El Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, comunicó hoy que se detectó el primer caso de la cepa británica del coronavirus en Argentina. Según se informó, se trata de un argentino residente en Gran Bretaña que ingresó al país a fines de diciembre.
La nueva variante del virus se anunció en noviembre y ya se extendió a más de 50 países, incluidos la Argentina. Entre sus características, tiene una proteína de “pico” mutada en el exterior que lo hace mejor para invadir el cuerpo. Y de acuerdo a un estudio científico llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Birmingham y el organismo gubernamental Salud Pública de Inglaterra o Public Health England en inglés, también es un 70% más contagiosa que la original porque se replica en la garganta.
Los investigadores analizaron una gran cantidad de muestras de hisopados tomados de la nariz y la garganta de potenciales pacientes con COVID-19 que con la prueba diagnóstica confirmaron su positivo y allí hallaron la novedad: los que tenían la nueva variante, denominada B117, tenían altas cargas virales en comparación a aquellos que mostraban tener la cepa original.
Asimismo, se detectaron niveles más altos del virus SARS-CoV-2 en el material recolectado en hisopos de los pacientes con la mutación B117, lo que sugiere un caso más grave de la enfermedad y evidencia la facilidad que tiene para transmitirse rápidamente.
El científico Michael Kidd, virólogo clínico de la institución Salud Pública de Inglaterra que encabeza la investigación manifestó que los hallazgos podrían ayudar a explicar cómo se multiplica la variante en cada persona que infecta, pero dijo que era “difícil determinar” por qué el virus se estaba propagando tan rápido como lo hace.
En el estudio, publicado en MedRxiv y que aún no ha sido revisado por pares, se advierte: “Claramente, las cargas virales más altas inferidas de las muestras de la nueva variante, indicada con un objetivo del gen S viral indetectable podrían determinar la infecciosidad de los sujetos y, por lo tanto, la capacidad del virus para transmitir en adelante”.
De acuerdo al virólogo que dirigió el estudio, las muestras de la nueva variante “mostraron un aumento en la carga viral relativa de entre 10 y 1,000 veces” en comparación con las muestras del virus original.
Sin embargo, el estudio afirma que no puede ubicar la razón del aumento de la transmisión por completo en la nueva variante, debido a otros factores que podrían estar propagando el virus más rápidamente, incluidos los factores de comportamiento humano, ya que “se relajó el cumplimiento de las medidas sanitarias”.
La nueva variante del virus, que tiene una proteína de “pico” mutada en el exterior que lo hace mejor para invadir el cuerpo, se anunció en noviembre y ya es la dominante en el Reino Unido.
Desde entonces se ha extendido por todo el mundo y por todo el Reino Unido, lo que ha provocado que las infecciones por coronavirus del Reino Unido aumenten hasta 2021.
Los científicos de la London School of Hygiene advirtieron en diciembre que la variante podría tener una tasa de transmisión mucho más alta que su predecesora que incluso los cierres no podrían detenerla más que duplicando el número de muertos para junio.
Lo alentador es que los virólogos y los expertos en salud pública creen que las vacunas fabricadas por compañías como AstraZeneca, Pfizer y Moderna seguirán siendo eficaces contra la nueva variante del coronavirus.
El Asesor Científico Jefe del Gobierno del Reino Unido, Patrick Vallance, dijo al público esta semana que los científicos habían identificado los 22 cambios en el código genético de la varían que la hacen más transmisible.
Añadió: “Pero, por lo que podemos ver, no lo oculta del sistema inmunológico, por lo que si tuvo una infección antes, la evidencia es que probablemente también neutralice este virus. La expectativa es la misma para la vacuna”.
En este sentido, según lo informado recientemente, la vacuna de Pfizer contra la COVID-19 parece efectiva contra una mutación del SARS-CoV-2 que comparten las nuevas variantes del virus surgidas en Reino Unido y Sudáfrica, según un estudio realizado por la farmacéutica y la Universidad de Texas.
El estudio también ha sido publicado en el repositorio biorXiv, en el que los textos aún no han sido sometidos a revisión por otros expertos, aunque pueden dejar sus comentarios.
Las variantes de rápida propagación surgidas en el Reino Unido y Sudáfrica comparten la mutación N501Y, la cual es “especialmente preocupante”, porque aumenta la afinidad de la proteína S del virus por el receptor de la célula humana, a través del cual entra en ella.
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