Desde que comenzó la pandemia de coronavirus, la aparición de nuevas variantes viene siendo tema de preocupación en la comunidad científica. Es que varias de ellas, según se sabe, son más contagiosas y peligrosas. Este es el caso de la variante británica, conocida también como la B.1.1.7, es una de las más contagiosas, que afecta especialmente a los jóvenes.
Así los expresó recientemente la propia doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés): “Los casos (de COVID-19) y los ingresos a las salas de urgencias van en aumento. Estamos registrando estos aumentos en adultos jóvenes, la mayoría de los cuales aún no se han vacunado”.
Desde hace un tiempo ya que se ha abandonado la creencia de que solo los adultos mayores o las personas con enfermedades preexistentes corren el riesgo de padecer una enfermedad grave de COVID-19. Pero ¿por qué la variante B.1.1.7 es la más contagiosa? Los virus mutan todo el tiempo, y la mayoría de sus mutaciones no son muy importantes. Pero, si llegan a ser significativas, pueden causar variantes nuevas y más peligrosas de un virus.
“La variante B.1.1.7 tiene mutaciones que le permiten adherirse más a las células”, explicó el doctor Jonathan Reiner, profesor de medicina y cirugía en la Universidad George Washington. “Hay una pequeña diferencia en la forma en la que la proteína de pico (B.1.1.7) se aferra, lo que hace que se adhiera a tus células con mayor facilidad”, agregó la doctora Megan Ranney, médica de urgencias y directora del Centro Brown Lifespan para la Salud Digital.
La cepa original del nuevo coronavirus necesita entonces algo de inóculo, una determinada cantidad del virus, para que la infección básicamente se adhiera. “¿Es suficiente una partícula viral para enfermarte? No, probablemente no. Por otro lado, a veces un inóculo masivo puede matar a una persona que de otro modo estaría sana. Y lo hemos visto en trabajadores de las salud”, agregó Reiner.
“Así que estas nuevas variantes, especialmente la del Reino Unido, parecen ser más pegajosas. Entonces, la noción es que es más contagiosa, por así decirlo, porque potencialmente no necesita tanto inóculo para enfermar”, completó el especialista. Así es que uno puedes estar en un lugar y quizás tener una exposición breve o pequeña y luego infectarte. Y debido a que la variante B.1.1.7 es más pegajosa, “puede que se tenga una carga viral más alta”, dijo Reiner.
Dos estudios publicados recientemente afirman que la cepa B.1.1.7, no está vinculada con formas más graves de COVID-19, contrariamente a las conclusiones de investigaciones previas, aunque confirman que es mucho más contagiosa que las cepas anteriores. La relevancia de los estudios está vinculado con la aparición de variantes con mutaciones específicas que plantean preocupaciones relacionadas con las campañas de vacunación masiva y el uso de anticuerpos monoclonales.
En este estudio, se secuenciaron y analizaron muestras positivas para SARS-CoV-2 en PCR, para pacientes ingresados de forma aguda en uno de los dos hospitales, el University College Hospital y el Hospital Universitario de North Middlesex, ambos de Londres. Los responsables del primer estudio, publicado en The Lancet Infectious Diseases, analizaron datos de 341 pacientes de COVID-19 internados entre el 9 de noviembre y el 20 de diciembre, con la aparición de la variante 501 Y.V1, que ahora domina en gran medida en Europa y otras partes del mundo.
Los investigadores demostraron que las muestras de pacientes infectados con la variante contenían, en promedio, una mayor cantidad de virus, lo que indica una mayor transmisibilidad para los contagiados con este tipo.
Publicado en The Lancet Public Health, el segundo estudio analiza datos de casi 37.000 usuarios del Reino Unido de una aplicación móvil diseñada para informar sus síntomas por coronavirus, a quienes se les diagnosticó positivo entre el 28 de septiembre y el 27 de diciembre.
Del número de personas que reportaron síntomas cada semana en una zona determinada, concluyó que la variante “británica” tenía una tasa de reproducción 1,35 veces mayor, es decir, que cada paciente infectado contagia en promedio un 35% más de personas que con los que circulaban anteriormente.
