La historia exitosa de la mujer que recibió el primer trasplante de tráquea en Estados Unidos

Sonia Sein tenía dañada la tráquea a partir de un asma agravado que le impedía hablar más de 5 minutos seguidos. Ahora baila, habla y juega con sus nietos. Por qué se estima que el trasplante de tráquea podría ser útil para pacientes afectados por COVID-19 de manera grave

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Sonia Sein habla con el líder del equipo que le hizo el trasplante de tráquea en Nueva York. El doctor Eric Genden y Sandy Florman del Hospital Mt. Sinai consideran que la operación podría ayudar también a pacientes que han sufrido el COVID-19 y se dañaron la tráquea por el tiempo que estuvieron con el respirador mecánico (AP Photo/Marshall Ritzel)
Sonia Sein habla con el líder del equipo que le hizo el trasplante de tráquea en Nueva York. El doctor Eric Genden y Sandy Florman del Hospital Mt. Sinai consideran que la operación podría ayudar también a pacientes que han sufrido el COVID-19 y se dañaron la tráquea por el tiempo que estuvieron con el respirador mecánico (AP Photo/Marshall Ritzel)

Una mujer de 56 años, que vive en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, se convirtió en la primera paciente que recibió a través de un trasplante la tráquea donada por otra persona. La operación duró 18 horas y se hizo a partir de la donación directa. Resultó hasta el momento exitosa y sería la primera intervención de ese tipo en el mundo.

La mujer, Sonia Sein, había sufrido un daño irreparable en su propia tráquea. Recibió el trasplante en enero pasado. Llevaba seis años soportando un tubo insertado en la tráquea para mantenerla con vida, pero su malestar y angustia eran cada vez más insoportables. Necesitaba cuidadores a domicilio y había dejado la carrera de trabajadora social para mujeres embarazadas. No podía hablar más de 5 minutos seguidos. Ahora, en cambio, ya baila, habla y juega con sus nietos.

La tráquea es la vía aérea que lleva el aire a los pulmones. Sein tenía su tráquea gravemente dañada debido a la intubación repetida tras un ataque de asma en 2014. Hubo varios intentos quirúrgicos fallidos de reconstruir su tráquea que provocaron un daño mayor.

El 22 de marzo la paciente Sonia Sein se hizo un control con sus médicos por el trasplante. Los últimos 6 años ha tenido enormes dificultades para respirar. Ahora valora que puede volver a respirar libremente tras recibir la tráquea donada (AP Photo/Marshall Ritzel)
El 22 de marzo la paciente Sonia Sein se hizo un control con sus médicos por el trasplante. Los últimos 6 años ha tenido enormes dificultades para respirar. Ahora valora que puede volver a respirar libremente tras recibir la tráquea donada (AP Photo/Marshall Ritzel)

Respiraba a través de una traqueotomía -un orificio creado quirúrgicamente en su cuello- y corría un alto riesgo de asfixia y muerte debido a la progresión de su enfermedad de las vías respiratorias y a la probabilidad de que su tráquea se colapsara. El miedo a dormirse y no despertarse nunca más fue la principal motivación de la paciente para someterse al trasplante de tráquea, que es un procedimiento experimental.

El trasplante fue desarrollado y dirigido por el doctor Eric Genden, presidente de otorrinolaringología-cirugía de cabeza y cuello del Sistema de Salud Mount Sinai de Nueva York. Consideran que es un hito porque -a diferencia de los riñones, los corazones y los pulmones- la tráquea ha desafiado décadas de intentos de trasplante. Hubo intentos de trasplantes a partir de células madre en Suecia, pero resultaron ser un escándalo porque el cirujano Paolo Macchiarini cometió un fraude. La mayoría de sus pacientes fallecieron.
El trasplante se hizo en enero después de 30 años de investigación. La tráquea conecta la laringe con los pulmones, y no era fácil dar flujo sanguíneo al órgano después de hacer la procuración desde una persona donante al receptor (AP Photo/Marshall Ritzel)
El trasplante se hizo en enero después de 30 años de investigación. La tráquea conecta la laringe con los pulmones, y no era fácil dar flujo sanguíneo al órgano después de hacer la procuración desde una persona donante al receptor (AP Photo/Marshall Ritzel)

Ahora, el equipo de cirujanos del Monte Sinaí anunció que realizó el primer trasplante de tráquea en humanos del mundo. Aseguran que el trasplante de tráquea tiene el potencial de salvar la vida de miles de pacientes de todo el mundo con defectos congénitos en la tráquea, enfermedades intratables de las vías respiratorias, quemaduras, tumores o daños graves en la tráquea por intubación, incluidos los que habían sido hospitalizados con COVID-19 y conectados a un respirador. Hasta ahora, no existían tratamientos a largo plazo para estos pacientes con daños traqueales de largo alcance.

