Los perros acompañaron a los primeros humanos que llegaron a América del Norte, afirman científicos que han descubierto los restos de un canino de más de 10.000 años, según un estudio publicado este miércoles.
Se cree que estas personas emigraron desde Siberia, a través de lo que se ha convertido en el actual estrecho de Bering, hace entre 30.000 y 11.000 años.
La historia de los seres humanos está vinculada estrechamente a la de su mejor amigo desde hace mucho tiempo, y el estudio del ADN de los perros es útil para establecer los asentamientos humanos.
Los investigadores alguna vez pensaron que los humanos ingresaron inicialmente a las Américas hace unos 12.000 años. Fue entonces cuando los gruesos glaciares que cubrían gran parte de América del Norte comenzaron a derretirse. Esto abrió un corredor, que permitió a la gente caminar desde Siberia a través de tierras ahora sumergidas en el Mar de Bering, y luego a América del Norte en busca de mamuts y otros animales grandes.
Pero durante la última década, los arqueólogos han demostrado que la gente podría haber comenzado a mudarse a América del Norte mucho antes. Viajaron desde Siberia a través del archipiélago de Alaska hace unos 16.000 años, y finalmente bajaron por la costa del Pacífico.
El hallazgo de la astilla de hueso de perro apoya esta hipótesis. Científicos de la Universidad estadounidense de Buffalo analizaron el ADN de un fragmento de hueso de perro encontrado en el sureste de Alaska. Primero creyeron que era de un oso, pero un análisis en profundidad reveló que se trataba de una parte del fémur de un perro.
El hueso tiene unos 10.200 años, lo que convierte en el resto de un perro más antiguo conocido en América.
El análisis genético reveló además que el animal estaba estrechamente relacionado con los primeros perros conocidos, que los investigadores creen que fueron domesticados en Siberia hace unos 23.000 años. Basado en el número de diferencias genéticas entre el perro de Alaska y sus antepasados siberianos, el equipo estima que las dos poblaciones se dividieron hace 16.700 años, cuando los científicos creen que es posible que seres humanos hayan tomado una costera para ir al continente norteamericano desde la actual Siberia.
Esa es una pista de que los perros, y sus humanos, abandonaron Siberia y entraron en América miles de años antes de que los glaciares de América del Norte se derritieran.
Las fechas también se alinean con las estimaciones basadas en el ADN de cuándo los nativos americanos modernos se separaron de sus antepasados en Siberia, lo que proporciona otra línea de evidencia para precisar cuándo ocurrieron las primeras migraciones. “Entender cómo se movían los perros también te muestra cómo se movían los humanos”, dijo a Ciencemag Flavio Augusto da Silva Coelho, el científico que realizó el análisis del ADN.
“Como los perros están vinculados a la ocupación del espacio por parte de los humanos, nuestros datos ayudan a precisar no solo una fecha, sino también un lugar para la entrada de perros y humanos en las Américas”, explicó Charlotte Lindqvist, bióloga de las Universidades de Buffalo y Dakota del Sur.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, apoya la teoría de que los humanos poblaron el continente norteamericano desde Siberia, a través de una carretera costera.
“Creemos que las primeras migraciones humanas en la región fueron más importantes de lo que pensamos”, dijo.
“Perro costero”
Un análisis del fragmento óseo demostró que el animal seguía una dieta “marina”, basada en los restos de peces, focas y ballenas.
Después los perros llegaron en oleadas sucesivas, según Charlotte Lindqvist. Primero desde el este de Asia con la población Thule, luego con los husky siberianos traídos a Alaska durante la fiebre del oro en el siglo XIX.
El estudio aporta su grano de arena al viejo debate sobre si, una vez que cruzaron el actual estrecho de Bering, los primeros humanos avanzaron hacia el continente por un corredor continental o por una carretera costera a lo largo del Pacífico.
Los restos de perros precontacto encontrados en la pista del corredor continental son más jóvenes que el identificado por el equipo de Lindqvist en la ruta costera.
Esto favorece la teoría de una ruta costera para las primeras llegadas.
El “perro costero es un descendiente de los perros que participaron en la migración inicial”, afirmó la especialista.
(Con información de AFP)
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