Investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard afirmaron que los riesgos de transmisión de COVID-19 durante los vuelos en avión son muy bajos y aún menores que otras actividades de rutina como ir de compras al supermercado o salir a cenar.
El estudio determinó que los riesgos de transmisión se pueden “reducir a niveles muy bajos mediante la combinación de medidas de control de infecciones en capas”.
El informe fue financiado por Airlines for America, un grupo comercial que representa a American Airlines, United y Delta, entre otras compañías, así como a un consorcio de fabricantes de aeronaves y equipos y operadores de aeropuertos.
La publicación tiene lugar en un momento en que las aerolíneas en Estados Unidos están perdiendo miles de millones de dólares al mes debido un dramático descenso en la demanda de viajes: se desplomó un 65 por ciento interanual debido al coronavirus.
Las aerolíneas estadounidenses están operando solo el 50 por ciento de los vuelos que tenían en 2019. Algunas han anunciado recientemente nuevos planes para volver a utilizar los asientos del medio de los aviones.
El informe señaló que, después de que las aerolíneas ordenaran el uso de mascarillas, impulsaran los procedimientos de limpieza y revisaran los procesos de embarque, “y con millones de horas de pasajeros voladas, hasta la fecha ha habido poca evidencia de transmisión de enfermedades a bordo”.
El reporte también indicó que los aviones de pasajeros están equipados con sistemas de ventilación que cambian el aire de la cabina cada 3 minutos y eliminan más del 99% de las partículas del tamaño que causan el SARS-CoV-2.
Los investigadores también confirmaron que las mascarillas reducen significativamente los riesgos de transmisión de enfermedades.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos emitieron este mes una “recomendación firme” de que todos los pasajeros y empleados en aviones y aeropuertos deben usar máscaras para evitar la propagación del COVID-19.
El informe de Harvard aseguró que, no obstante, un foco de riesgo que persiste es la posibilidad de que personas contagiadas no sepan que portan el virus y opten por volar.
El estudio se hace eco de otro del Departamento de Defensa de EEUU publicado a principios de este mes, que también determinó que el riesgo de exposición al coronavirus en los vuelos es muy bajo.
Cuando un pasajero sentado usa una mascarilla, un promedio del 0.003% de las partículas de aire dentro de la zona de respiración alrededor de la cabeza de una persona son infecciosas, incluso cuando todos los asientos están ocupados, reveló el estudio.
CON INFORMACIÓN DE REUTERS
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