Desde el comienzo de la pandemia se empezaron a buscar cuáles medicamentos que ya existían para otras enfermedades podían ser también eficaces y seguros para la enfermedad COVID-19. También se empezaron a probar nuevos compuestos. Es una carrera desenfrenada, y ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualizó su “guía viviente” de tratamientos tras hacer la revisión de la evidencias disponibles para diferentes tratamientos. Le dió alta recomendación a los corticoides, como la dexametasona, y sumó al fármaco ivermectina sólo limitado para uso dentro de ensayos clínicos en pacientes con Covid-19, ya que faltan más estudios sobre su utilidad para esa enfermedad específica.
“La actualización de la OMS es la mejor guía actual para el tratamiento de COVID-19. Se trata de una nueva enfermedad y los ensayos clínicos van aportando resultados sobre beneficios y riesgos de manera continua. Como es una infección viral, el desarrollo de un tratamiento específico es más difícil en comparación las infecciones bacterianas”, comentó a Infobae Juan Franco, profesor del Departamento de Investigación del Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires.
En la nueva versión de la guía de la OMS, se menciona que “la base de la evidencia para la terapéutica del COVID está aumentando rápidamente, y nuevos tratamientos han surgido”. Aquí van las claves que hay que tener en cuenta para los 4 fármacos:
1- Corticoides sistémicos
Para los expertos de OMS, los corticoides sistémicos, como dexametasona, merecen una “recomendación fuerte” en el tratamiento para COVID-19 tras haber analizado estudios específicos. La revisión fue respaldada por un metanálisis prospectivo, con datos de ocho ensayos con 7184 participantes que encontró que los corticosteroides sistémicos probablemente reducen la mortalidad a los 28 días en pacientes con covid-19 crítico y también en aquellos con enfermedad grave.
2- Anticoagulantes
Se difundió una “recomendación condicional” para el uso de bajas dosis de anticoagulantes en pacientes internados por COVID-19. Esta recomendación es parte de la guía de manejo de los pacientes. Los expertos de OMS señalaron que sugiere el uso de “bajas dosis” de anticoagulantes en lugar de altas dosis, a menos que se indique lo contrario.
3- Remdesivir
El remdesivir un fármaco que tiene solo la recomendación “condicional” de OMS, que significa que se necesitan más estudios de eficacia y seguridad para administrarlos en Covid-19. El año pasado, la Agencia para los Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) había una “autorización de uso urgente” para el tratamiento de casos graves de COVID-19 con el antiviral remdesivir. El 25 de junio pasado, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) recomendó a la Comisión Europea su “autorización condicional” para estos pacientes. El año pasado, se generó polémica por el alto precio del medicamento por paciente.
4- Ivermectina
El fármaco ivermectina solo debe ser administrado dentro de ensayos clínicos sobre COVID-19 hasta que haya más pruebas, según recomendó la Organización Mundial de la Salud después de hacer la revisión de los estudios publicados. En América Latina, ya hay ciudades y profesionales médicos que indican al fármaco para pacientes con el coronavirus. Pero la agencia sanitaria consideró que aún faltan más pruebas sobre su eficacia y su seguridad.
“Las pruebas actuales sobre el uso de la ivermectina para tratar a los pacientes con COVID-19 no son concluyentes. Hasta que se disponga de más datos, la OMS recomienda que el fármaco sólo se utilice en el marco de ensayos clínicos”, se afirmó en un comunicado hoy. Esa recomendación -aclaró- se aplica a los pacientes con COVID-19 de cualquier gravedad de la enfermedad.
La ivermectina es un medicamento antiparasitario de amplio espectro. Ya estaba incluido en la lista de medicamentos esenciales de la OMS para varias enfermedades parasitarias. Se utiliza en el tratamiento de la oncocercosis (ceguera de los ríos), la estrongiloidiasis y otras enfermedades causadas por helmintiasis transmitidas por el suelo. También se utiliza para tratar la sarna.
Con respecto a ivermectina, expertos de OMS revisaron los datos agrupados de 16 ensayos controlados aleatorios (con un total de 2407 participantes), que incluían tanto a pacientes internos como externos con COVID-19. Determinaron que la evidencia sobre si la ivermectina reduce la mortalidad, la necesidad de ventilación mecánica, la necesidad de ingreso hospitalario y el tiempo hasta la mejora clínica en los pacientes con COVID-19 es de “muy baja certeza”, por los pequeños tamaños y las limitaciones metodológicas de los datos de los ensayos disponibles. El panel no analizó el uso de la ivermectina para prevenir la COVID-19, que está fuera del alcance de las directrices actuales.
Antes, la OMS se había expresado fuertemente en contra el uso de hidroxicloroquina o cloroquina para el tratamiento de la COVID-19 de cualquier gravedad, y contra la administración de lopinavir/ritonavir para el tratamiento de la COVID-19 de cualquier gravedad.
“Si bien hay tratamientos, hoy tenemos que pensar que lo mejor es no contagiarse”, enfatizó el doctor Franco. “Como ocurre con otras infecciones, como por ejemplo el sarampión, la estrategia de salud pública para el control del Covid-19 hoy pasa principlamente por la vacunación y las medidas como la ventilación permanente, el distanciamiento, el lavado de manos y el barbijo”.
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