30 por ciento de la población sigue reacia a vacunarse. “En teoría, es posible tener una cobertura de vacunación de alrededor del 90 por ciento, pero yo diría que realmente no es muy probable”, comentó al diario The New York Times Marc Lipsitch, investigador de salud pública en la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad de Harvard.
Otro problema es el gran territorio del país del Norte. Aun si a nivel nacional la cobertura de vacunación para COVID-19 llegara al 95%, podría haber pueblos con una cobertura del 70%. Esas diferencias podrían favorecer que la circulación del coronavirus continúe en esos pueblos, que a su vez podrían influir en el rebrotes al estar conectados con otras localidades. Además, como país, los Estados Unidos también tiene conectividad con otras naciones, y las aumentará en tanto bajen las restricciones de viajes. Por eso, especialistas como Natalie E. Dean, bioestadística de la Universidad de Florida, señalan que hay que prestar atención a la salud de la población de otros países. Porque las nuevas variantes que aparezcan también podrían llegar con viajeros a Estados Unidos y contagiar.
Con respecto a vacunas para otras enfermedades infecciosas, el porcentaje para alcanzar la inmunidad de rebaño varía. Para lograr la inmunidad colectiva contra el sarampión es necesario vacunar aproximadamente al 95 % de una población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El otro 5 % estará protegido porque el sarampión no se propagará entre las personas vacunadas. En el caso de la poliomielitis, el umbral es aproximadamente del 80 %.
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