Los pacientes con la enfermedad COVID-19 pueden comenzar a expulsar o excretar el coronavirus infeccioso dos o tres días antes de que aparezcan los primeros síntomas, según un estudio publicado este jueves en la revista científica Nature Medicine.
Actualmente, las medidas de control de propagación de la infección se basan en el tiempo transcurrido entre los casos en una cadena de transmisión (intervalo en serie) y el período de incubación (tiempo que pasa desde la infección hasta la aparición de los síntomas en un paciente).
Si el intervalo en serie es menor que el período de incubación, esto indica que la transmisión puede haber ocurrido antes de que se desarrollen síntomas y que, por lo tanto, las medidas de control que se están aplicado podrían no ser las correctas.
Para mejorarlas y evitar la propagación de la infección, Eric Lau, investigador de la Universidad de Hong Kong, y sus colegas estudiaron los patrones temporales de la propagación del virus en 94 pacientes con COVID-19 ingresados en el Octavo Hospital Popular de Guangzhou, China.
Los investigadores recogieron muestras de la garganta de estos pacientes desde el momento en que aparecieron los síntomas hasta 32 días después y descubrieron que los enfermos tenían la mayor carga viral al comienzo de los síntomas.
En un estudio paralelo basado en datos públicos disponibles, los científicos analizaron los perfiles de contagio del COVID-19 de 77 parejas de pacientes (pares de transmisión) con un claro vínculo epidemiológico, es decir, con una alta probabilidad de que uno hubiera infectado al otro.
A partir de estos datos, los investigadores dedujeron que el contagio se había producido entre dos y tres días antes de que aparecieran los síntomas.
Los autores advierten, no obstante, de que el estudio utiliza el recuerdo de los pacientes del inicio de los síntomas, lo que puede sesgar la información.
(Con información de EFE)
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