Cada vez hay más jóvenes hospitalizados por COVID-19
Ya se han reportado casos de la variante B.1.1.7 en los 50 estados de Estados Unidos de acuerdo informaron los CDC. “Lo que ahora estamos viendo en muchos lugares son jóvenes enfermos, jóvenes hospitalizados. Mientras que al principio de la pandemia, eran principalmente personas mayores. La explicación para esto podría ser tan simple como que la población de mayor edad en este país o bien ya se expuso este virus, murió por el virus o se vacunó contra el virus”, relató Reiner.
Según datos de los CDC, hasta el sábado pasado, más del 78% de las personas de 65 años o mayores recibió al menos una dosis de la vacuna, mientras el 60% se vacunó completamente. En el caso de “los no vacunados, que son quienes se están infectando, se registró un gran número de jóvenes, que son los que se están atendiendo en los hospitales ahora. En marzo, Nueva Jersey registró un aumento del 31% en las hospitalizaciones por COVID-19 entre adultos jóvenes de 20 a 29 años”, según el comisionado de salud del estado. El grupo de 40 a 49 años presentó un incremento del 48% en las hospitalizaciones debido al virus.
“Ha sido un aumento gradual de la proporción de personas más jóvenes en los últimos dos meses”, dijo la médica Ranney. Y agregó: “Si tomamos la semana del 26 de diciembre o del 2 de enero, los mayores de 65 años representaban, digamos, 3.000 (hospitalizaciones). Y el resto en conjunto otros 3.000. Más del 50% eran mayores de 65 años”.
Sin embargo, para el 27 de marzo, “aproximadamente (la proporción) era un tercio de 18 a 48 años, aproximadamente un tercio de 50 a 64 años, y luego aproximadamente un tercio de 65 años o más”, indicó Ranney, quien, al ser médica de urgencias, expresó que usualmente atiende a pacientes jóvenes y previamente sanos que luchan contra el coronavirus: “En todos los turnos de urgencias veo al menos a algunas personas que están allí porque tienen problemas persistentes para respirar u otros efectos secundarios como consecuencia del COVID-19″.
El doctor Justin Skrzynski atiende casos de COVID-19 en el Hospital Beaumont de Royal Oak, en Michigan. Skrzynski señaló que el centro envía parte de sus muestras de coronavirus al estado para que el ADN se analice. “En este momento, la prueba usual de COVID-19 que hacemos muestra si se tiene la enfermedad o no. Pero enviamos muchas de ellas al estado, y registramos algo así como que el 40% de nuestros pacientes ahora tiene B.1.1.7″, dijo Skrzynski
Reiner cree que tanto el comportamiento humano como lo “pegajosa” que es la variante B.1.1.7 provocan más hospitalizaciones por COVID-19 justamente entre los jóvenes. “Puede ser simplemente porque (más jóvenes) se infectan… y quizás el inóculo, la carga viral, es mayor”, dijo.
A lo largo de la pandemia, los médicos han observado que algunos pacientes jóvenes, previamente sanos, sufren tormentas de citoquinas de COVID-19. Lo que básicamente se refiere a cuando el sistema inmunológico de alguien reacciona de forma exagerada. “A medida que la B.1.1.7 se extiende, es posible que aumente el número de jóvenes con tormentas de citoquinas”, dijo Reiner. “Hemos visto llegar a nuestro hospital a personas muy jóvenes (de poco más de 20 años) que han necesitado ser conectadas a un ECMO, que es básicamente una máquina cardiopulmonar, durante días o incluso semanas porque llegan con una cardiopatía, que es una respuesta a una tormenta de citoquinas”, agregó.
“El COVID-19 no tiene que matarte para destrozar tu vida”
A medida que más jóvenes se infectan, a los médicos les preocupa la posibilidad de que aumente una tendencia inquietante que han observado durante meses: complicaciones a largo plazo. “No puedo decir cuántas personas he atendido en urgencias que tienen 20, 30 y 40 años, que nunca han estado tan enfermas como para terminar en urgencias con COVID-19, pero que ahora tienen dificultades respiratorias a largo plazo. O tienen una pérdida persistente del gusto y el olfato, y están bajando de peso porque no les da alegría comer. O tienen ese tipo de confusión mental de la que oímos hablar con el COVID-19 a largo plazo. Y no es universal. No todas las personas que se contagian de COVID-19 van a tener eso. Pero existe la realidad de que esta enfermedad no es benigna, independientemente de que estén hospitalizados o en la UCI”, relató Ranney.
