El primer caso de una persona infectada con SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad por COVID-19 y generó la pandemia, pudo haber ocurrido en la provincia china de Hubei el 7 de octubre de 2019, dos meses antes de los primeros contagiados registrados oficialmente.
A mediados de diciembre, dos meses después, se describieron los primeros cuadros clínicos de pacientes que padecían una extraña neumonía, en el ahora famoso mercado de animales húmedos en Wuhan.
Se trata de un nuevo análisis de la propagación del virus, en donde su “reloj molecular” reveló que probablemente ya estaba establecido en el país asiático en este punto y había estado circulando en Hubei con bajos niveles de propagación con anterioridad a lo que se pensaba.
Pero, debido a los nuevos síntomas del entonces flamante coronavirus y a que se trataba de una cantidad inicialmente pequeña de infecciones, fue difícil identificar el patógeno.
Así, el virus solo llamó la atención de las autoridades cuando en diciembre se observó un grupo de síntomas misteriosos relacionados con el mercado de mariscos en Huanan.
Esto llevó a la teoría ahora desacreditada de que el mercado húmedo, donde se vende una amplia variedad de animales vivos y muertos, fue donde se originó la pandemia.
El doctor Jonathan Pekar, microbiólogo de la Universidad de California en San Diego realizó un estudio matemático para determinar cuándo y dónde surgió realmente.
Pekar y su equipo analizaron 583 muestras de virus tempranos de Hubei para encontrar su último ancestro común del que todos descendieron. Descubrieron que se remontaban aproximadamente al 9 de diciembre. Pero antes de esta fecha, los medios chinos ya habían informado sobre una condición inusual similar a la neumonía.
Los investigadores creen que la única explicación lógica es que la primera forma del virus que saltó de un animal a un humano fue una cepa débil que se extinguió rápidamente.
Pero antes de que desapareciera, los científicos especulan que mutó para volverse más potente y esta variante luego se extendió por Wuhan y más tarde por todo el mundo.
“En nuestro análisis principal, asumimos que el 17 de noviembre representa el primer caso documentado de COVID-19”, escriben los investigadores en su estudio, publicado en la prestigiosa revista científica Science.
En este contexto, llevaron a cabo un análisis más detallado bajo esta suposición utilizando un modelo informático. Al tener en cuenta un retraso en la transmisión, la detección y el desarrollo de los síntomas, el primer caso de infección por COVID-19 ocurrió en Hubei en octubre, calculan los investigadores.
Los autores del documento, Jonathan Pekar, Michael Worobey, Niema Moshiri, Konrad Scheffler y Joel Wertheim, lucharon por identificar una ubicación geográfica para el origen del virus, pero dicen que si la cepa inicial, que era más débil que la variante de Wuhan y todas las mutaciones posteriores, surgiera en una ubicación rural, habría tenido que migrar a una ubicación urbana para sobrevivir.
“La falta de informes de COVID-19 en otras partes de China en noviembre y principios de diciembre sugiere que la provincia de Hubei es el lugar donde se establecieron las cadenas de transmisión de persona a persona”, describieron los investigadores.
Asimismo añadieron que sus hallazgos no arrojan luz sobre si el primer caso contrajo el virus directamente de los murciélagos o a través de un huésped intermedio, pero sí “aleja más” el primer caso del mercado mayorista de mariscos de Huanan.
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