Como tantas otras cosas en 2020, las misiones espaciales programadas resultaron afectadas por la pandemia de COVID-19. Algunas tuvieron éxito: SpaceX envió astronautas al espacio, China trajo a al Tierra rocas de la Luna, por ejemplo. Pero muchas otras quedaron congeladas cuando la mayoría de las instalaciones de la NASA debieron cerrar, y el rover Rosalind Franklin, de la Agencia Espacial Europea y la Corporación Estatal Rusa Roscosmos, postergó sus tareas hasta 2022.
MIT Technology Report hizo una selección de las misiones espaciales más importantes programadas para 2021, aunque tanto por la pandemia como por lo impredecible de la exploración podrían demorarse, cancelarse o fracasar. Su descripción cerró con un puntaje de probabilidad de éxito, que otorgó un único 10/10 y un notorio 1/10.
Trío de misiones a Marte, febrero
El planeta vecino recibirá no una sino tres misiones, cada una lanzada y operada por un país diferente: el orbitador Hope, de Emiratos Árabes Unidos; el rover Perseverance, de la NASA, y la combinación de orbitador, módulo de aterrizaje y rover de China, Tianwen-1. Las tres misiones alcanzarán la órbita marciana en febrero; el Perseverance llegará a la superficie a finales de ese mes y el Tianwen-1, en abril.
Hope realizará indagaciones atmosféricas para establecer por qué Marte tiene pérdidas de hidrógeno y oxígeno, entre otras incógnitas. Tianwen-1 y Perseverance buscarán señales de vida (”pasada o presente”, aclaró la publicación del Instituto de Tecnología de Massachusetts) y pistas sobre la geología del planeta.
Para Estados Unidos será una visita repetida; para China y los Emiratos Árabes Unidos, en cambio, será la primera vez en Marte.
Puntaje de MIT Technology Review: 9/10.
Segunda prueba del Starliner de Boeing, 29 de marzo
Además del Crew Dragon, de Space, la NASA espera emplear el Starliner, de Boeing, para llevar y traer astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS). Starliner fracasó en su primer intento, en diciembre de 2019: su software reveló muchos errores, entre ellos algunos que podrían haber causado la destrucción total de la cápsula.
Luego de una completa revisión del código y de haber probado los sistemas de Starliner de diferentes maneras, su fabricante volverá a intentarlo. Si esta vez todo sale bien, a finales de 2021 la cápsula recorrerá rutinariamente la distancia entre la Tierra y la ISS.
Puntaje de MIT Technology Review: 8/10.
Primeras misiones de CLPS a la Luna, junio y octubre
El programa Artemisa de la NASA es más ambicioso que el Apolo, al que ha sucedido: además de llevar y traer gente al satélite, espera dejar colonos y sumar a la empresa privada. Para eso se crearon los Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS), “una oportunidad para que pequeñas compañías interesadas en hacer algo en la Luna” puedan acceder a ese destino tanto para probar naves que puedan llevar materiales como para estrenar tecnología o hacer exploraciones científicas.
El módulo de aterrizaje Peregrine, de Astrobotic Technology, que se lanzará en el vuelo inaugural del cohete Vulcan Centaur, de United Launch Alliance, llevará los primeros 28 envíos a la Luna, en junio. Y en octubre lo hará el módulo de aterrizaje Nova-C, de Intuitive Machine, impulsado por un cohete Falcon 9 de SpaceX, con al menos cinco cargas de la NASA.
Puntaje de MIT Technology Review: 6/10, porque “alunizar sigue siendo difícil para los novatos”.
La despedida de Juno, 30 de julio
La nave espacial Juno, de la NASA, ha circulado en la órbita de Júpiter desde julio de 2016, gracias a lo cual se han obtenido valiosos datos sobre la atmósfera, la gravedad, el campo magnético y la geología del planeta más grande del sistema solar. También ha capturado imágenes maravillosas, de las nubes de colores vibrantes en la superficie de Júpiter. Hacia ellas se dirigirá Juno en su misión final, el 30 de julio, para recoger tantos datos sobre la atmósfera como sea posible antes de que termine desgarrada por la violenta presión.
En los últimos meses se comenzó a discutir la posibilidad de extender la misión de Juno hasta septiembre de 2025, para que obtenga información sobre las lunas de Júpiter. Pero hasta el momento no se ha confirmado si la nave vivirá unos años más.
Puntaje de MIT Technology Review: 10/10, porque “prácticamente no hay manera de que salga mal la destrucción total de una nave”.