La tráquea es esencial para el habla, la respiración y la función pulmonar normal. Conecta a la laringe con los pulmones y desempeña un papel fundamental en la función pulmonar normal, el sistema inmunitario y la respiración. Los cirujanos no habían podido trasplantar la tráquea por la complejidad que implica dar flujo sanguíneo a la tráquea del donante. En el Sistema de Salud Mount Sinai, admiten que llevan más de 30 años de investigación centrada en cómo aportar flujo sanguíneo a la tráquea, y en comprender la biología del órgano.

La intervención tuvo lugar el miércoles 13 de enero y participó un equipo de más de 50 especialistas, entre ellos cirujanos, enfermeros, anestesistas, especialistas en vías respiratorias y residentes. “Por primera vez, podemos ofrecer una opción de tratamiento viable a los pacientes con problema en la tráquea de segmento largo que ponen en peligro su vida, y este avance cambiará el estándar de atención. Es especialmente oportuno dado el creciente número de pacientes con problemas traqueales extensos debido a la intubación COVID-19″, señaló el doctor Genden.

Consideran que el trasplante de tráquea podría llegar a ser una opción en casos de pacientes que tuvieron COVID-19 y fueron afectados por la ventilación mecánica o en casos de pacientes con diversos trastornos que dañan la tráquea, EFE/Juan Ignacio Roncoroni/
Consideran que el trasplante de tráquea podría llegar a ser una opción en casos de pacientes que tuvieron COVID-19 y fueron afectados por la ventilación mecánica o en casos de pacientes con diversos trastornos que dañan la tráquea, EFE/Juan Ignacio Roncoroni/

“Debido tanto a la ventilación mecánica como a la naturaleza de la enfermedad de las vías respiratorias inducida por la COVID-19, la enfermedad de las vías respiratorias traqueales está aumentando precipitadamente, y ahora tenemos un tratamiento. Nuestro protocolo de trasplante y revascularización de la tráquea es fiable, reproducible y técnicamente sencillo”, afirmó Genden.

“Durante años, el consenso médico y científico ha sido que el trasplante de tráquea no podía realizarse porque la complejidad del órgano hacía imposible la revascularización, y todos los intentos anteriores de realizar un trasplante en humanos acabaron en fracaso. Este logro quirúrgico no sólo es la culminación de 30 años de investigación que comenzaron cuando yo era estudiante de medicina en Mount Sinai, sino que también ha sido posible gracias al espíritu de colaboración que existe en Mount Sinai.”

Durante la intervención del trasplante, el equipo quirúrgico del Mount Sinai extrajo la tráquea y los vasos sanguíneos asociados de una donante. A continuación, los cirujanos reconstruyeron la tráquea en el receptor desde los pulmones hasta la laringe y realizaron una serie de pasos que conectaron los pequeños vasos sanguíneos que nutren la tráquea del donante con los del receptor. Los cirujanos utilizaron una porción del esófago y de la glándula tiroides para ayudar a suministrar sangre a la tráquea, lo que condujo a una revascularización exitosa. Finalmente, este procedimiento permitió retirar la traqueotomía de la receptora, dándole la oportunidad de respirar por la boca por primera vez en seis años.

“Históricamente la tráquea ha sido difícil de trasplantar por la irrigación que implica. Entiendo que hasta el momento el primer caso ha sido en exitoso en los Estados Unidos”, comentó a Infobae el doctor Pablo Moreno, presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica. La paciente que recibió el trasplante tuvo un cuadro severo de asma que necesitó que se la intubara. Esa situación dañó su tráquea. “Hay que considerar que el caso de Sonia Sein es muy poco frecuente en pacientes con asma, ya que hay una batería de tratamientos que resultan eficaces. Todo paciente con asma puede hacer un tratamiento para evitar la situación tan complicada como vivió la paciente. Es probable que este tipo de trasplante pueda ser una alternativa en pacientes afectados por traqueotomías en el futuro”.

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