Una reciente investigación realizada por científicos chinos advirtió que los hombres que toman alcohol mientras intentan tener un bebé, incluso una vez a la semana, tienen más de un tercio de probabilidades de que nazca con defectos de nacimiento.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron los hábitos de consumo de alcohol antes de la concepción y los nacimientos de más de 500.000 parejas en China.
En el caso de las madres, solo el 3% consumió alcohol en los seis meses anteriores a la concepción, lo que le permitió al equipo una mirada focalizada en el impacto de la bebida en los hombres. Los hallazgos completos del estudio se publicaron en la revista científica JAMA Pediatrics.
En los países occidentales, se estima que hasta un 30 por ciento de las mujeres toman alcohol antes o durante el embarazo, lo que dificulta la evaluación del efecto de los padres que beben.
Así fue como el equipo descubrió que el consumo paterno de alcohol no solo aumenta el riesgo de defectos de nacimiento en general, sino que también aumenta el riesgo de que padezcan labio laporino en un 55 por ciento.
El labio leporino y el paladar hendido ocurren cuando partes de la cara no se fusionan adecuadamente durante el desarrollo fetal y se observan en 1 de cada 700 nacimientos en el mundo y en la Argentina la tasa estimada es 1.4 por cada 1.000 nacidos vivos.
Los hallazgos se suman a la creciente evidencia de que los estilos de vida de los padres, no solo de las madres, tienen el potencial de afectar el crecimiento de los fetos en el útero.
“Se recomienda ampliamente que las mujeres dejen de consumir alcohol antes y durante el embarazo”, dijo el autor del artículo y ginecólogo Xiaotian Li de la Universidad Fudan en Shanghai, en el este de China. Y agregó que “los efectos de que los padres que intentan concebir tomen alcohol apenas se ha considerado, hasta ahora”.
“Nuestro hallazgo sugiere que se debe alentar a los futuros padres a modificar su consumo de alcohol antes de concebir para reducir el riesgo de complicaciones fetales”, agregó el profesor Li y añadió: “La exposición paterna al alcohol aumenta biológicamente el riesgo de anomalías en los espermatozoides”.
En su estudio, el profesor Li y sus colegas analizaron datos sobre los resultados del embarazo de 529.090 parejas que vivían en China y su consumo de alcohol en los seis meses anteriores a la concepción.
Los hombres bebieron al menos una vez a la semana en este período en el 31,2 por ciento de las parejas, mientras que sólo el 3,3 por ciento de las mujeres hizo lo mismo.
Los padres informaron de 609 niños con defectos de nacimiento en las seis semanas posteriores al parto.
El análisis de los investigadores reveló que una vez que se tuvieron en cuenta otros factores, los niños tenían un 35 por ciento más de probabilidades de tener un defecto congénito si su padre había bebido una vez a la semana o más en los seis meses anteriores a la concepción.
Además, el equipo descubrió que las probabilidades de labio leporino y paladar hendido aumentaron específicamente en un 55 por ciento entre los hijos de padres que bebieron mientras intentaban tener un bebé con su pareja.
“Este estudio tuvo como objetivo investigar la asociación entre el consumo paterno de alcohol antes del embarazo y los defectos de nacimiento para proporcionar evidencia de apoyo para el abandono del alcohol en la atención médica previa a la concepción”, analizó el profesor Li.
Se trata de información que proporciona evidencia para la recomendación clínica y la elaboración de estrategias de salud pública para mejorar la calidad de vida de la descendencia.
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