Mientras se espera que la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca realicen una presentación inmediata de los resultados de su vacuna contra el COVID-19 ante las autoridades británicas y soliciten su aprobación de emergencia, el gobierno inglés estimó que “las restricciones al coronavirus deberían terminar en Pascua” del año que viene (principios de abril de 2021).
El anuncio tiene lugar cuando la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) del país ya analiza de urgencia, desde el pasado viernes, la candidata de Pfizer y BioNTech. Los datos de esta vacuna -que aseguró tiene una efectividad del 95 por ciento- también fueron presentados para solicitar una autorización de emergencia en los Estados Unidos y buscar una lista de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud.
El Reino Unido busca además ser el primer país del mundo en comenzar a vacunar a su población contra el COVID-19. El plan de las autoridades contempla hacerlo a partir del 1 de diciembre.
El secretario de Salud de la administración de Boris Johnson, Matt Hancock, explicó en una comparecencia ante parlamentarios ingleses que una vez que los adultos mayores y las personas más vulnerables estén protegidas del coronavirus, “no existirá necesidad de medidas estrictas de distanciamiento social”.
No obstante, el secretario de salud sostuvo que “algunas medidas sanitarias” -como el lavado de manos- seguirán siendo algo común. Pero Hancock resaltó que “confiaba en que las restricciones legales más intrusivas desaparecerán como resultado de la campaña de vacunación”.
“Una vez que se ha protegido o dado la oportunidad de proteger a las personas mayores o las personas más vulnerables, obviamente se reduce la justificación de la salud pública, en particular para las medidas estrictas y dañinas”, señaló Hancock.
La presentación del comité de la Secretaría de Salud británica tuvo lugar en un momento en el que la segunda ola de contagios y muertes parece haber pasado su pico. El número de muertes registradas como consecuencia de la enfermedad el pasado lunes fue de 206, mientras que los casos superaron los 15.000. Si bien la cantidad de positivos de la segunda ola es múltiples veces mayor que el de la primera, las fatalidades se redujeron a la mitad.
El Reino Unido ocupa el séptimo lugar en la lúgubre lista mundial de casos positivos, con más de un millón y medio, y el quinto en cuanto a fatalidades. Registra casi 56.000, la cifra más alta del continente europeo.
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