Luna 25, octubre
La última misión de Rusia a la Luna fue, en realidad, soviética: Luna 24 se realizó en 1976. Acaso por el crecimiento de Artemisa y del proyecto chino, el programa ruso volvió a activarse y este año realizará su vigésimo quinta misión. Luna 25 será un módulo de aterrizaje destinado al polo sur del satélite de la Tierra, en el que se pondrá a prueba una nueva tecnología de aterrizaje que, si funciona, se empleará en las futuras misiones con robots. Y también llevará una serie de instrumentos para estudiar el suelo una vez allí.
Puntaje de MIT Technology Review: 8/10.
SpaceX Axiom Space 1, octubre
AX-1, la misión planeada de Crew Dragon, de SpaceX, a la ISS, para Axiom Space, llevará un equipo privado para que pase ocho días en la estación. La primera misión privada de Space X será también la primera con ciudadanos comunes. O no tanto: “Podría involucrar a Tom Cruise”, agregó el MIT.
Puntaje de MIT Technology Review: 9/10.
Telescopio espacial James Webb, 31 de octubre
Este proyecto de la NASA sufrió varias demoras, acaso porque es “una de las misiones científicas más ambiciosas de memoria reciente”, según la publicación. JWST, que ha sido el reemplazo de los telescopios Hubble y Spitzer se especializa en observaciones infrarrojas de última tecnología desde la órbita de la Tierra, lo cual implica que tiene el potencial de estudiar las atmósferas de exoplanetas y exolunas muy distantes para investigar si tienen signos bioquímicos.
Puntaje de MIT Technology Review: 3/10, porque a nadie asombraría “si se anunciara una nueva demora”.
Artemisa 1/SLS 1, noviembre
Orion, la cápsula que la NASA construyó para enviar —en un futuro no muy lejano— personas a la luna saldrá al espacio por primera vez desde 2014, y por primera vez más allá de la órbita terrestre. Dentro del programa Artemisa, Orion cumplirá, sin tripulación, una misión de 25,5 días de ida y vuelta a la Luna. La idea es comprobar el hardware, el software y los sistemas que hacen posible la vida humana en el espacio.
Artemisa 1 también permitirá el debut del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), el cohete más potente que se haya construido hasta ahora. Dado que el desarrollo del SLS ha estado marcado por una gran cantidad de demoras, no hay garantías de que esté listo (tampoco Orion) en noviembre. “Pero si lo están, hay que prepararse para un tremendo lanzamiento”, según MIT.
Puntaje de MIT Technology Review: 1/10, porque “el único proyecto de la NASA que ha tenido más demoras que JWST es SLS”.
Estación Espacial China, comienzos de 2021
El programa Tiangong de China tiene como fase inmediata una estación espacial orbital con un tamaño equivalente a la quinta parte de la ISS. La primera parte —el módulo central, llamado Tinahe— será lanzada en los primeros meses de 2021; le seguirán otras 10 misiones, en los 24 meses siguientes, para completar la construcción de la estación que tendrá una vida útil estimada en 10 años.
Puntaje de MIT Technology Review: 5/10, porque “China no se destaca por cumplir con los plazos, tampoco”.
LauncherOne, comienzos de 2021
Virgin Orbit todavía no ha realizado un viaje de prueba exitoso de su vehículo de lanzamiento orbital, pero ya tiene clientes apurados por reservar sus lugares en misiones de carga pequeña durante 2021. Al igual que su empresa hermana Virgin Galactic, la compañía tratará de usar la tecnología de lanzamiento por aire, en la cual una nave lleva un cohete hasta cierto punto y lo suelta para que vuele el resto del trayecto.
En mayo de 2020 se suspendió el primer intento de lanzamiento, por una falla en el propulsor. El segundo intento iba a suceder en diciembre, pero las restricciones debidas a la pandemia lo hicieron imposible. Apenas se abra la oportunidad, Virgin Orbit completará la prueba.
Puntaje de MIT Technology Review: 8/10.
El gran momento de Blue Origin, fecha a determinar
La empresa espacial de Jeff Bezos ha planeado dos grandes misiones para 2021. Una de ellas consiste en enviar gente al espacio en un vuelo suborbital del New Shepard, de lanzamiento y aterrizaje verticales, que ya se ha lanzado 13 veces para comprobar su capacidad de ser reutilizado. Sería un primer experimento en el turismo espacial.
El otro proyecto, de mayor envergadura, es New Glenn: un vehículo pesado de lanzamiento que se supone que tendrá más potencia que un Falcon Heavy de SpaceX. Aunque se ha conocido muy poco sobre New Glenn, Blue Origin espera hacer el lanzamiento antes del fin de 2021.
Puntaje de MIT Technology Review: 2/10, porque es necesario realizar algunas misiones más con el New Shepard antes de abrir sus puertas a los humanos y porque el desarrollo de New Glenn parece muy lento.
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