“Así que creo que existe esta falsa sensación de ‘soy inmune a la enfermedad solo porque soy joven’ y de ‘incluso si me contagio, estaré bien’. Puede que tengas suerte. Y puede ser cierto, que si te contagias, estarás bien. Pero también existe la posibilidad de que no”, advirtió.
Reiner también mencionó que algunos síntomas de COVID-19 persistentes en los jóvenes han durado aproximadamente un año. “Síntomas debilitantes que han aparecido tras la infección por coronavirus”, dijo. Y expresó: “Les diría a los jóvenes es que el covid-19 no tiene que matarte para destrozar tu vida”.
Los expertos en salud afirman que es fundamental seguir practicando las medidas de seguridad contra el COVID-19 hasta que muchas más personas se vacunen. Sin embargo, algunos estados eliminaron el uso obligatorio de tapa boca o reabrieron los bares a su máxima capacidad, justo cuando la cepa B.1.1.7 se extiende rápidamente. “Es probable que esto favorezca la propagación de la B.1.1.7 entre los jóvenes”, dijo Reiner al respecto.
Los jóvenes son los que van más a los bares. “Son las personas que se reúnen para almorzar. Las personas mayores de este país llevan un año encerradas porque les preocupa morir a causa de este virus. Los jóvenes de este país no se han preocupado tanto de morir. Y hay mucha fatiga pandémica”, graficó. “Suspender el mandato del uso de tapa bocas no tiene ningún sentido. No hay ninguna dificultad económica ni personal en exigir a una persona que use una mascarilla cuando se encuentra en público”, agregó
Variante B.1.1.7 de COVID-19 también se propaga entre los niños
No solo los adultos jóvenes se contagian con esta variante. También están apareciendo más casos de B.1.1.7 entre los chicos. “Estamos registrando un mayor número de niños que dan positivo en las pruebas de B.1.1.7, que en las de otros tipos del virus”, dijo Ranney. Y agregó al respecto: “No significa necesariamente que los niños sean más susceptibles a la B.1.1.7., sino que que es más probable que estén expuestos a ella. Tanto porque están fuera de casa como porque esta cepa es más transmisible”.
Aunque el aprendizaje en las aulas es bastante seguro cuando se toman las medidas de seguridad adecuadas, las autoridades sanitarias afirman que las actividades extracurriculares, como puede ser los deportes, provocan que más niños se contagien del COVID-19. Las muertes por coronavirus entre los niños son extremadamente raras, pero se han producido.
Algunos niños que han contraído el coronavirus han padecido el MIS-C, o síndrome inflamatorio multisistémico, que es poco frecuente.
¿Cuáles son las formas más sencillas de acabar con la variante B.1.1.7?
En la pandemia hay -parece mentira- algunas buenas noticias van a apareciendo. La variante B.1.1.7 no necesita una nueva estrategia para combatirla. Pero sí debemos seguir de cerca las directrices existentes para acabar con esta variante tan contagiosa. “Aunque es más transmisible, todos los datos que tenemos respaldan el hecho de que podemos detenerla con las mismas técnicas que hemos usado para otras variantes”, dijo Ranney. Y agregó: “Así que sigue tratándose de mascarillas, distanciamiento físico, ventilación y vacunas. Y nuestras vacunas actuales, y esto es realmente crucial, funcionan muy bien contra la B.1.1.7″.
Ahora bien, cuanto más tiempo circula un virus, más oportunidades tiene de desarrollar nuevas mutaciones. Y si las mutaciones son significativas, pueden dar lugar a variantes más problemáticas, incluyendo algunas que podrían evadir la protección de la vacuna. “Para mí, esto es una señal de alarma. Es una señal de lo que podría ocurrir”, dijo Ranney. La variante B.1.1.7 “se propaga con mayor facilidad. Está aumentando el número de casos. Estamos registrando algunos incrementos en las hospitalizaciones, probablemente debido a la propagación de la B.1.1.7. Pero las vacunas actúan contra ella», expresó.
“Puede haber futuras variantes con las que no tengamos tanta suerte”, finalizó Ranney.
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