La OMS entró en la etapa final de revisión de dos vacunas contra el COVID-19 elaboradas en China que ya se usan en América Latina para sumarlas a la lista de herramientas seguras y eficaces en el control de la pandemia. El Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización, liderado por el especialista mexicano Alejandro Cravioto, informó hoy que, tras recibir los datos que les mandaron los laboratorios que producen las vacunas Sinopharm y Sinovac, se pasó a la etapa final de la revisión sobre las dos vacunas. También dijeron que se inició el proceso de revisión sobre la vacuna Sputnik V, elaborada por el Instituto Gamaleya, de Rusia.
El mismo grupo de expertos reconoció que hay aún evidencia limitada sobre la eventual reducción de eficacia de las vacunas contra el COVID en general con las variantes del coronavirus que preocupan, que son las de Brasil, Inglaterra y Sudáfrica.
Durante los últimos meses, el grupo de expertos recomendó para uso de emergencia a las vacunas de Pfizer/BioNTech, Astrazeneca-SK Bio y el Serum Institute of India y la de Johnson y Johnson. Pero en la lista de vacunas para revisar han tenido 17 en total, y otras están en proceso.
En el caso de las dos vacunas chinas -las de Sinopharm y Sinovac- ya se están aplicando en diferentes países de América Latina, después de que fueran autorizadas por las agencias regulatorias o las autoridades sanitarias nacionales. El experto Alejandro Cravioto, que preside el Grupo SAGE de OMS, informó que las vacunas Sinopharm y Sinovac están en “proceso final de análisis” y podrían pronto ser incluidas en la lista de uso de emergencia.
“Los datos que las dos empresas han compartido públicamente la semana pasada en la última reunión de SAGE indican claramente que las vacunas tienen niveles de eficacia compatibles con los requisitos de la OMS”, expresó Cravioto en una conferencia de prensa que se hizo hoy.
En el caso de la vacuna Sinopharm, había sido autorizada en Argentina el 21 de febrero pasado por una resolución del Ministerio de Salud de la Nación para uso de emergencia. La semana pasada, se amplió el uso de la vacuna china para mayores de 60 años tras la aprobación de la agencia regulatoria ANMAT.
Se detalló que la vacuna Sinopharm, que es producida por el Instituto de Productos Biológicos de Beijing, mostró una eficacia de 78,89% en ensayos clínicos del que participaron 25.730 voluntarios. Como estaba autorizada para menores de 60 años, fueron destinadas para personal de salud y maestros desde febrero hasta la semana pasada.
Además de la Argentina, la vacuna Sinopharm se está aplicando en Bolivia, Venezuela y Perú. Los anticuerpos activados por dos productos de la vacuna COVID-19 de Sinopharm tienen un efecto neutralizador “bastante bueno” sobre las variantes encontradas en Gran Bretaña y Sudáfrica, así como en algunas otras, según informó Zhang Yuntao, vicepresidente de China National Biotec Group (CNBG), una afiliada de Sinopharm, citando los resultados de las pruebas de laboratorio con muestras de sangre tomadas de participantes de ensayos clínicos. También están evaluando si necesitan dar una tercera dosis para aumentar la eficacia.
Con respecto a la vacunas Sinovac, ya se están administrando en países como México, Chile, y El Salvador. Esas vacunas fueron evaluadas en un ensayo clínico en Brasil, y la empresa que la produce dijo el martes que su vacuna contra el COVID-19 es segura para niños entre 3 y 17 años, según datos preliminares. La firma envió los datos a la agencia reguladora china del medicamento. Ya se han distribuido más de 70 millones de dosis de la vacuna de Sinovac en China y otros países.
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