El concepto de Pensamiento Visual (Visual Thinking) es introducido por Rudolph Arnheim, que publica en 1969 un libro con este título. Es la obra de un psicólogo interesado en los procesos de la percepción y el razonamiento visual que recurre a ejemplos del arte como expresión desarrollada de estos procesos.
Sin embargo, el Pensamiento Visual es un constructo que explica la representación mental, artística y científica que hacemos del mundo y de la realidad que nos rodea.
¿Es otro de estos anglicismos de moda?
El Visual Thinking se utiliza como concepto innovador en algunos ámbitos. Se sugiere para aumentar la motivación y productividad en las reuniones de trabajo cuando "las palabras no funcionan".
En educación, acompaña al diseño en la resolución de problemas (Design Thinking) o sugiere estrategias para mejorar nuestra conexión con la expresión artística (Visual Thinking Strategies).
Sin embargo, su naturaleza cognitiva le permite un desarrollo general. Al razonamiento abstracto que se produce independientemente de las palabras lo llamamos razonamiento visoespacial y con él visualizamos, nos orientamos y representamos el entorno. Este razonamiento forma parte del estudio de la inteligencia desde sus comienzos.
Para Jean Piaget, reconocer las formas y sus cambios al moverse en el espacio son las operaciones mentales resultantes de la interacción con el mundo físico.
El National Research Council de Estados Unidos señala que estas habilidades de percepción, visualización y representación gráfica no se enseñan de un modo universal y explícito. En nuestro trabajo, la mayoría de los participantes muestran más dificultades ante cuestiones simples de razonamiento perceptivo y proporcional que ante ejercicios estandarizados de razonamiento espacial:
Imagine que está de pie a la orilla del mar y ve frente a usted la línea del horizonte que divide el mar y el cielo. Imagine ahora que se agacha, en cuclillas: ¿qué hace esta línea?
Tiene tres opciones: la línea sube, baja o permanece igual.
Este ejercicio de imaginación perceptiva implica a nuestra percepción y representación visual. Son las capacidades que tiene nuestro cerebro para comprender y representar lo que vemos. Los estudios más recientes plantean la existencia de un procesamiento cognitivo viso-espacial de ruta paralelo a un proceso no espacial asociado al reconocimiento del objeto , lo que indica una manera visual de pensar en estrecha conexión con el pensamiento verbal, pero no supeditada a él.
Interpretamos la realidad razonando en torno a la información visual y la representamos con el dibujo y la escritura.
¿El Pensamiento Visual es “hacer dibujitos”?
Cuando recordamos los primeros razonamientos visuales, el dibujo y los juicios de valor suelen ir muy unidos, pero no parece que el dibujo, como la escritura, sea algo exclusivo de artistas o escritores.
Más allá del juicio estético, al representar algo establecemos unas relaciones que responden a nuestra percepción de los cambios en las formas y la luz. Hablamos entonces de cualidades visuales abstractas que, aunque las convertimos en palabras (ancho, ondulado, azul…), son de naturaleza presemántica.
Al ser anterior a la escritura, el dibujo adquiere su carácter universal frente a los idiomas. El mundo anglosajón utiliza los términos literacy y graphicacy para distinguir claramente los lenguajes verbal y gráfico.
Aprendemos ambos como las principales formas de expresión, pero limitamos la educación gráfica al aprendizaje de la escritura. Esto nos ha alejado tanto de la experiencia perceptiva que hoy consideramos la alfabetización visual como un componente esencial de la educación.
Se trata de aprender a ver
La imagen siempre ha tenido un extraordinario valor a la par del texto. Los métodos de impresión, como la imprenta y la fotografía, han mecanizado la representación gráfica de la escritura y el dibujo. Sin embargo, el desarrollo tecnológico no ha impedido la educación del gesto gráfico humano, desde las primeras publicaciones impresas hasta los medios digitales actuales.
Hoy podemos preguntarnos si el gesto gráfico tiene un interés educativo en la construcción del conocimiento, más allá del logro de aprender a escribir.
Poca dedicación a la educación visual
La educación visual está dispersa en un exceso de contenidos con escaso tiempo de dedicación. Los docentes de las áreas científicas saben que la competencia visual y gráfica afecta al pensamiento científico-matemático, pero no se incluye en el planteamiento curricular.
La aplicación de la óptica y la luz, de la proporción, la geometría y las formas de representación la asumen los docentes del "área plástica visual y audiovisual". Aquí, la competencia gráfica se diluye entre contenidos técnico-artísticos en torno al patrimonio clásico y contemporáneo, las tradicionales manualidades y el moderno lenguaje alfanumérico de la imagen.
Cuesta entender que, con un cerebro eminentemente visual, dejemos poco espacio a aprender a ver, a razonar visualmente y a representar lo que percibimos e imaginamos. Necesitamos preguntarnos por qué las principales conclusiones psicoeducativas del siglo XX dejaron de lado este razonamiento.
Quizás ha podido influir el interés de los estados modernos por alfabetizar a la población o el poder de representación atribuido a la imagen mecánica frente a la imagen artesanal o, tal vez, la prevalencia de un sistema no visual de representación gráfica que ha acompañado a la revolución industrial.
Al reflexionar sobre ello, tal vez podamos recuperar la importancia que en algún momento dábamos a nuestro razonamiento visoespacial.
Pedro Urchegui Bocos: Profesor Colaborador, Universidad de Valladolid