El fin del mundo se acerca, espoleado por la amenaza de la guerra nuclear y la crisis climática, y se encuentra a 100 segundos del abismo, según la actualización de 2019 del Reloj del Apocalipsis de los expertos del Boletín de los Científicos Atómicos.
El pasado año, la humanidad se encontraba a dos minutos, por lo que la urgencia es aún más perentoria, advirtieron este jueves los científicos en una rueda de prensa en Washington.
Para este año, el boletín afirma que la humanidad continúa enfrentando dos peligros existenciales simultáneos: la guerra nuclear y el cambio climático, que se ven agravados por un multiplicador de amenazas, una guerra de información cibernética, que socava la capacidad de respuesta de la sociedad.
En el ámbito nuclear, el informe señala que los líderes nacionales han terminado o socavado varios tratados y negociaciones importantes sobre el control de armas durante el último año, creando un ambiente propicio para una carrera armamentista nuclear renovada, la proliferación de armas nucleares y la reducción de las barreras a la guerra nuclear. Los conflictos políticos con respecto a los programas nucleares en Irán y Corea del Norte siguen sin resolverse y, en todo caso, empeoran. La cooperación entre Estados Unidos y Rusia en el control de armas y el desarme es casi inexistente.
Es el peor momento desde 1953, durante una de las etapas más tensas de la Guerra Fría, cuando tanto los soviéticos como los estadounidenses realizaron sus primeras pruebas con bombas de hidrógeno.
Por otro lado, se reconoce que la conciencia pública sobre la crisis climática creció en el transcurso de 2019, en gran parte debido a las protestas masivas de los jóvenes de todo el mundo.
“De todos modos, -advierte- la acción gubernamental sobre el cambio climático aún está muy lejos de cumplir el desafío en cuestión. En las reuniones climáticas de la ONU el año pasado, los delegados nacionales pronunciaron excelentes discursos, pero presentaron pocos planes concretos para limitar aún más las emisiones de dióxido de carbono que están alterando el clima de la Tierra”. Esta respuesta política limitada se produjo durante un año en que los efectos del cambio climático provocado por el hombre se manifestaron en uno de los años más cálidos registrados, incendios forestales extensos y el derretimiento más rápido de lo esperado del hielo glacial.
“Malas noticias”
“Ahora estamos expresando lo cerca que está el mundo de la catástrofe en segundos, no en horas o en minutos. Es lo más cerca que hemos estado del fin. Encaramos ahora una verdadera emergencia, un estado de los asuntos globales realmente inaceptable que ha eliminado cualquier margen de error o retraso”, anunció la presidenta del Boletín de los Científicos Atómicos, Rachel Bronson.
“Son realmente malas noticias”, dijo Robert Rosner, astrofísico del grupo, que agregó que lo que dijeron el pasado año “es ahora una realidad alarmante, puesto que las cosas no van a mejor”.
Junto con Bronson compareció el ex secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon, quien expresó su preocupación “ante el fracaso del multilateralismo para enfrentar esta amenaza”.
“Desde la retirada de EEUU del Acuerdo (del Clima) de París y del Acuerdo Nuclear con Irán, hasta el punto muerto en las conversaciones de desarme nuclear y la parálisis en el Consejo de Seguridad de la ONU, nuestros mecanismos de colaboración están siendo socavados cuando más los necesitamos”, agregó.
Creado en 1947
El Boletín de los Científicos Atómicos es una publicación académica dirigida al público en general dedicada a temas relacionados con la supervivencia y el desarrollo de la humanidad, frente a las amenazas de las armas nucleares, armas de destrucción masiva, el cambio climático, las tecnologías emergentes y las enfermedades.
De periodicidad bimensual, fue publicado por primera vez en 1945, como Bulletin of the Atomic Scientists of Chicago, al ser fundada por miembros del Proyecto Manhattan tras los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki.
Este Reloj del Apocalipsis (Doomsday Clock, en inglés) es un símbolo dirigido por un grupo de científicos, entre ellos trece premios Nobel, creado en 1947, sobre los riesgos que afronta el mundo y que pretende indicar lo cerca que está el fin de la humanidad. Aunque originalmente representó a la amenaza del holocausto nuclear, desde 2007 también representa la amenaza del cambio climático.
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