Bill Gates fue uno de los primeros en preocuparse por los daños que una pandemia podría provocar en la salud de la población mundial y la economía de los países afectados. Lo predijo hace años, y durante largas conferencias auspiciadas por la Fundación Gates, se dedicó a alertar a las autoridades sobre el asunto. Hasta que finalmente sucedió: el coronavirus nació en Wuhan, China, pero rápidamente se expandió hacia el resto del globo, lo que provocó en un año más de 1.300.000 muertes.
El lunes por la noche, el empresario fundador de Microsoft publicó su popular podcast junto con Rashida Jones en el cual no solo habló sobre la crisis actual, sino también sobre las consecuencias que ella tendrá sobre la vida de personas y compañías. Titulado“¿Cómo se verá el mundo después del COVID-19?”, Gates ofreció un panorama sobre qué podría suceder a partir de estos cambios culturales en firmas internacionales y locales. Durante la emisión enumeró -sin hacerlo explícitamente- una serie de cambios que se darán en el futuro.
PRIMERO. Para el hombre que posee la segunda fortuna más grande del universo -solo superado por Jeff Bezos, de Amazon- el coronavirus alterará en el futuro -una vez finalizada la pandemia- la forma en que las personas viajaban y realizaban negocios hasta marzo pasado. “Al igual que la Segunda Guerra Mundial atrajo mujeres a la fuerza laboral, y mucho de eso se mantuvo, esta idea de ‘¿Tengo que ir allí físicamente?’... se nos permitirá preguntar eso”. Para Gates, esa tendencia se mantendrá incluso para encuentros más casuales o más rutinarias, como las reuniones de trabajo. “La idea de aprender o tener una cita con el médico o una llamada de ventas en la que solo se utiliza una pantalla con Zoom o Microsoft Teams cambiará drásticamente”, predijo el fundador de Microsoft.
Gates también cree que la presencialidad en las oficinas se reducirá muchísimo. En el mismo podcast que comparte con la actriz Jones, dijo creer “que la gente irá menos a la oficina. Incluso podría compartir oficinas con una empresa que tiene empleados que llegan en días diferentes a los que entran”. De lo que habla el hombre que predijo como posible la pandemia del coronavirus es que la rotación de personal podría convertirse en una constante a partir del COVID-19, aunque este ya no represente una amenaza.
SEGUNDO. De acuerdo con su pronóstico, incluso las herramientas que hoy tenemos para mantener un encuentro virtual cambiarán de manera drástica, lo que permitirá que ese cambio cultural sea aún más pronunciado y eficaz. “El software era un poco torpe cuando todo esto comenzó, pero ahora la gente lo está usando tanto que se sorprenderá de lo rápido que innovaremos con el software”.
TERCERO. La nueva modalidad laboral posibilitará incluso redefinir la vida urbana, las comunidades. Si uno no tiene la necesidad de estar en la oficina todos los días, esto le permitirá alejarse de los centros urbanos muy poblados, cuyos alquileres son -por la alta demanda- muy altos. “En ciudades como Seattle y San Francisco... incluso una persona que está bien remunerada está gastando una cantidad increíble de su dinero en alquiler”, advierte el empresario y filántropo.
CUARTO. “Creo que es posible que disminuya la cantidad de contacto social que se tiene en el trabajo, por lo que el deseo de tener mayor contacto social en su comunidad o con sus amigos por la noche, ya sabe, podría aumentar porque si estamos haciendo mucho trabajo remoto, entonces nuestras ganas de socializar, nuestra energía para socializar después de dejar de trabajar, será un poco mayor. Podría cambiar un poco el equilibrio allí”, comentó Gates.
QUINTO. A pesar de que la vacuna podría estar disponible para gran parte de la población en tiempo récord —considerando el desarrollo de otras para otras enfermedades—, Gates cree que la normalidad tal como se conocía hasta inicios de 2019 no volverá por un gran tiempo. La gente, de acuerdo con su proyección, permanecerá temerosa de asumir riesgos si toda la población aún no está inmunizada. “Hay una fase en la que vamos a tener números muy bajos en los Estados Unidos, pero seguirá estando en otras partes del mundo, por lo que podría resurgir. Creo que mucha gente seguirá bastante conservadora en su comportamiento, especialmente si se asocian con personas mayores cuyo riesgo de enfermarse gravemente es bastante alto”, indicó en su popular podcast.
SEXTO. Por último, el fundador de Microsoft considera que si bien podría haber otra pandemia, esta no necesariamente debería ser tan severa como fue la del COVID-19. Sobre todo cree que el mundo estará más preparado para contenerla. “La razón principal por la que tendrá un impacto menos destructivo es que ya tendremos práctica. Habríamos hecho juegos de enfermedades como juegos de guerra, y casi todos los países responderán como lo hicieron Corea del Sur o Australia, donde se examinan personas y se ponen en cuarentena muy rápidamente, y nuestras herramientas de prueba serán mucho mejores. No seremos tan estúpidos la segunda vez”, concluyó.
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