De la boca a la garganta, los pulmones y “nuestras entrañas”: el rol de la saliva en la transmisión del COVID-19

Cuando las personas tragan saliva infectada, podrían estar propagando el virus a otras partes de su cuerpo, advierte una nueva investigación publicada en la revista Nature Medicine. Qué dicen los especialistas

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El potencial del virus para infectar múltiples áreas del cuerpo podría ayudar a explicar la amplia gama de síntomas que experimentan los pacientes con COVID-19, incluidos síntomas orales como pérdida del gusto, sequedad de boca y ampollas (Shutterstock)
El potencial del virus para infectar múltiples áreas del cuerpo podría ayudar a explicar la amplia gama de síntomas que experimentan los pacientes con COVID-19, incluidos síntomas orales como pérdida del gusto, sequedad de boca y ampollas (Shutterstock)

Un equipo internacional de científicos ha encontrado evidencia de que el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, infecta las células de la boca. Si bien es bien sabido que las vías respiratorias superiores y los pulmones son los sitios principales de infección por el nuevo coronavirus, existen indicios de que el virus puede infectar células en otras partes del cuerpo, como el sistema digestivo, los vasos sanguíneos, los riñones y, como esta muestra un nuevo estudio, la boca.

Los hallazgos del estudio -un esfuerzo conjunto del Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial y la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill-, detallados en la revista Nature Medicine el jueves, podrían explicar por qué tantas personas contagiadas pierden el sentido del gusto. Además, apuntan a la posibilidad de que la boca desempeñe un papel en la transmisión del SARS-CoV-2 a los pulmones o al sistema digestivo a través de la saliva cargada con virus de células orales infectadas.

“Cuando se traga saliva infectada o se inhalan partículas pequeñas, creemos que potencialmente puede transmitir el SARS-CoV-2 a nuestras gargantas, nuestros pulmones o incluso a nuestras entrañas”, dijo el doctor Kevin Byrd, del Instituto de Ciencia e Investigación de la Asociación Dental Estadounidense, quien trabajó en el estudio.

Ya se sabía que las pruebas con saliva eran una buena manera de detectar la infección. Sin embargo, los investigadores no habían estudiado por qué. La boca, la nariz, los senos nasales, la garganta y los pulmones están conectados, y el virus puede propagarse por todas esas regiones en la mucosidad que se drena o se expulsa al toser.

"Según los datos de nuestros laboratorios, sospechamos que al menos parte del virus en la saliva podría provenir de los tejidos infectados en la boca" (REUTERS)
"Según los datos de nuestros laboratorios, sospechamos que al menos parte del virus en la saliva podría provenir de los tejidos infectados en la boca" (REUTERS)

Que la saliva de las personas con COVID-19 puede contener niveles altos de SARS-CoV-2 no es novedad, y los estudios sugieren que las pruebas de saliva son casi tan confiables como el frotis nasal profundo para diagnosticar COVID-19. Sin embargo, lo que los científicos no saben del todo es de dónde proviene el SARS-CoV-2 en la saliva. En las personas con COVID-19 que tienen síntomas respiratorios, el virus en la saliva posiblemente proviene en parte del drenaje nasal o del esputo expulsado de los pulmones. Pero según Blake M. Warner, investigador clínico asistente, jefe de la Unidad de Trastornos Salivales del NIDCR y uno de los autores principales del estudio, es posible que eso no explique cómo el virus llega a la saliva de las personas que carecen de esos síntomas respiratorios. “Según los datos de nuestros laboratorios, sospechamos que al menos parte del virus en la saliva podría provenir de los tejidos infectados en la boca”, aseguró.

Los investigadores analizaron tejido bucal y descubrieron que células del interior de la boca llevaban los receptores que el coronavirus utiliza para infectarlas, incluido el receptor ACE2. Revisaron muestras de tejido bucal de personas que murieron por coronavirus y encontraron el virus en aproximadamente la mitad de las glándulas salivales que analizaron.

Los expertos también hicieron pruebas a personas con COVID-19 leve o asintomático. En esas pruebas descubrieron que células que se desprendían de la boca a la saliva llevaban ARN activo. Esto indica que el virus se estaba replicando en las células. También expusieron células en una placa de laboratorio a la saliva de ocho personas con COVID-19 asintomático y consiguieron infectar las células. Este hallazgo sugiere que la saliva de hecho puede ser infecciosa.

Consultado por Infobae, el doctor Luis Cámera, médico clínico y uno de los especialistas que integran el comité de asesores del gobierno nacional desde el comienzo de la pandemia del COVID-19, aseveró: “El trabajo demuestra que la vía oral es infecciosa. En el organismo humano el oropharynx, es una parte de la garganta donde el sistema anatómico y el de la respiración están en común. Por lo tanto, un contagio vía saliva que pueda caer en la lengua o en las mejillas se reproduce fácilmente para las glándulas salivales provocando la ageusia, la pérdida del sabor, y al mismo tiempo frecuentemente la disminución de salivación. Esas células infectadas pueden seguir progresando a través del oropharynx y terminar primero en la vía respiratoria generando una neumonía y más adelante en otros órganos vitales”.

Los científicos no saben del todo de dónde proviene el SARS-CoV-2 en la saliva (REUTERS)
Los científicos no saben del todo de dónde proviene el SARS-CoV-2 en la saliva (REUTERS)

Para determinar si el virus en la saliva es infeccioso, los investigadores expusieron la saliva de ocho personas con COVID-19 asintomático a células sanas cultivadas en un plato. La saliva de dos de los voluntarios provocó la infección de las células sanas, lo que plantea la posibilidad de que incluso las personas sin síntomas puedan transmitir el SARS-CoV-2 infeccioso a otras personas a través de la saliva.

Finalmente, para explorar la relación entre los síntomas orales y el virus en la saliva, el equipo recolectó saliva de un grupo separado de 35 voluntarios con COVID-19 leve o asintomático. De las 27 personas que experimentaron síntomas, las que tenían virus en la saliva tenían más probabilidades de informar pérdida del gusto y el olfato, lo que sugiere que la infección oral podría ser la base de los síntomas orales de COVID-19.

“Además de ser un tipo de muestra no invasiva para el diagnóstico de COVID-19, debemos ser conscientes de que la saliva juega un papel importante en la transmisión de COVID-19″, explicó a Infobae la odontóloga Florencia Soria (MN 29444).

En conjunto, dijeron los investigadores, los hallazgos del estudio sugieren que la boca, a través de células orales infectadas, juega un papel más importante en la infección por SARS-CoV-2 de lo que se pensaba anteriormente. Sin embargo, se necesitarán más investigaciones para confirmar los hallazgos en un grupo más grande de personas y para determinar la naturaleza exacta de la participación de la boca en la infección y transmisión del SARS-CoV-2 dentro y fuera del cuerpo.

“Al revelar un papel potencialmente subestimado de la cavidad oral en la infección por SARS-CoV-2, nuestro estudio podría abrir nuevas vías de investigación que conduzcan a una mejor comprensión del curso de la infección y la enfermedad. Dicha información también podría informar las intervenciones para combatir el virus y aliviar los síntomas orales del COVID-19 “, concluyó Warner.

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